Capitulo: 28.-La odio-

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Iba contigo en la ambulancia y estuve a tu lado todo el tiempo, pero cuando tus padres llegaron entendí que debía tomar mi lugar en la sala de espera y dejarlos solos... no paso mucho hasta que Alya apareció.

— ¡Adrien!

Yo miraba a la suelo y posteriormente mis manos entrelazadas mientras estaba algo agachado, ¿Marinette estará bien?

—Adrien. —Ella toco mi hombro.

—Lo siento Alya, por mi culpa Marinette esta...—no pude terminar la frase, mi garganta se cerró a medio camino, la presión en mi pecho aumento. —Por favor que este bien.

Continúe mirando al suelo y mis manos paulatinamente.

—No fue tu culpa Adrien. —Apretó su agarre.

— ¿Cómo lo sabes? —Pregunte en un susurro—No estabas allí. —Mi voz se escucho lejana, de hecho ni si quiera pareció mi propia voz.

—Todo estará bien. —Afirmo con firmeza, pero en realidad solo tratabas de hacerte la fuerte ¿Verdad Alya?

Los días pasaron, sin falta fui cada uno de ellos, en ocasiones me quedaba durante la mañana y la tarde, tuve muchos problemas con mi padre debido a eso, pero al final si era obligado a ir a una sesión de fotos y no podía visitar a Marinette acababa escapándome, sin más remedio administramos mi horario, seria paciente solo hasta que ella saliera del hospital.

En las ocasiones que fui nunca dije mucho, solo te saludaba y me despedía, en esa cama de hospital dormida parecías una muñeca de porcelana, tan frágil y débil, con el menor golpe pudiste haberte roto... y lo estabas, yo te rompí.

El día en que despertaste también estaba allí, esperando por mi turno a tu lado, Alya esa mañana corrió radiante de alegría como hace mucho tiempo no mostraba para darme la noticia, detrás de Alya salió la madre de Marinette que aunque un tanto cabizbaja se veía muy aliviada.

—Adrien, despertó, Marinette despertó. —Alya me abrazo sin poder contener su emoción.

No la correspondí, porque estaba demasiado aturdido como para hacerlo, demasiado aturdido para pensar mi siguiente paso, demasiado aturdido para razonar.

—Pero tienes que saber que no recuerda nada del último año. —Se aparto dándome la cara— ¡Claro que eso no importa! ¡Despertó Adrien, ella despertó! Estoy segura de que en cuanto te vea recordara al menos lo que sienten el uno por el otro y...

Deje de escucharla, ¿Ella no recuerda? ¿No me recuerda? Marinette, ¿Olvido todo?

—Alya, Marinette y yo rompimos. —Dije.

Alya se quedo en silencio, tardo unos dos segundos en procesar la información que le di, unos largos dos segundos en los que su seño se frunció en cámara lenta.

—Él día del accidente tuvimos una pelea y terminamos. —Especifique.

Marinette lo había olvidado todo, eso me parecio algo bueno, porque, de esa manera no sufriría, fue como si me dieran una oportunidad para remediar su dolor, si ella no recordaba significa que olvido su amor por mí, sino está enamorada no sufrirá entonces ella... no volverá a romperse.

—No le digas nada de nuestra relación, creo que será mejor de esa manera. —Hable calmadamente, esperando que ella no se enfadara. — ¿No lo crees? —Alya tenía escrito en su cara "¿Qué diablos estás diciendo?" No me importo en lo absoluto. —Seria un shock demasiado fuerte decirle que salía conmigo y en ese preciso instante agregar que terminamos.

¿Lo hacía por ti? O ¿Por mi?

No estoy seguro de como, pero las cosas se dieron de esa manera, Alya y yo le pedimos a toda la clase que guardara el secreto, todos accedieron sin problemas, porque todos estaban preocupados por Marinette y si de esa manera podían ayudarla lo harían.

La misma noche. #PBMinds2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora