-Buenas noches- saludó la mujer al pequeño grupo. -Disculpa la tardanza Lucius pero se me presentaron algunos inconvenientes en el ministerio- decía mientras lo saludaba con dos besos en la mejilla, y le daba uno a Narcissa, uno a Astoria y uno a Draco.
-No hay problema Lyn, llegas a tiempo. De igual forma todavía estamos esperando a Andrómeda-
-Oh que bien- respondió la joven rubia. -Excelencia no sabía que estaba invitada a la cena- dijo sorprendida al ver a la castaña.
-Pues yo tampoco esperaba verla por aquí, Byron, y mucho menos que fuera familiar de los Malfoy- respondió la morena con una sonrisa la cual fue respondida con otra.
-Pero miren a quien tenemos aquí- exclamó la ojigris al ver al pelinegro. Después de mirarlo de abajo hacia arriba, se acercó seductoramente a él. -Nada más y nada menos que a Severus Snape. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos ¿no?-
-Desde la primera caída de Señor Tenebroso- comentó sin prestarle atención a la cercanía de la recién llegada.
-Cierto, me fui de viaje para prepararme como maestra en pociones. Y gracias a eso y a toda mi experiencia en el exterior, ahora soy la encargada del departamento de investigaciones del ministerio. Así que en cierto modo somos colegas, ¿no te parece fantástico?-
-Te felicito entonces, lograste lo que siempre quisiste- dijo el pocionista con total calma, sin inmutarse siquiera por las claras insinuaciones de la mujer.
-Muchas gracias, Severus. Sin embargo, no siempre logré lo que quise- dijo la pocionista mientras acariciaba el pecho del mago con su dedo. El mago enarcó una ceja.
Lynette Byron era prima de Lucius por su familia materna. Era una mujer astuta, decidida, arrogante y elegante, no por nada fue seleccionada para Slytherin en sus años de estudiante.
Su atracción hacia Severus comenzó cuando cursaba su cuarto año en Hogwarts y él su séptimo año, y aumentó aún más al verlo nuevamente el día que fue elegido por Lucius como padrino de Draco. Verlo con aquella aura enigmática y de chico malo le gustaba, tanto que se lo dio a demostrar en varias ocasiones y recibiendo a su vez varios rechazos por parte del pocionista. Ahora que lo volvía a ver, lo encontraba más atractivo y varonil, sin contar que la gran posición que poseía en el mundo mágico lo hacía un hombre codiciado. Su objetivo de conquistarlo y hacerlo suyo había vuelto y con mayor fuerza que las veces anteriores.
- ¿Y... Andrómeda tardará mucho en venir? - preguntó Lynette mientras se sujetaba del brazo del oscuro mago. Severus trató de separarse pero Lynette se aferró con fuerza haciendo que él desistiese y sólo gruñera en señal de fastidio.
Jessica estaba que no sabía a quién le debía la molestia que estaba sintiendo en esos momentos. A Byron por estar coqueteándole descaradamente a Severus o a éste por no hacer nada por quitársela de encima. Sentía unas ganas terribles de decirle a esa... señorita que se alejara de él, pero había aprendido bien de la realeza a guardar la compostura y a no perder la elegancia. Además ¿Bajo qué excusa le reclamaba algo a ella o a él? Ellos al fin y al cabo... no eran pareja; esa era la realidad.
-Ya no debe tardar- respondió Narcissa incómoda con la situación al igual que Draco. Eso no estaba dentro de sus planes para esa noche.
-Bueno, al menos he encontrado una excelente compañía esta noche-
La morena simplemente suspiró, todo indicaba que iba a ser una incómoda noche para ella.
En eso pensaba cuando inesperadamente sintió como unas manos se colocaron en su rostro, impidiéndole ver.
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El comienzo de una nueva vida
FanfictionSeverus Snape recibe una segunda oportunidad para ser feliz. El Ministro de Magia no está dispuesto a dejarlo libre. La aparición de la Heredera de Merlín pone al Mundo Mágico de cabeza. Nuevos personajes, nuevos villanos y un antiguo personaje regr...