Crystal Manor, Collinwood
Severus se encontraba sentado en el fino sillón del escritorio de nogal negro del despacho de la mansión, leyendo con desagrado la noticia que adornaba la página principal de El Profeta. En ella se podía apreciar una foto de Jessica y él saliendo de San Mungo mientras un "Romance entre colegas" en letras grandes rezaba como titular. Sin poder soportar la molestia que le producía cada línea que leía, colocó bruscamente el ejemplar en el escritorio y giró el asiento hasta quedar frente al gran ventanal que le mostraba el invernal paisaje, buscando que aquel gélido panorama enfriara sus pensamientos. Sin embargo, para él era inevitable no imaginarse lanzándole varios crucios a la pajarraca de Skeeter por entrometida, y al maldito de Black por ser el culpable de que su relación con la castaña haya salido a la luz.
No era que le molestara que todos supieran sobre su relación, por supuesto que le encantaba la idea de que todos supieran de la fantástica mujer que estaba a su lado y de que ella era solo suya; el problema era que, al saberse que Jessica significaba algo más en su vida, corría gran peligro. No era ningún secreto de que los mortífagos estaban al acecho de cualquier oportunidad para hacerle pagar su traición y ahora, por culpa del perro sarnoso, ella corría con la misma amenaza.
Con lo sucedido hace dos días sabía que su bruja era perfectamente capaz de defenderse, había demostrado tener un gran poder en sus manos y una gran sabiduría al momento de utilizarlos. No era ignorante de que su pareja era una bruja excepcional pero todavía desconocía hasta qué punto llegaban sus habilidades; pero a pesar de todo esto él no podía dejar de preocuparse, ella era muy importante para él y nunca se perdonaría si algo le pasara, y mucho menos por su culpa.
-Así que ya todos lo saben-
El pelinegro se giró para observar como su castaña estaba sentada frente al escritorio y leía detenidamente la noticia, había estado tan sumergido en sus pensamientos que no se había percatado de la presencia de la chica. Al detallarla se dio cuenta que estaba vestida con un traje de jinete compuesto por una chaqueta azul turquesa y pantalón negro.
Después de unas líneas, a Jessica casi se le salen los ojos de sus cuencas, incrédula de lo publicado en aquel ejemplar. -No puedo creer esto: "No es de extrañarnos queridos lectores que la antigua mano derecha de El Que No Debe Ser Nombrado haya logrado engatusar a su colega, pues es conocido las grandes habilidades del ex profesor en el arte del engaño. Si pudo burlar a un poderoso mago como Quien Usted Sabe, ¿qué podemos esperar de una joven e ingenua como la señorita Rosenbaum?"- leyó sin dejar de lado la sorpresa en su voz. El mago le iba a arrebatar el periódico pero ella lo esquivó a tiempo y negó con el dedo índice. -Y para rematar... después no soy ingenua, soy la malvada que engatusó a Sirius Black para luego hacerlo sufrir con mi desprecio...-
-¡Ya deja de leer esa estupidez!- espetó molesto.
La morena quedó pasmada con la reacción del pelinegro, desde que estaban juntos no le había hablado con desdén. Inhaló y exhaló profundamente para calmarse, pasó la página y comenzó a leer otras noticias.
Severus respiró hondo y se acarició el puente de la nariz. -Lo lamento, Mina, no fue mi intención...-
-Solo... Solo no lo vuelvas a hacer ¿sí?- cortó secamente la joven heredera, a lo que el pocionista asintió incómodo. Al ver que había entendido, ella regresó su atención a la lectura.
-¿Vas a Arthemius?- preguntó el mago con suavidad, tratando de apaciguar la tensión que se había instaurado entre ellos.
-Así es, Dimitri quiere ver como se encuentra Kyana y ponerla a prueba para evaluar sus capacidades- respondió sin despegar la vista de la prensa.
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El comienzo de una nueva vida
FanfictionSeverus Snape recibe una segunda oportunidad para ser feliz. El Ministro de Magia no está dispuesto a dejarlo libre. La aparición de la Heredera de Merlín pone al Mundo Mágico de cabeza. Nuevos personajes, nuevos villanos y un antiguo personaje regr...