Nadie había llorado más que yo. Ni siquiera sus padres, tal vez Jake estuvo a la par conmigo, hasta ahora no le he preguntado por qué. No me vieron hacerlo, quise reservar eso sólo para mi, por él supe lo que era la tristeza, quedar tirado por días sin querer hacer nada.
Todos estuvieron ahí, como debió ser siempre, para él; para mi. No supe qué iba a hacer con todo esto que planeamos, que prometimos ser y hacer. Curiosamente cada que vez que quedaba dormido, soñaba va con él, su sonrisa, esos días en los que el mundo se detenía, cuando a pesar de su miedo disfrutaba nos la vida. Día tras día y el amor no se me pasaba, siempre despertaba con...
- Perdona, perdona - me dijo tan pronto abrí los ojos y verlo frente a mi, jugando con mi cabello -, no quería despertarte - mostrándome por fin su sonrisa, avergonzándose por hacerlo. Pero era lo que más me hacia sonreír: verlo avergonzarse por creer que su sonrisa no era bonita, pero lo era. Así que le quité las manos de su boca y la admiré.
- Hola - le dije. No podía verlo bien porque se fundía con los rayos de sol, pero su presencia bastaba para sentirme completo de nuevo.
- Hola - revolviendo mi cabello, quitándolo de mi frente, de una manera dulce y confortante. La vio limpia y la besó haciéndome reír como niño pequeño con esa ilusión y alegría.
- ¿Llevas mucho aquí? - sintiendo su mano, tibia y llena de vida tomar la mía. Esta sentado en el borde de mi cama, vestido de azul claro.
- Si. Supongo que hoy se me ha hecho tarde - admite mirando atrás, riendo una vez más. Lo que hubiera dado por verlo así antes.
- ¿Lo haces muy seguido? - pregunté incorporándome en la cama, ignorando cualquier cosa se acercó más. ¡Por Dios! Su sonrisa era más hermosa de lo que recordaba.
- Más de lo que puedas recordar... - acurrucándose bajo mi brazo, poniendo su mano en mi pecho. Se sentía tan tibia que me hacía sentir dichoso.
Nos quedamos así por un largo rato, frotando su brazo, apretando su mano, mirando la nada. Después de todo, habían pasado ya cuatro meses desde la última vez que nos vimos. Lo recordaba cada noche que había dejado de doler, que lograba que este momento fuera un momento inolvidable, luego él soltó una risita y ocultó su rostro en mi pecho.
- ¿Qué pasa? - pregunté risueño.
- He querido decirte algo todo este tiempo.
- ¿El qué? - pregunté tomándolo de la barbilla y viéndolo a los ojos, siempre creí que sus ojos eran cafés, pero los veo mejor y son pardos.
- Te amo - soltó sin más, comenzando a sollozar, soltando una risa -, me había promedio no llorar - respirando hondo -. Haber vivido todo lo que viví contigo...fue lo mejor de mi vida. Y lamento que esto haya pasado.
- Lo volvería a hacer - admití sonriendo, él me respondió soltando una risa, pero yo lo dije serio: -. Te haría huir conmigo desde ese primer día que te hubiese visto. Te llevaría a México... - sintiendo un dolor en el pecho, eso jamás pasará.
- Me hubiera vencido el miedo - admitió abrazándome. Podía sentir su tristeza, por suerte él no sintió la mía, ni yo mismo sabía como seguir sabiendo que no vería todo aquello que yo quería mostrarle, en cambio le dije:
- Hey, calma - haciéndolo verme, alejándolo de mi pecho por un momento, abriendo un cajón, sacando algo que lo hizo reír -, estaba escrito que fuéramos dos.. ¿Lo recuerdas?. - mostrándole la piedra blanca. Eso lo hizo llorar y abrazarme más fuerte, quedarse un rato más conmigo.
- Voy a extrañar tu pecho - viéndolo, jugando con los remolinos de mis vellos- , aquí fue donde me hice fuerte. Me mostraste que la vida... Que vale cada minuto - volviendo a abrazarme fuerte.
Levanté su barbilla, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su boca que había cambiado mi vida, mi mundo, la memoricé y la besé una vez más, disfrutándola hasta el fin, no quería que me dijera nada. No quería que me hiciera llorar, quise besarlo, llenarme de él hasta que él se separó de mi.
- Ahora, vuelve a la cama - poniéndose de pie, limpiando su llanto, volviendo a sonreír.
- No quiero hacerlo. Quiero quedarme contigo - deteniendo su marcha. Queriendo levantarme.
- No creo que eso sea posible - sonriendo. Acercándose a mi, acomodando mi almohada. Ignorando mi mirada que demandaba respuestas. Revolviendo mi tupé, el que había peinado antes.
- ¿Por qué?
No me respondió, parecía que no tenía intención de hacerlo, pero se detuvo y dijo:
- Algo más - me dijo limpiando sus ojos -, sonríe. Me enamoré del chico que sonreía y vivía la vida al máximo. No quisiera creer que por mi culpa de marchó - antes de que pudiera responderle soltó una risa -, sé que lo olvidarás mañana pero...sonríe. Debo irme - besando de nuevo mi frente.
- Pero...aún queda tiempo.
- No. Ya es tarde.
Él por fin me miró y me dio un beso, sabía a que iba ser el último y me fue metiendo poco a poco de nuevo en las sábanas -. Y estás a punto de despertar, amor mío.
Y efectivamente lo hice. Desperté en medio de la noche, con un tibio rumor a mi alrededor, con residuos frescos de un beso en mis labios y al encender la lamparilla de mi mesita de noche, la vi. La lista de cosas que prometimos hacer cuando...hacer juntos estaba abierta, fuera de su sobre. La tomé con cuidado y vi un punto nuevo con...su letra escrito:
"Hazme sentir que lo bueno está por llegar. Que esto sí pasará."
--------------
Sólo diré que sí no habéis llorado...sois insensibles 😭
Mentira. 😂 sólo espero que os haya gustado. Eso y un comentario no vendría mal 😊
Gracias por leer.

ESTÁS LEYENDO
Chance My Mind
Fanfictie-Te arrepentirás de haberlo hecho - admitió. -¿Qué te apuestas que no? - respondió besándolo. ¿Sí tuvieras que elegir entre dejarlo todo por aquel que crees que es el amor de tu vida o por aquel extraño con el que a penas has cruzado miradas, a qu...