Capitulo 38

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Ya pasaron dos clases y no e visto a Alec. Si puedo decirlo me siento completamente tranquila, no espero a que el venga a hablarme ni nada por el estilo. La única cosa que quiero es que cumpla con su promesa, como yo lo estoy haciendo en este instante, despreocupandome de cualquier circunstancia que nos implique a los dos o a terceras. Como sabrán de quien hablo no es necesario nombrar a esa persona, que mi sentimiento de odio hacia ella es mutuo entre ambas.

Ahora, en este momento, camino despreocupadamente junto a la distraída chica llamada Hannah que solo esta absorta en sus pensamientos haciendo que con el brazo la arrastre hacia la cafetería (Porque si no fuera que la llevo yo chocaría con cualquier cosa que este interpuesta en su camino), en cambio, yo camino libre dándole gracias a Jebus por darnos ya un nuevo descanso.

Ya en el marco de las puertas de entraba para la cafetería mi vista se dirige instintivamente a la poca fila que hay para pedir algo de comer y llenar el estomago con algo tan delicioso como lo es la comida. Suelto a Hannah bruscamente haciendo que con ese acto brusco despierte de su ensoñación y dirija su atención hacia mi. Me encojo de hombros y voy a la fila. De reojo veo como ella camina a paso lento a una mesa, pensando que estaba sin habitantes que perjudiquen cuando yo este comiendo me sorprendo al ver un cuerpo de espaldas con su cabello castaño me doy cuenta que no es cualquier persona. Mitchell. Ay no, esto no es bueno. 

Ella se acerca lo suficiente para darle a saber su presencia. El no le hace caso pero se que se percato de su presencia hace mas de dos metros que ella estaba lejos de el.

Dejo de prestarle atención por las quejas que se hayan hacia mi persona por no moverme al estar tan pendiente de lo que pasaba. Miro atrás de mi a todos los adolescentes mientras saco mi dedo medio y camino unos pasos para estar mas cerca de pedir lo que quiero. Lo que recibo son gruñidos de algunas personas y otros ruedan los ojos. Río disimuladamente. 

Comienzo mi caminata hacia la mesa donde ahora se encuentra una chica con ojos cristalizados y triste y en el chico solo veo decepción y a la vez tristeza. Claro que antes de dirigirme a allá pedí mi comida. No fue el momento indicado en haber venido. Algo hubo en la conversación que no escuche (Ya que estaba a metros de ellos) que hizo que ellos estén así. Sera mejor irme lentamente como si no hubiera aparecido y que sigan con lo suyo. Unos pasos, unos cuantos diría yo, mi espalda choca con un torso que me eriza la piel. Pero en el sentido de temor, como si mi cuerpo reaccionara ante la persona que se encuentra a escasos centímetros de mi oreja y su respiración hiela mi sangre. 

Mi cuerpo por algo reacciona así ante él, algo en él hace que yo reaccione de esa manera. Se que de algo lo conozco pero mi mente esta tan cerrada en si que no deja que ningún recuerdo que no sea de pocas semanas puedan ser abiertos para salir a la luz. Eso me enoja en cierta parte porque tal vez es algo que con el tiempo o en pocos días se solucionara. 

Lentamente me doy vuelta como si temiera encontrarme a un monstruo o alguna especie que desconozco, pero lo único que mis ojos pueden visualizar es el cuerpo corpulento de el chico que en cierta forma me salvo aquella vez que me desmaye. Su mirada me transmite desagrado hacia mi persona. Creí que al verme algo iba a cambiar, pero no, sigue igual que al principio.

Mis suposiciones sobre que era alguien que conocía ya desde tiempo se desvanecen en un abrir y cerrar de ojos. Mi postura se pone firma en un instante y lo miro con despreocupación. Como con todos.

-Apártate de mi camino-habla firme y me fulmina con la mirada

¡¿Como diablos puede que su voz grave sea tan jodidamente perturbadora?!

Pensaron que iba a decir que era odiosamente sexy...pensaron mal, porque todo menos sexy es su voz. Claro que tampoco es que un chico tenga que tener justo una voz de niñata. Eso seria de marica. Me disculpo a las personas que la tengan ,solo es mi opinión, lo siento.

-Justo tu tenias que posarte en mi camino-ruedo los ojos fastidiada 

-No es mi culpa que tu justo se te de por caminar retrocediendo, ¡¿A quien se le ocurre semejante estupidez?!-niega alejándose pasos de mi

-Lo siento, "Señor-que-nadie-puede-pasar-por-donde-usted-camina-porque-sino-hay-problemas"-gruño furiosa

No me responde y da media vuelta caminando a zancadas hacia la salida de la cafetería y en un acto reflejo mi ceño se frunce. Pero que cara...

¡Estúpido!

No me di cuenta que todos estaban en un silencio sepulcral. De improviso mi mirada se dirige hacia la mesa donde habitualmente se sienta el "Idiota". Mi ceño se intensifica aun mas al no verlo y tampoco a la plástica numero uno. Raro es poco comparado a ahora. 

De detrás mio se escuchar un sollozo lo suficiente sonoro como para alcanzar a escucharlo y que todos dejen de mirarme y la dirijan a la persona que anteriormente vi con los ojos cristalizados. Me giro rápidamente y cierro los ojos por un segundo al ver que el perfume tan peculiar de Hannah inunda mis fosas nasales por el repentino acercamiento cuando pasa corriendo cerca mio, por eso mismo su perfume me inundo. Abro los ojos como platos al darme cuenta que ella es la que soltó el sollozo. Miro a la mesa de donde antes estaba ella y el chico castaño y la encuentro vacía. 

Se fueron los dos.

Por distintos caminos.

Esto solo significa una cosa...

Mierda.

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Espero que les guste :)

¡Gracias por leer!

Besos de todo corazón :*

Mecatmehome-


No creo en el ¡AMOR!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora