"Oscuridad"
Ese tenebroso lugar al que todos tememos desde que somos niños.
Pensar cosas como "Un monstruo esta en mi cuarto" son muy normales de niños, basta con prender una luz.
Pero no somos consientes de que cuando crezcamos le temeremos a nuestra oscuridad interior y el monstruo que ella alberga... para ahuyentarlo no bastara con una simple luz.
Esta oscuro, muy oscuro... no puedo ver nada...
Alguien, quien esa... por favor sáqueme...
Adrien, Adrien ¿Dónde estás? Por favor ayúdame, tengo mucho miedo.
— ¿Todavía crees que él vendrá? ¿Después de todo lo que te hizo aun confías en él? —Esa voz...
— ¡Por supuesto que sí! Adrien me ama, se rebeló contra su padre delante de toda Francia para que pudiéramos estar juntos ¡¿Te parece poco?! —Grite.
Es extraño tratar de pelear verbalmente con alguien a quien no veo.
—Sí, ¿Luego de cuánto tiempo? —Pregunto con ironía.
—Él... seguramente tenía sus razones...—hable no muy convencida.
—No te parece ¿Qué él olvida con demasiada facilidad todo lo que te ha hecho sufrir? —Razono—Incluso si tú lo perdonas y dices que está bien esa no es la autentica verdad. La verdad es que tu, odias con todo tu corazón todos esos momentos de angustia y soledad, momento que él toma muy a la ligera y de los cuales se olvida con facilidad. —Ahora se estaba burlando.
— ¡Eso no es así!
— ¿Entonces como es? Te mintió, todo el tiempo, y cuando no te mentía ocultaba cosas, como las razones por las que dejo de ir a la escuela, el por qué de su relación la cual nunca disolvió con la señorita Lila, dime algo LadyBug... no, mejor dicho Marinette, la simple chica Marinette, esa que amo a Adrien Agreste con todo su corazón entregándoselo para que él lo pateara como si de una pelota se tratase, ¿Tu realmente quieres pelear con un chico como ese? ¿De verdad deseas estar a su lado?
¿Qué es esto? ¿Por qué mi pecho duele tanto?
—Eso es porque tu dolor emocional se materializa como físico. —Respondió la pregunta que no había dicho en voz alta.
El dolor comenzó en aumento hasta formar una fuerte punzada, una que me exprimía el corazón con toda su fuerza y causando que me costara respirar.
—Due-le...
—Tú podrías hacer que se detenga, solo tienes que desacerté del causante, yo te daré los poderes para eso. —Ofreció.
—No lastimare a Adrien. —Respondí con voz sofocada.
— ¿Por qué no? Después de todas las veces que te ha herido, tú mereces tu revancha. —Persistió.
—E-Eso no es verdad... yo... no importa...—comenzó a dificultarse algo tan simple como hablar, me falta aire.
—Claro que te importa, lo niegues o no sigues pensando en ello, porque la dichosa charla para decirse todo lo que debían nunca llego, y los días pasaron mientras él seguía lastimándote una vez tras otra.
Esto que siento en mis mejillas ¿Son lagrimas?
—Me duele, duele mucho ¡Me duele! —Comencé a gritar por la desesperación.
—Vamos Marinette, te entiendo, se que debes estar sufriendo demasiado... y una vez más por su causa mientras que él te abandono y se convirtió en Chat Blanc, ahora te toca a ti, abandónalo tu. —Me alentó.