Capitulo 53

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Pov Alec:

Llamada entrante: Emma.

*Hola, amorcito*

*Hola* 

*Quería pedirte un favor*

*Yo, necesito que hablemos*

*¡Excelente! Ven a mi casa, bebe*

*Estoy en quince minutos*

Finalizo la llamada sin recibir una respuesta.

Mi inicio de liberarme de todo está dando su paso. Y yo soy el que liberara el último golpe, aunque no se que sucederá en un futuro.

Tengo que ser fuerte y seguir con mi plan.

Pov Aline:

El timbre suena con insistencia. Maldigo en voz baja ya que mi madre a decidido irse a comprar que se yo al mercado, dejándome sola dentro de mi habitación, sólo escuchando el sonido del viento golpear los árbol, mi respiración entrecortada, por el frío que siento al no recibir el calor suficiente de mi edredón. Me coloco mis pantuflas y bajo las escaleras todavía oyendo el incesante ruido del timbre.

Me entra la duda de abrir o no. Podría ser un asesino, aunque lo veo poco probable ya que si fuese así no estaría tocando el timbre, sino encontrando ese lugar estratégico para entrar.

El miedo se instala dentro de mi al ver por la mirilla de la puerta el cuerpo cubierto de prenda oscuras de Nicolás que mueve las piernas con insistencia.

Traquilizate Aline...no te hará nada, todavía.

Ábrele, muéstrate a ti misma que eres fuerte y no te dejaras llevar por algo que no hará.

Me encojo de hombros despreocupada (o un intento de ello) y finalmente abro.

-Hola-saluda con una sonrisa de medio lado

Frunzo el ceño ante tal cambio de humor. Tan solo hace unas horas tenía aquella sonrisa perturbadora y que daba miedo.

-Hola-contesto confundida y doy inició a que entre apartándome de a poco y este entra gustoso

Se va hacia la sala de estar como si conociera el lugar y tuviera suficiente confianza para ir solo. En paso lento voy detrás suyo observando con atención sus movimientos.

-Necesito hablar contigo-habla mientras se acomoda en el sillón individual que se encuentra en el lado derecho del sofá. Yo, en cambio, me siento en el sofá, incomoda, al darme cuenta que su mirada intensa sigue cada movimiento que doy. Su sonrisa de medio lado no se va sino que se intensifica.

¡Mamá, apúrate!

No porque lo digas en tu mente, ella aparecerá mágicamente-

No, ¿En serio? Solo era una forma de decir.

Ya-

-¿Tienes frió?-vuelvo mi mirada a el y asiento frotando con suavidad ambos brazos dándome calor

-¿Quieres tomar algo? ¿Te? ¿Café?-pregunto amable y educada, ya que esos principios me han inculcado aunque mayormente las personas no lo merezcan

-Si, café-me dispongo a levantarme pero me lo impide yéndose él a la cocina, con movimientos veloces, desde ahí, pregunta:

-¿No quieres uno?-pregunta y se escuchan el movimiento constante de utensilios sonar

-Si, por favor-pido y me mantengo sentada mirando a la nada, sumergida en mis pensamientos

Eso e hecho anteriormente, antes de que este chico apareciera frente a mi puerta. Pensar era lo único que podía hacer en un momento así. Sin nadie a quien poder tener para que me haga olvidar, e aquí a la chica problemática.

Minutos luego, vuelve con dos humeantes tazas de café. Sonrió levemente, pero sin que me vea, porque se que luego, me lo remarcara y no es lindo eso.

-Gracias-le agradezco al entregarme la taza, me deleito con el aroma que desprende aquel delicioso café

Vuelve a su asiento y me acomodo esperando que empiece a hablar. Le da un sorbo a su taza y empieza a hablar.

-¿Podríamos ser amigos?-pregunta con duda

Doy un sorbo y lo miro sin saber qué decir. Sigue hablando sin esperar mi respuesta.

-Quisiera arreglar las cosas-doy otro sorbo y miro a la nada sintiendo dentro mio un malestar

Empiezo a de a poco, retorcerme de dolor. Doy otro sorbo. Nuevamente miro hacia el y empiezo a ver borroso y que en lo poco que veo su sonrisa perturbadora y tétrica está ahí. Mi respiración se corta.

-¿Que me hiciste?-pregunto apenas, ya que siento que la voz, empieza a fallarme

-Eres mía-prosigue-Y te lo voy a demostrar-todo pasa en cámara lenta

Niego con la cabeza y siento mi cuerpo fallar. El suelta una risa un tanto extraña y yo siento mi corazón latir a una pulsación rápida.

Finalmente cedo ante la oscuridad, la tasa cae en un rebote que finaliza en un sin movimiento en la alfombra, me desplomo en el sofá.

Caí.

No logre prevenir a esto.

El demonio dio su tercer etapa.

La flor cayó nuevamente.

El ángel resuelve otros problemas, dejando por un momento a la flor, haciendo así, que ella caiga.

El demonio ríe malévolo, feliz de haber conseguido la primera parte de su plan.

E aquí, la tercera a etapa: la falta de raíces.

El demonio la alejara del exterior...de las personas que la rodean, para tenerla para el solo.

Sin eso, la flor estará a punto de morir y necesita la ayuda de el...

El ángel.

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Esperó que les haya gustado =)

¡Gracias por leer!

Besos de todo mi kora :*

Mecatmehome-

No creo en el ¡AMOR!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora