Un nuevo día equivale a una nueva oportunidad, tengo que utilizar esa oportunidad para disculparme con Adrien... otra vez... luego de haber cometido otro error más, pero, él es tan amable y considerado que entenderá, se que lo hará, o al menos eso espero... claro que siempre puede no perdonarme y me avergonzare a mi misma arriesgándome a la única cosa que no aceptaría y es ser rechazada por él y...
— ¡Deja de pensar! —Alya me empujo hacia delante.
Adrien está a unos simples pasos mientras que yo lo acoso desde lejos como es costumbre, inspire profundo, puedo hacerlo, puedo hacerlo... solo tengo que decirle que "Lo siento... por tratarlo como a un psicópata y mirarlo con horror como si quisiera matarme y..."
— ¡No puedo hacerlo Alya! ¡No puedo! —Lloriquee escondiéndome detrás de ella.
—Ashh—apretó su entrecejo—Mírame Marinette—me tomo por los hombros—Anoche fuiste tú quien me llamo llorando pidiendo ideas para disculparte con Adrien, ¿Y qué fue lo que dijiste?
—Que hice algo realmente estúpido y no quería perder su amistad por eso...—mientras decía esto mira hacia otro lado y abrace el obsequio que tenia entre mis manos.
—Bien ¿Y qué más? —Apretó un poco mis hombros.
—Aunque no me perdone quiero disculparme. —Farfulle esas palabras por lo bajo.
—Entonces—me dio la vuelta aun con sus manos en mis hombros— ¡Ve para allá! —Ahora sentí esas manos en mi espalda.
Me empujo mucho más fuerte esta vez, tan fuerte que me tambalee esos pocos pasos hasta Adrien, trate de parar antes de tropezar con él pero me enrede con mis propios pies y caí hacia delante.
— ¿Estás bien? —Su sonrisa me encandila.
Adrien se apresuro a sujetarme antes de caer de cara al suelo, y ahora estoy entre sus brazos, su rostro esta tan cerca, puedo ver ese hermoso verde brillante que no se aprecia en las fotos, seguramente estoy sin habla, pasmada como una idiota pero... no me importa, ¿Cuántas veces tendrá la oportunidad de que me sujete de esta manera? Si solamente soy su amiga... esto pasara muy pocas veces, tal vez no vuelva a suceder.
—A-A-A—no podría logar que mi voz dejara de temblar— ¡Adrien! —Finalmente conseguí hablar.
— ¿Sí?
Volvió a sonreír, pero esta vez de una manera diferente... ¿Enternecedora? ¿Era eso? ¿Le daba ternura? Pude sentir como él calor se me iba a la cara.
—Adrien...—mis ojos muy abiertos miraban con ilusión a aquel chico que tan enamorada me traía, aunque no lo supiera claro... y de preferencia nunca lo sabría.
—Mari, ¿Qué haces? —Esta vez dejo escapar una pequeña risita y acomodo un mechón suelto detrás de mi oreja—Ten más cuidado. —Beso mi frente.
Y puedo decir con seguridad que él mundo se detuvo, no tengo idea de que clase de expresión estaba haciendo pero prefiero no conocerla, de verdad prefiero que no. Adrien por otra parte estaba en shock, como si al igual que yo el día de ayer justo ahora hubiera cometido un grave error.
—Lo siento... costum- ¡Perdón! No sé porque hice eso—me soltó y mientras daba su explicación comenzó a agitar sus manos, entonces se detuvo y suspiro— ¿Estás bien?
—S-Sí, muy bien...
Beso mi frente, Adrien acaba de besar mi frente... mi corazón, ese musculo traidor se acelero, y a cada momento lo hacía con mayor intensidad. Adrien Agreste, el chico que me gusta, me gusta mucho, al punto en el que puedo asegurar que es amor...