Lunes por la mañana, todo comenzó de la peor manera posible, me desperté una vez más en el suelo como se me estaba haciendo costumbre después de haber tenido ese mismo sueño con Chat Noir tendiéndome su mano, pero al final se quedaba paralizado del terror y yo caía sin poder hacer nada al respecto, la noche anterior tuve el mismo sueño, ya van tres veces, comienza a preocuparme pero esta vez sobre todo lo anterior lo que me preocupa es que esta vez no fue Chat Noir quien me tendía su mano... sino Adrien.
Al principio todo fue como las veces pasadas, andando por aquí y por allá sobre los techos de Paris hasta encontrarme a ese gato tonto, él me sonreía y luego en mi intento de huir caía, pero... cuando esto sucedía y mire hacia arriba... era Adrien, no Chat Noir, sino Adrien... comienzo a pensar que estos sueños si significan algo.
Pero ahora mismo, no sabía si sentirme nerviosa, estar tranquila o entrar en pánico mientras mis padres me llevaban al hospital. Al parecer la escuela está enterada por lo que me dieron permiso de faltar a las primeras clases, lo que es bueno, muy bueno para ser sincera, no quería enfrentarme a Adrien todavía, ese sueño... hace que tenga miedo de él en algún sentido, y así como no quiero enfrentarme a Adrien tampoco puedo ver a la cara a Chat Noir.
Y pensar que eso salió de mi boca.
—Dime gatito, ¿Quieres tener una cita conmigo?
Lo dije porque simplemente cruzo esa ridícula idea por mi cabeza al verlo y salió de mi boca sin permiso.
— ¿Eh? —Su cara de estupefacción valía millones.
— ¡No! No era cierto, es una broma ¡Una broma! —Golpee su hombro con más fuerza de la necesaria, pero se tambaleo y dio un paso hacia atrás al no salir aun de su shock.
¡¿Por qué?! ¡¿Por qué cerebro?! ¡¿Por qué?! Sujete mi cabeza.
Todos los demás cerebros tienen un filtro que impide decir lo que pensamos directamente entonces ¡¿Por qué yo no tengo uno?!
— ¿Marinette? —La voz de mi madre hizo que recobrara la compostura.
— ¿Sí? —Esa sonrisa tensa apareció en mi rostro.
Tengo que dejar de actuar raro, ayer Chat Noir, no se presento lo que agradecí desde el fondo de mi corazón, tal vez hoy pase lo mismo...
Pero, ahora que lo pienso... ¿Por qué no se presento? Si molesto tanto para que le permitiera venir y de la nada deja de hacerlo... ¿Sera por qué pensó que era seria?
— ¡Solo en tus sueños gato idiota! —Cuando grite papá y mamá cruzaron miradas de preocupación. Comenzó a reír de forma nerviosa. —No es nada, ignores eso.
Los dos volvieron su vista al frente.
Deja de pensar en Chat Noir, deja de hacerlo. Solo parecerás una loca si continúas haciéndolo.
Y aunque prácticamente me obligue a hacer eso último, entre más me lo proponía peor era la situación y mi cabeza se llenaba solo con pasamientos sobre ese gato tonto.
—Gracias por venir hoy Marinette, espero verte dentro de tres meses. —El doctor me abrió la puerta de su consultorio y a continuación mis padres pasaron.
¿Por qué estoy aquí hoy? Creí que después del alta debía venir dentro de un mes y aun no se cumple esa fecha... faltan solo unos días pero aun no se cumple, aunque si lo pienso bien probablemente Alya les estuvo haciendo de espía y al saber que mi progreso es mejor de lo esperado adelantaron la consulta, espero que sea eso.