Sex Trip (Jikook)

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Al entrar nuestras sonrisas se expandieron más. Nos sentamos en una mesa: por desgracia no fue la misma de esa vez pero sí pedimos de comer lo mismo.
Nos miramos a los ojos unos instantes, todo fue tan diferente, supongo que nuestra relación no amorosa ha cambiado, creo que hemos madurado.

Al terminar de comer subimos al karaoke pero ninguno se colocó de pie para cantar sino que nos sentamos a cantar los dos mientras unas botellas de Soju descansaban en nuestras manos.

—Esto no puede ir mejor— le dije yo. Agarrados levemente por nuestros meñiques caminamos hacia al parque sin importar quien nos mire.

—Ya vengo— le avisé. Camino hasta el señor que tiene el carrito de helados: compro uno de chocolate y otro de fresa —Toma— le dije al llegar.

—Muchas gracias— sus ojos iluminados me llenaron de satisfacción.

Nada nos importa más que el contrario, no nos importa las miradas u los problemas que pasan al rededor, solo somos él y yo.
Nos sentamos en el pasto a comer nuestro helado, todo muy tranquilo hasta que mi teléfono empieza a sonar.

10:04 pm

TaeHyung

¿JiMin que pasó?

¡Contestame!

No me ignores.

Te mataron...

¡Acaso ya están follando!

Hazlo con protección, no lo olvides.

Todavía no quiero ser tío.

No quiero mini JungKooks ni mini JiMins.

Park JiMin

Todo salió bien.
Y no te ignoro porque esté follando.

Envío ese mensaje para apagar mi teléfono, no quiero que nadie más interrumpa este bello momento.

Terminamos nuestros helados, acto seguido tomamos un taxi hasta su apartamento, hace frío , es tarde y de igual manera me ha invitado.

—La pasé excelente— dijo JungKook.

Al llegar dentro de su apartamento el aroma a café nos recibe pero grata fue la sorpresa al ver la mitad regado sobre el mesón. Ayudo a limpiar mientras JungKook sirve en unas tazas lo poco que quedó. Salimos al balcón: esta vez fue la brisa húmeda quien nos recibió.
La vista es genial pero sin importar tanto nos sentamos en el suelo con nuestras tazas en las manos.

Lo único que se escucha son los sorbos que damos y a lo lejano el ruido de la calle.
El silencio que se comparte no es incómodo, para nada. Simplemente es para reflexionar sobre todo lo que se hizo en un pasado no muy lejano.
Donde nos arrepentimos por hacer cosas sin sentido o muy estúpidas.

—Me encantaría ser tu novio Jeon JungKook— decidí romper el silencio con algo muy directo.

Solo hubo silencio que me hizo tragar grueso.

—A mí también me encantaría Park JiMin— aquello me sorprendió.

Giro mi cabeza hacia la derecha y lo observo mirar el cielo. Todo en el es exuberante, nunca me di cuenta de eso porque lo conocí en un momento equivocado de mi vida.

—Es algo atrevido joven Jeon pero me encantaría probar de nuevo el sabor de sus labios para deleitarme.

Aquel hombre a mi lado no dice nada y solo se acerca hasta a mí juntando sus labios con los míos, pero no se queda ahí porque nuestras lenguas también quieren ser incluidas.

—Me llamo Jeon JungKook. No soy extraño, simplemente tengo problemas sociables— me dijo al separarnos unos centímetros.

—Yo soy Park JiMin. Un hombre que solo busca sexo hasta que encontró a un bello hombre con problemas sociables que lo transformó.

Sus bocas se unen de nuevo como dos imanes: una y otra vez. Y por qué no, sus cuerpos también a plena vista de media cuidad junto con una lluvia mañanera.