Collinwood era un pueblo fundado por algunos magos que fueron salvados de la Suma Inquisición gracias al mago Merlín, lo cual lo hacía un lugar completamente mágico al igual que Hogsmeade; con la diferencia de que era un lugar más hogareño y solamente accesible por trasladores permitidos (para el caso de las personas que no fueran de la región). Su estado de reservación fue lo que conllevó a que la guerra no afectase directamente a ese lugar.
-Ahora entiendo porque la atención de Voldemort no llegó a este lugar- comentó el pelinegro después de escuchar el relato de la heredera, aún asombrado de que un pueblo con aquellas características tan llamativas estuviese oculto por tantos siglos.
-Y esperemos que siga siendo así. Sería un desastre si Collinwood pierde su paz- comentó la castaña mientras soltaba el brazo del mago y lo tomaba de la mano.
Habían pasado toda la tarde paseando, conociendo al pueblo y conversando sobre ellos. Severus le había contado sobre su semestre de entrenamiento y algunas anécdotas que ocurriendo en su búsqueda de nuevos conocimientos; ella también le relató lo que hizo durante ese tiempo, de los días que pasó con su familia, el nacimiento de su sobrina, entre otras cosas. Y así transcurrió el pasar de las horas hasta que las lámparas del pueblo comenzaron a encenderse, iluminando majestuosamente el lugar y anunciando la llegada del anochecer.
- ¿Y ahora a dónde vamos? - preguntó el pelinegro al ver que no paraban en ningún establecimiento.
-Por si no te has dado cuenta está oscureciendo- Dijo señalando el cielo. -Y te recuerdo que gracias al susto que me hiciste pasar, solamente tengo en mi estómago el ligero almuerzo que tomamos. Así que como comprenderás tengo hambre- terminó de explicar y continuó con la caminata.
-Pues te recuerdo que perdiste el desayuno por perezosa- dijo Severus con burla.
- ¡Hey! - la morena se detuvo. -Te recuerdo que es fin de semana, son días de descanso- se defendió mientras hacia un puchero.
El pelinegro la acercó hacia él y la abrazó por la cintura.
-Tú lo has dicho descanso, eso no significa dormir hasta tarde. Además- acercó sus labios al oído de la chica y con voz sensual agregó. -Si eso es ahora, no me imagino cuando comiences a hacer cosas más... interesantes en las noches-
Jessica se sintió desfallecer no solo por el significado de aquellas palabras, sino por la deliciosa cercanía de su novio. Su novio, que maravilloso se escuchaba. Por reflejo se mordió el labio inferior; si solo con aquella frase la hizo sentir como gelatina, no se imaginaba lo que podía sentir en una situación más... íntima.
Severus, al verla morderse el labio de forma tan provocativa, no aguantó la tentación. La llevó a un pequeño callejón que estaba a pocos pasos de su ubicación y allí la besó apasionadamente. Caricias iban y venían entre ellos, sintiendo un delicioso calor recorrer sus cuerpos.
Para cuando se separaron, Jessica estaba sonrojada y respiraba entrecortadamente. Severus no podía despegar los ojos de sus labios, rojos e hinchados.
-Será mejor que sigamos- dijo el ex mortífago mientras se aclaraba la garganta, daba gracias a la divinidad que el abrigo fuera lo suficientemente largo para cubrir cierto imprevisto. La joven, al percatarse del "problema" del mago mientras éste se acomodaba su abrigadora prenda, solo pudo asentir con una tímida sonrisa.
Después de arreglarse un poco, salieron del callejón. Siguieron su camino hasta llegar a un establecimiento de dos plantas, con base de piedra y estructura de madera. En la parte superior estaba un letrero que rezaba con un espléndido brillo: "La Estrella del Viajero".
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El comienzo de una nueva vida
FanfictionSeverus Snape recibe una segunda oportunidad para ser feliz. El Ministro de Magia no está dispuesto a dejarlo libre. La aparición de la Heredera de Merlín pone al Mundo Mágico de cabeza. Nuevos personajes, nuevos villanos y un antiguo personaje regr...