Planes, planes y más planes

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Severus se había despertado a tempranas horas. Después de un buen baño, vestirse y terminar de acomodar sus cosas, desayunó y cogió un abrigo. A pesar de que quería esperar a ver a cierta castaña, tenía a quienes visitar.

Se apareció frente a un par de impresionantes verjas de hierro forjado que marcaban los límites de los terrenos de la mansión. Dentro de los terrenos se podían apreciar arbustos y pavos reales que rondaban por ellos y detrás de unos setos había una fuente. Un camino recto de grava llevaba desde la verja hasta la puerta de la mansión, elevada desde suelo por unas amplias escaleras de piedra.

Con paso ligero llegó hasta la enorme puerta de madera oscura de la entrada y alzó la mano para tocar con la aldaba, al poco tiempo la puerta se abrió lentamente revelando a un elfo doméstico.

-¿A quién anuncio?- preguntó el elfo con solemnidad.

-A Severus Snape-

El elfo desapareció y casi al momento volvió a aparecer.

-Los señores Malfoy lo esperan en el salón-

Al pasar brevemente por los pasillos de la mansión, se percató de que habían hecho algunos cambios a la mansión, dándole así un toque más hogareño al lugar sin perder su elegancia.

-Hasta que al fin te vemos nuevamente, Severus- saludó el patriarca de los Malfoy al verlo llegar al salón.

-Igualmente, Lucius- ambos magos se dieron la mano.

-Bienvenido Severus- saludó Narcissa con un gran abrazo.

-Muchas gracias Cissy-

-No te esperábamos y mucho menos a estas horas- comentó la rubia mientras invitaba a todos con un gesto a sentarse, mientras un elfo apareció con té y galletas. -¿Cuándo regresaste?-

-Ayer, pero no pude avisarles. Tenía que instalarme en mi... nueva casa- dijo esto último con renuencia mientras tomaba una taza.

-¿Nueva casa?- preguntó el rubio con interés. -No me digas que al fin te deshiciste de tu ratonera-

-No- espetó. -Fui obligado a permanecer en la casa de resguardo del Tridium, según ellos para mi protección- respondió con fastidio.

La puerta del salón se abrió, dándole paso a un joven rubio. Éste, al ver al pelinegro, esbozó una sonrisa.

-Así que al fin está de regreso- saludó el rubio extendiéndole la mano.

-Draco- ambos magos se dieron la mano.

-Llegas justo a tiempo, Draco, estaba por preguntarle a Severus como es su "nueva casa"- comentó Lucius con burla.

-¿Nueva casa?- preguntó el joven sorprendido. -¿Al fin se deshizo de aquella porquería que le llamaba casa?-

El pelinegro bufó. ¿Hasta cuándo seguirían metiéndose con SU CASA? Lo admitía, era un lugar lúgubre y muy descuidado, pero era su casa a fin de cuentas, un lugar para emborracharse al menos.

-No te molestes, Severus, sabes que tenemos razón al decir que aquella casa es un desastre- le dijo Narcissa dando a entender que no tenía derecho a réplica.

-Volviendo al tema- Todos dirigieron su atención a Draco. -¿En qué lugar queda su "nueva casa"?- preguntó el joven rubio recalcando las comillas con sus aristocráticos dedos.

-Cerca del pueblo de Collinwood- respondió con indiferencia.

-Entonces está viviendo cerca de la casa de resguardo del Tridium- dijo Draco en tono pensativo.

El comienzo de una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora