Sex Trip (Jikook)

34

Desde que JungKook no apareció a los pocos días al idea de su muerte me rondó por la cabeza pero no quise ponerle atención. Me mantuve con al esperanza que el volviera a mis brazos.

Hoy me dan de alta así que junto a Jin iremos a la tumba de JungKook. No debo alterarme, el lavado de estómago que me hicieron dejó un molesto dolor.
Me habían dicho que hasta que me sintiera mejor me podría ir, fue mi idea principal pero al saber tan mala noticia lo que más quiero es irme de aquí.

Toc toc.

—Sigue— ahí entra SeokJin con sus lentes negros. Firma unos documentos con el doctor y me saca de la habitación por fin.

—JungKook estuvo al lado tuyo— al escuchar aquello mi respiración se detuvo por unos segundos —JungKook estuvo en la habitación de al lado cuando estuviste en el primer piso.

Unas lágrimas descendieron por mis mejillas al no poder detenerlas. A paso lento salimos del hospital hasta la avenida donde SeokJin detuvo un taxi.

—¿Estás seguro de ir?— me preguntó antes de subirnos al auto.

—Más que seguro— le hago saber.

—Cementerio central por favor.

...

Caminando tras SeokJin observo a una cuantas personas llorando o con expresión de tristeza en sus rostros frente a las tumbas. Jamás imaginé que estaría aquí tan pronto y mucho menos por la persona que amo.

—Aquí es— me dijo SeokJin. Dando media vuelta dejo de prestar atención  a todo. Observo la lápida gris donde se encuentra el nombre de mi JungKook junto con su fecha de nacimientos y muerte. Caigo rodillas sobre la tierra para empezar a descargar todo mi dolor.

...

Aquí estoy de nuevo en mi cama llorando sin césar.
Jin me dejó solo y abandonando sobre la tumba, tenía cosas importantes que hacer. Así que durante dos horas estuve allí hasta ahora donde lloro en el silencio y soledad de mi habitación.

Llevo casi que un mes sin ir al Instituto pero es lo que menos quiero hacer, no quiero recordar los momentos tan buenos que pase junto a JungKook allí dentro u que estuve con una persona que solo se aprovechó de mí.
Sólo quiero tenerlo a mi lado, hacerle el amor como lo habíamos hecho alguna vez, darle lo que quiere, pero menos dejarlo ir de mi lado. No podré cumplirlo.

...

—Vamos rápido Hoseok, YoonGi nos espera afuera en el auto.

—Cállate NamJoon— me dijo Hoseok.

—Ni se te ocurra decirle una sola palabra a TaeHyung. Él confió en nosotros.

Salimos del apartamento para ir hacia el auto, donde YoonGi arrancó demasiado rápido.

—¿Y tu querido Jin?— me preguntó Hoseok con sátira.

—Ni se te ocurra hablar de él aquí— con todo lo que ha estado ocurriendo no he tenido tiempo de pasar tiempo de calidad con él.

El hospital no se encuentra lejos, así que llegamos para quedarnos parqueados detrás fel hospital ha esperar. Gran parte del personal ya está enterado de la situación así que no habrá problema alguno.

...

—Ven ha ayudarme TaeHyung, no te quedes ahí sentado— había llamado a TaeHyung para que me ayudara a quemar las cosas de JungKook,entre menos recuerdos, mejor.

—JiMin jodete, estoy muy cansado— no ha dejado de quejarse.

—Quien te mandó ser pasiva— me es inevitable no soltar un risa. Sin embargo TaeHyung me lanza una botella de plástico.

—Bueno, al menos Hoseok si tiene a quien darle.

—¡Oh eso si que no!— me le lanzo encima pegándole un puño en el brazo, acto seguido, hacerle cosquillas.

—Pe-Perdóname JiMin— me dijo TaeHyung en medio de carcajadas. Decido dejarlo en paz.

Salimos de mi casa hacia cualquier callejón, desde hoy haré hasta lo imposible para olvidar a JungKook. TaeHyung me hizo caer en cuenta muchas cosas, fue cruel, me hizo llorar pero caí en cuenta que el nunca volverá de nuevo.

...

Exactamente llevamos una hora esperándolo, ¿será qué pasó algo? no lo creo, los doctores ya sabían.

—NamJoon tengo sueño— me dijo YoonGi — tú siempre tienes sueños así que te aguantas— YoonGi bufo molesto.

—No debe tardar ya en venir— dijo Hoseok.

De repente se abre la puerta, por la poca luz que hay no alcanzo a verlo bien, pero al llegar hasta el frente del auto YoonGi abre la puerta trasera para que contrario pueda entrar.
Miro por el retrovisor: su rostro está con cicatrices al igual que el resto de su cuerpo. A penas con la bata azul de papel le entrego ropa para que logre cambiarse.

Cuando se desnudó por completo logré ver lo lastimado que está su cuerpo.
Al llegar al apartamento nos quedamos un rato conversando porque hay que descansar.

Se acerca a nosotros para darnos un beso en la mejilla junto a fuerte abrazo — Gracias, muchas gracias por poder confiar en ustedes y ayudarme con esto.

Se salió del auto y le di sus llaves del nuevo apartamento antes de irnos.
Ahora es en Jin en el tengo que pensar.