Tamy

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Leo guardó la ropa que había sacado para la fiesta; dobló y acomodó la ropa de Álvaro, oliendo su fuerte esencia, esa que había llenado de seguridad el cuerpo del castaño para tomarle la mano a Álvaro y no volverla a soltar nunca más.

Miró a su alrededor, pronto todo esto iba a cambiar. Tomó su libro y se sentó en la cama a esperar a Álvaro pero esa perfecta calma se rompió cuando recibió una llamada: "Leo, ayuda. Por favor. Me tiene atrapada..."

- ¡Tamy! - poniéndose de pie al oír a su amiga gritar -, ¿dónde estás? - escuchó cómo le cortaban el habla.

"Va a estar bien siempre y cuando vengas sin nadie, sin llamar a nadie...conmigo, donde perteneces"

Era Blas. El simple sonido de su voz le erizaba la piel y lo dejaba mudo. Ya no conciba la idea de volver con él.

"Leo. Basta. Esto es un juego bastante infantil... Además...Tamy te necesita..."

Apretó sus puños y escuchó la dirección a la que debía ir sí quería que su amiga estuviera a salvo. Quiso esperar a que llegase Álvaro, pero no pasaba. No llegaba y tenía miedo de que le haya pasado algo, así que eran dos motivos para ir a donde Blas.

Caminó por las calles iluminadas de amarillo y llenas de personas, caminando rumbo a los barrios alejados del centro, hasta llegar q una calle casi sin luces, con algunas naves industriales, buscó la 8 y abrió despacio la puerta.

- ¿Tamy? - entrando a la bodega fría, húmeda y vacía que el eco rebotaba más de tres veces. Su móvil le proporcionaba poca luz, pero eso dejó de ser un problema, porque las luces se encendieron mostrando su mayor miedo: Blas.

- Sabes. Fue más fácil de lo que creí... - su voz era atemorizante para Leo y tenía un tono perverso en ella.

- ¿Dónde está Tamy? - tratando de no temblar, de ser valiente, todos lo habían sido por él. Quería estar a la altura.

- Seguro que en casa de su amiga - dijo otra voz que salía de las sombras, Dani.

- Pero...

Y entonces lo mostró, un aparato que alteraba la voz, y la voz que salía era parecida a la de Tamy pero quién realmente hablaba era el rubio. Lo habían engañado, había caído en una trampa. Trató de volver por donde había llegado pero...

- Yo no haría eso - lo detuvo Dani -, porque sí bien no tenemos a Tamy... - Leo escuchó un quejido y un golpe en el piso, quiso no voltear, pero fue inevitable.

- ¡David! - el moreno estaba golpeado y maniatado, con la poca fuerza le dijo a su amigo "vete", pero estaba tan asustado que no le hizo caso porque Dani estaba sacando otro cuerpo, Jake, quién estaba inconsciente. Ahí estaba su amigo.

- Tus amigos han metido sus narices donde no debían y aquí las consecuencias - señaló Dani al despertar con agua fría a Jake, quién miró que se habían salido con la suya.

- Exacto - admitió Blas -, así que, si quieres que no les pase nada...sube al auto.

- Pero tienes que dejarlos ir... - mirando a Jake, que era el más lastimado y con más sangre. David había ido a buscarle tras no verlo en la fiesta.

- Primero sube - indicó Blas -, no estás en condiciones de negociar...

Al ver la nula respuesta de Leo, Dani sacó una pistola y la encañonó a la cabeza de David.

- ¡Vale! - reaccionó -, pero no le hagáis nada... Por favor... - Blas le indicó a Dani que la guardara.

- Leo... - inició David pero lo cayó Dani con un golpe y su amigo siguió caminando.

De nuevo el miedo le recorría que no dejaba de temblar. Miró de nuevo a David y pensó en Álvaro, jamás los volvería a ver sí subía a ese coche. Quería hacer algo pero no sabía qué, estaba seguro que un sólo golpe no bastaría para salir de ahí. Su amigo estaba ahí, no quería dejarlo solo.

- ¿Leo? - se oyó de afuera, era Álvaro agitado, David le había llamado antes de ser capturado, sabía que harían algo así y le había prevenido. Leo entró en pánico, sí él entraba...

- ¡Álvaro, dentro! - gritó David tirando a Dani y con un ágil movimiento distrajo a Blas para que Leo se encontrara con Álvaro y ambos salieran huyendo sin siquiera pensarlo demasiado. Pero Blas se aferraba a Leo, pero este le dio con el codo y lo dejó sangrando no lo iba a volver a dejar que él decidiera su futuro, el rubio ya estaba sometido por David, pero esa ventaja duraría poco así que había que aprovecharla y lo hizo, corriendo hacia Álvaro.

- Tenemos que irnos - dijo Álvaro, tomando la mano de Leo, algo que no dudó hacer al ver a David salir detrás de ellos y luego de un rato detrás a Blas y a Dani. Este último detuvo a David haciéndolo caer y regresarlo a la bodega. Ninguno de los dos lo había notado hasta que se oyó un disparo que detuvo por completo a Leo, asustado de lo que pudo haber pasado.

- David - dijo desesperado -, tenemos que volver a por él - Álvaro le vio asustado, pero...lo había prometido.

Leo estuvo a punto de volver pero Álvaro no lo dejó -. No. Tú eres su prioridad - jalándolo para que siguiera corriendo.

- No sé que dices... - siguiéndolo, volteando hacia atrás, pero ya no había rastro de David. Miró preocupado a Álvaro.

- Me pidió cuidarte. Y eso haré.

Leo miró una vez más hacia atrás sin dejar de correr. Esto no iba a acabar bien.

Chance My MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora