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Llegué a pensar que esto sería más fácil, pero el destino quiere lo que yo no; quiere que JiMin y yo estemos juntos, pero yo no quiero, no quiero sufrir ni que el lo haga. Pero no quita el hecho que quiera amarlo también. En fin, me hallo muy confundido.

Me levanto de la cama para ir hacia el baño; lavo mi rostro y dientes para luego entrar en la ducha, lo que necesito es una larga ducha relajante para pensar bien qué es lo que haré: si irme hacia sus brazos o simplemente seguir huyendo.

Al salir me coloco la primer ropa que se atraviesa. Voy hacia la sala donde me siento en el sillón con llaves en mano pensando de nuevo en qué hacer.
Anoche sé que me vio pero por alguna extraña razón supongo que lo pensó dos veces antes de acercarse hacia mí. Si yo hubiese tomado la decisión de ir hacia él me arriesgada a que JiMin reaccionara mal hacia mí.

Me levanto del sillón sin percatarme si traigo mi teléfono porque sé que cualquier segundo que desperdicie me echaré hacia atrás, no haré nada.
Al salir del ascensor en la planta baja salgo para darme cuenta que ha empezado a llover pero leve. Decido ignorarla, si mal no recuerdo el apartamento de JiMin no queda tan lejos de aquí.
Pero cuando la lluvia aumentó decido tomar un taxi para que me lleve allí.

Hoy el día se encuentra muy extraño: por la ventana observo que entre las espesas nubes grises se asoma débiles rayos de sol, mientras que por otro lado hay un hermoso arco-iris.

—Hemos llegado joven— me dijo el conductor. Pago el dinero correspondiente.

Frente a mí se muestra su casa; aquellos recuerdos tan desnivelados de nuestra relación. Inhalo aire y lo dejo salir en un frustrado suspiro.
Con todo el valor que tengo empuño mis manos y camino hacia su puerta.
Justo en unos escasos pasos ésta se abre: sale JiMin junto con una chica tomados de la mano. Ninguno reacciona.

—¿Hola?— dijo la chica quien acompaña a JiMin.

Me espabilado y con eso mi valor, no espero que diga nada, doy media vuelta con lágrimas en la comisura de mis ojos, justo para desbordarse y un nudo en la garganta que ni pasando saliva lo logro quitar. Empiezo mi rumbo desconocido.

...

—Vete por favor— le dije a la chica que se encuentra a un lado mío.

Giro mis talones para cerrar la puerta en su rostro. No seré grosero con ella pero me es inevitable no maldecir a los cuatro vientos por haber estado con ella después de que TaeHyung me explicó las causas del porque JungKook tomó la decisión de querer desaparecer de mi vida y la verdad es que si fui demasiado egoísta con él, cuando lo único que necesito fue más cariño.

Me lanzo en el sofá para tratar de calmar la impotencia que corre por si sangre en estos momentos, literal.
Aquel nudo que anuncia un llanto seguro y muy amargo lo intento destruir, claro, no pensando en él: tomo mi teléfono para abrir la conversación que mantengo con TaeHyung.


4:55 pm

Park JiMin

¿Estás ahí?

TaeHyung

¿Qué pasa JiMin? ¿Ya hablaste con JungKook?

Necesito saber donde vive.

✅✅

¡No me dejes en visto!

✅✅

¡TaeHyung!
Te mandaré la dirección. Pero no le digas a nadie que yo lo hice.


Tuve que esperar media hora para que me la enviara. Pero ahora me encuentro de camino hacia allí, después de buscarla por «Google maps» me di cuenta que no es lejana.

Me detengo frente al edificio: nada fuera de lo común, nada muy sofisticado. Entro hasta el ascensor,  según la información de TaeHyung es el último piso, apartamento 10.05

Al salir hallo con facilidad el número, pero no me es fácil hacer el simple movimiento de tocar con mis nudillos la puerta.

—Vamos JiMin— me susurro para mí mismo —al menos lo vas a intentar.

Doy unas vueltas por todo el corredor, soltando leve grititos; esto parece la primera cita, cosa que no es.Suspiro por octava vez, pero golpeo la puerta con nudillos.

Sex Trip (Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora