10

3.1K 204 9
                                    

Saliendo de la cafetería JungKook decide ir al parque, hace un horrendo frío pero no le voy a decir que no.
Sentándonos en una silla dentro del parque me acerco a él para no pasar tanto frío.
Tiritando sutilmente, JungKook lo nota, su mano se acerca a la mía y la entrelaza compartiendo calor corporal.

—Hablemos de algo— dice JungKook.

—Claro, tú dirás sobre que.

Así se empieza una charla de nuestra vida entre los dos, pero es un problema que no puedo ignorar y es el hecho que muero literalmente del frío. Me acerco más a JungKook tratando de disimular un poco pero lo nota de nuevo. Esta vez no es unas manos entrelazadas sino yo entre sus brazos, en sus cálidos brazos.

Pero definitivamente es incómodo. Me salgo de sus brazos y me levanto, le hago hago señas a mi acompañante para que se levante.

—¿Qué pasa?— pregunta JungKook.

—Nada solo quiero caminar.

Saliendo del frío parque JungKook divisa un restaurante el cual decidimos ir, prefiero mil veces comer que estar en un parque aburrido muriendo del frío.

Lo que más nos gusta: kimchi, lo primero que pedimos pero lastimosamente no había así que elegimos una ensalada tropical junto con carne, bueno él, ya que yo elegí pollo y por último de tomar; vino, si muy refinados.

Quitando nuestros abrigos gracias al hambiente cálido empezamos una conversación trivial.
Un cartel detrás de JungKook llama mi atención; el segundo piso cuenta con karaoke y ¿por qué no divertirse un rato?

...

Junto con JiMin decidimos que cuando termináramos de comer iríamos al segundo piso para empezar unas cuantas rondas de karaoke. Soy un experto en ello espero ver con qué sale JiMin.

El mesero nos deja la orden en silencio y se va de igual manera. Todo de ve delicioso.

—Cómetelo ya— le digo al ver su boca hecha agua, literal.

Con una sonrisa por parte de los dos decidimos empezar a comer.
Un pequeño trozo de nuestros platillos y ya nos tenía haciendo ruidos raros al ser tan delicioso.

Tomo mi copa de vino para tomar un sorbo para bajar la carne, el vino no es de mi preferencia así que lo dejo encima de la mesa de nuevo. Ya mi trozo de carne no existe solo queda la ensalada mientras recibo una cara de asombro por parte de JiMin.

—Si que tienes apetito— dijo JiMin.

Con un sutil sonrojo miro el plato de JiMin al cual le quedan trozos de pollo todavía mientras el mío solo queda rastros de la ensalada.
Avergonzado me levanto hacia la caja para pagar la comida, soy un caballero así que pagaré por la cena.

Con JiMin esperándome con los abrigos en mano subimos al segundo piso.
Solicitamos una cabina; nos toca la última. Caminamos hacia la cabina, entramos, dejamos los abrigos sobre la silla y nos preparamos para lo que se viene.

Empezando a elegir las canciones yo elijo una de Imagine dragons, es mi turno, le enseñaré a JiMin ya que soy un maestro.
Comenzando la canción me da un poco de nervios también ya que puedo sentir la mirada de JiMin en mí, una mirada penetrante.

Da como finalizada la canción, soy vuelta y me encuentro con la mirada de JiMin, él la quita y se levanta.
 
Eligiendo una canción de Golliraz, una canción sensual por sus sexys movimientos, su mirada penetrante,
deseosa la cual nunca me había dado. Se acerca hacia mí lentamente y los nervios se expanden.

Enfrente mío empieza unos movimientos sensuales. Siento un dolor en mi entrepierna. Su mirada y movimientos siguen hasta que la canción termina.

Mi turno empieza de nuevo, esta vez elijo Sex you de Bando Jones. No me quedaré atrás así que con miradas coquetas miro a JiMin. Entre coqueteo seguimos unas rondas más pero sin ningún otro acercamiento.

Ya cansados decido mirar la hora: 12:23. Sorprendidos tomamos nuestras pertenencias y salimos del lugar hacia nuestras casas.

—JungKook si quieres te puedes quedar en mi casa— dice JiMin.

—Me gustaría pero le dije a mi madre que llegaría.

Con una tristeza falsa o no JiMin hace un puchero, derritiendo mi corazón tomo tu mano con la mía y las guardo en el bolsillo de mi abrigo. JiMin me mira con asombro pero no dice nada a medida que acaricio su pequeña mano.

—Entonces te acompaño a la tuya— dice JiMin

Diviso mi casa y apresuro un tanto mi pasos. Llegamos a la puerta y un silencio incomodo se forma.
No decimos nada hasta que de un impulso mío le robo un casto beso el cual deja a los dos en shock.

—Adiós JungKook.

Pero no puedo dejarlo ir sin tener sus labios juntos con los míos de nuevo.
Lo tomo del brazo y lo acerco un tanto brusco.

—Gracias por aceptar salir conmigo— le digo a centímetros de su boca.

—No hay de que, cuando quieras.

Con un último beso nos separamos, con una sonrisa cada uno se despidió del otro.

Sex Trip (Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora