Sex Trip (Jikook)

31

Tuve que llamar a todos los demás para contarles sobre JiMin. Llegamos a su casa; no lo encontramos allí pero nos faltó el baño, justo allí lo encontramos, fue terrible para todos. 
«Te saliste con la tuya» fue lo último que le dije antes de que lo trajetan al hospital. Mi idea principal no fue esta, solo quería que cumpliera lo que quería, y eso es reunirse con JungKook. Porque si a Jin le sucediera algo, me mataría también.

Pero llegó Jin: después de un momento en que solo fue drama, tomó a JiMin y se lo llevó. Quise oponerme pero era inútil. Sin embargo si eso es lo que quiere JiMin hay que cumplir su voluntad, que hay de malo.

...

—Tae..—Lo llamo con voz jadeante —llama a una ambulancia, JiMin se nos puede morir— entre tartamudeos TaeHyung me entiende, y luego se va.

A los escasos minutos después escucho el sonido estruendoso de la ambulancia. Acto seguido los para-médicos junto con TaeHyung entran con una camilla hacia mi dirección donde tengo a JiMin en brazos.

—¡Por favor deben llevarlo rápido!— exclama alterado TaeHyung.

—Puede ir un acompañante— nos dijo el paramédico.

Así fue como TaeHyung y yo nos fuimos en ka ambulancia, pero con la diferencia de que él se encuentra adelante con el conductor, yo aquí atrás junto con JiMin.
Rápidamente llegamos al hospital; lo sacaron de allí mientras que nosotros vamos tras de ellos.

—Alto— nos dijo un doctor.

—¿Pa-para dónde lo llevan?—preguntó TaeHyung hacia el doctor.

—Lo ingresaremos a urgencias; el joven se encuentra con un signo vital muy débil y está perdiendo mucha sangre— nos dijo el doctor, pero no nos encontramos tan asustados por el qué pasará que no le prestamos tanta atención.

—Doctor pe— mis palabras son interrumpidas por el anterior nombrado.

—Si me disculpan, con permiso me retiro. Por favor llenen los siguientes documentos— nos dijo mientras extendía los documentos, luego simplemente se fue.

Quedándonos solos nos acercamos hasta la recepción; mientras TaeHyung se encuentran aferrado a mi brazo izquierdo, con el otro lleno los documentos. A punto de irnos una mujer se nos acerca para revisar nuestros documentos, por último colocó un sello, del cual sin el no podríamos sacar al paciente, en éste caso a JiMin.

Nos sentamos en las sillas de plástico de color negro, los dos nos encontramos en un silencio de reflexión si así se puede llamar de alguna manera. El caos llegó en un simple pestañeo.

Las puertas blancas producen un sonido seco, captando nuestra atención; observamos como el doctor de antes junto con unos para-médicos salen corriendo hacia afuera al sonido de la ambulancia. Al rato entran los mismos pero con una camilla en la cual se encuentra alguien. Ladeo mi cabeza hacia un lado para lograr ver algo pero no es posible. Sin embargo es notable que se encuentra en un mal estado aquella persona.

—¿Usted es familiar de aquel joven que acabó de entra?— nos preguntó el doctor después de un rato de haber estado adentro.

—No.

...

Ya es de noche y las noticias no llegan, pasa el tiempo muy lento, el cual produce que mis nervios estén a flor de piel. Mientras TaeHyung duerme en mi regazo yo hago lo posible para no hacerlo también. Menos mal se encuentra la máquina expendedora; quito con cuidado la cabeza de TaeHyung de mi regazo, me levanto hasta estar frente a ella, donde saco algo de comer para los dos.

Al volver al lado de TaeHyung dejo si alimento para cuando se despierte, claro que debe estar cansado al igual que yo.
Destapo la botella de café latte, doy un sorbo para luego sacar del bolsillo de mi abrigo mi teléfono: 2:45 am y nada que llegan, me rindo. De seguro que NamJoon les lavó el cerebro a Hoseok y a YoonGi para que no vinieran.

Mis ojos se sienten demasiado cansados, no aguanto más. Me quito el abrigo para cubrirme con el al momento de acostarme a lo largo de las sillas, cierro mis ojos hasta caer en una oscuridad profunda.

...

—¿Señor Kim?— me pregunta una enfermera.

—Si— le respondo esperanzado.

—Sigame por favor— me levanto y la sigo.

Al cruzar por la puerta blanca los nervios son mayor, pero unos gritos desgarradores me alteran peor. Nos acercamos más hacia los gritos, es ahí donde veo la madre de JungKook.

Al verme corre hasta mí, me abraza escondiendo su cabeza en mi pecho, sus lágrimas logran poner mi camisa húmeda pero no importa.

—JungKook—susurra una y otra vez en medio del llanto. Observo a mi izquierda donde de la habitación salen doctores quitando sus guantes llenos de sangre.

Miro hacia adentro donde la mayoría de la habitación se encuentra con aparatos por todo lado.

—Hora de muerte: nueve y veinte— dice un doctor allí dentro.