Eres mía

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El reino de Asarath se engalanaba nuevamente para recibir a los líderes de los reinos guardianes de Acquarius y Arthemius, pero en esta ocasión para celebrar el gran aniversario de la fundación del Tridium con una gran mascarada.

Representantes y miembros de la corte de cada reino se encontraban reunidos en el salón principal con sus respectivos trajes y máscaras, disfrutando de la fastuosa, colorida y espléndida recepción, además de rendirles sus respetos a sus soberanos quienes estaban acomodados en los tronos que se dispusieron al final del salón, colocados en un gran relieve para resaltarlos ante los demás.

-Majestades- con una reverencia se presentaron ante ellos una sonriente castaña y un enigmático pelinegro, ambos ocultos tras unos metalizados antifaces.

-Bienvenidos a la gala- saludó Marian con una gran sonrisa quien se encontraba en el centro del lugar enfundada en un bello vestido y antifaz blanco con detalles azul intenso e incrustaciones de zafiro. -Veo que mi buen gusto no ha cambiado en nada- comentó mientras los detallaba de pies a cabeza. -Señor Snape se ve espléndido-

-Gracias, Majestad- el mago hizo una breve inclinación de cabeza.

-Y tú querida, estás radiante como siempre-

-Gracias a usted, Majestad- la intercesora siguió el ejemplo del mago.

-¿Ya terminaste con tu papel de anfitriona Marian?- preguntó Raynor con un gesto de fastidio.

La ojiverde lo fulminó con la mirada mientras que el arthemiano trataba de no reírse y negaba con la cabeza.

-Te recuerdo que el año pasado la celebración te correspondió a ti Raynor, y en ningún momento intervine en tu recepción- reprochó en voz baja la asariana.

-Eso fue porque mi recepción no tuvo protocolos innecesarios- replicó el acquariano con una sonrisa de satisfacción.

La reina estaba por responderle cuando el rey de Arthemius decidió intervenir.

-¿Piensan dejar a nuestros invitados esperando toda la noche?- preguntó mientras señalaba a la pareja.

-Oh...- Marian dirigió nuevamente la mirada a sus colaboradores. -Disculpen pero, como es de esperar con Raynor, nada sale de acuerdo a lo planeado- se excusó mirando brevemente al acquariano. -Por favor disfruten de la velada-

Tras una reverencia, la pareja se alejó del lugar.

-¿Nunca dejarán de discutir?- le preguntó Severus al estar alejados de los reyes mientras le tendía una copa de vino blanco.

-Mientras sigan con su rivalidad, lo dudo- respondió divertida tomando un sorbo del claro vino.

-¡Jessica, que alegría verte!- saludó con un gran abrazo un joven moreno, ojos verdes y un poco fornido. Severus rodó los ojos.

-¡Dimitri!- la morena correspondió el abrazo. -¿Cómo me reconociste?-

-En realidad reconocí a Snape, así que asumí que la chica que estaba a su lado eras tú- respondió con una gran sonrisa. -Un gusto verlo nuevamente, Snape-

-Igualmente, alteza- ambos magos se dieron la mano.

-Mi padre me ha dicho que está desarrollando una nueva versión de la poción matalobos- comentó el príncipe con interés. Siempre le había llamado la atención las innovaciones.

-Así es, digamos que existen interesantes conocimientos en los reinos que deben ser aprovechados al máximo para la mejora de otros descubrimientos- respondió con impasibilidad.

El comienzo de una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora