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Putos todos, los odio. Son tan malos que me despertaron con agua fría en mi rostro, nos les dio pesar al verme que solo un abrigo me cubre.

Por ahora nos encontramos caminando de vuelta hacia las cabañas, el camino es largo y TaeHyung junto conmigo nos estamos quejando.
Por fin vemos nuestras cabañas; salimos corriendo a pesar de tener los pies lastimados por no traer zapatos. Al llegar lo primero que hago es entrar al baño y llenar el mini jacuzzi. Salgo para tomar algo de ropa, en ese momento llega JiMin; deja su maleta en el suelo para luego acostarse en su cama, ninguno dice nada.
Camino de nuevo hacia el baño pero antes, dejo que el abrigo caiga de mis hombros, hasta el suelo.

El jacuzzi ya se ha llenado, tomo un frasco de esencia, o eso supongo que es, ingreso la mitad de mi pierna hasta ingresar mi cuerpo por completo en el agua.

Relajado sumergido en el agua escucho pasos cerca, inmediatamente mi cuerpo se tensa. Sumerjo mi cuerpo más en el agua hasta que mi cabeza es lo único que está afuera.
Se abre la puerta tras de mí, sé que es JiMin ¿Pero qué hace aquí? Trato de mirar hacia otro lado pero por el rabillo de mi ojo observo como camina desnudo hacia la cabina de la ducha.

Estos días no lo he visto con la pelirroja así que una idea descabellada se me ocurre. Tomo el jabón que se encuentra cerca, también riego en el agua la esencia. El olor a coco impregna el lugar, mientras que recorro el jabón en mi cuerpo, despacio.
Miro a JiMin de reojo para ver si llamé su atención pero no lo he logrado, todavía. Saco mi pierna, se produjo un sonido al hacerlo así que con esto pienso que lo he logrado. Sin embargo no lo miro hasta que empiezo a recorrer el jabón de arriba hacia abajo en mi pierna.

...

En el momento donde JungKook se quitó el abrigo en frente mío, empezó todo. Ahora que los dos estamos juntos desnudos, llama mi atención con su pierna a la cual pasa el jabón sensualmente, además deja salir un pequeños quejidos. No aguanto más y me quedo mirándolo fijamente.

No puedo más así que cierro la llave y abro la puerta para salir rápido hasta donde está él. JungKook detiene sus movimientos pero yo entro en el jacuzzi, trata de continuar lo que hacía con tanta confianza pero ahora sus manos tiemblan.
Me acerco hacia él pero retrocede, creo que tocará a las malas. Aprovecho para tomar su brazo, lo junto a un lado del jacuzzi. Me mira con un rostro inocente, como si no hubiera provocado nada en mí.
Tomo fuerte su cabello y llevo su cabeza hacia atrás, muerde sus labio inferior, eso lo hace ver más provocativo así que beso sus labios brusco. Introduzco mi lengua a su cavidad bucal, no le doy tiempo a que me siga el ritmo para bajar con besos y mordiscos por su cuello. Ya estoy preparado para introducir mi pene hasta lo más profundo de él, pero con un movimiento sorpresivo por su parte, se sale del jacuzzi.
Lo miro y él solo me da una sonrisa pícara mientras que camina hacia la puerta meneando su trasero. Esto es demasiado raro, ninguno debería estar haciendo esto, pero ya que.
Salgo del jacuzzi rápido, al salir del baño me encuentro a JungKook acostado boca abajo mientras está cubierto por una manta. Sigo mis instintos así quito la manta de su cuerpo para lograr ver su hermoso trasero.

Con su dedo me hace un gesto para que me acerque a él, se da la vuelta para yo poder posicionarme encima de él. Mi pene choca con su estómago mientras ataco con desespero su boca hasta su pene con besos húmedos. Atiendo con besos su pene que poco a poco se pone erecto.

—¡Aah!— JungKook deja salir un gemido, eso basta para darme la vuelta y dejar su trasero a completa disposición.

Marco su espalda con chupones hasta su trasero que de igual manera lo marco, luego paso mi lengua por sus nalgas. JungKook alza su trasero dejando a mi completa disposición su rosa entrada la cual empiezo a lubricar con mi lengua. Me separo de ahí para masturbar mi pene, listo para entrar en su apretada entrada.

—JiMin— susurra JungKook. Empiezo a embestir su ano sin ninguna compasión, solo quiero borrar rastro de otra persona.

El tiempo pasa y mis embestidas aumentan de ritmo, pero es hora de que él me monté, se lo pedí y él lo hizo. Esto es demasiado extraño, algo que pasó espontáneo pero creo que no podemos estar separamos. Como extrañaba su rostro cuando teníamos sexo, su cuerpo huele a coco y me encanta. Mi mano va hacia su pene necesitado, sus movimientos son más rápidos; posiciona sus manos en mi pecho para impulsarse más, su cabeza se va hacia atrás demostrando lo mucho que disfruta.

—¡Aaah JiMin!— llega a su orgasmo. Sin importar, se sigue moviendo hasta que yo dejo que mi semen lo llene.

Su cuerpo sufre unos cuantos espasmos, nuestras respiraciones son descontroladas. Pero el baja de encima mío y se acuesta a mi lado. Ninguno dice nada y se crea un silencio incómodo.

«¿Qué acabamos de hacer? Esto no debió pasar»

Sex Trip (Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora