Fiebre de Dragón

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-¿Está bien?- preguntó la morena sin poder evitar que su rostro reflejara el dolor que estaba sintiendo mientras se sostenía en brazo lastimado

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-¿Está bien?- preguntó la morena sin poder evitar que su rostro reflejara el dolor que estaba sintiendo mientras se sostenía en brazo lastimado.

-Esa pregunta debería hacerla yo- el pelinegro se levantó rápidamente y se acercó a la morena. -¿Cómo llegó tan rápido?-

-No se crea, tuve suerte de aparecerme a tiempo-

Un fuerte gruñido se escuchó detrás de ellos. Al voltear, el dragón estaba en tierra y se acercaba a ellos con lentitud pero dispuesto a atacar. Severus colocó a la joven detrás de él para protegerla y sacó su varita.

-Déjeme a mi Snape- la morena trataba de ponerse adelante.

-¿Qué demonios cree que puede hacer con un brazo lastimado?- preguntó molesto impidiéndole el paso.

-Más que usted, eso es seguro-

El dragón ya estaba muy cerca de ellos, y Jessica comenzó a hablar en un lenguaje extraño. El dragón se detuvo frente a ellos. Miró fijamente a la joven, hizo una inesperada reverencia y se acostó tranquilamente.

-¿Cómo hizo eso?- siseó impresionado el pelinegro.

-Habilidades de Dama Dragón- el mago la miró incrédulo. -No me mire así, el don es cortesía de Merlín- Severus sólo enarcó una ceja y volteó nuevamente hacia el dragón que yacía tranquilo en el suelo. –Será mejor que continúe, falta poco para que termine la búsqueda-

-Si piensa que la voy a dejar en esta situación, está delirando- el pocionista se acercó a ella y comenzó a valorar la herida. Tenía suerte de que el traje fuera resistente e hizo que la herida no fuese profunda, sino estaría en serios problemas.

-No se preocupe por mí, como vio es una herida leve. Pero usted no tiene tiempo que perder, váyase-

El mago la miraba con duda. ¿Y si le pasaba algo si se iba?

-Si no se va, después no se queje que perdió la primera prueba por mi culpa. Yo voy a estar bien, confíe en mí-

Después de pensarlo, el pelinegro recogió su bolso y se dispuso a marcharse.

-Espero no arrepentirme de esto. Y más le vale estar bien al final del día- le espetó retirándose del lugar.

La joven sonrió al ver como el mago se iba molesto. Sacó un silbato y lo sonó. Al poco tiempo estaban los jóvenes jinetes ayudándola.

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Estaba cerca de la cascada, se podía escuchar el refrescante sonido del agua al caer. Pero su mente seguía pendiente de aquella jovencita. ¿Estaría bien? ¿Habrá recibido ayuda?

"Definitivamente no tenía que haberla dejado, así no estaría martilleándose la cabeza con esos pensamientos" pensó con fastidio.

Al llegar allí se maravilló con el paisaje. La caída de agua era cristalina, tenía a los lados dos figuras altivas de dragones, afirmando que esa era la famosa Cascada Dragón. Al ver al otro lado del lago, se dio cuenta que no había sido el único en llegar al lugar. A lo lejos vio a Parker alejarse con una botellita en la mano.

El comienzo de una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora