Invierno

Capítulo 13

Esperaba dejar a su hermano atrás para dejar de pensar por un momento en esa situación. Él, de cierta manera, lo había esperado pero una cosa era pensar que imaginaba una relación y otra enfrentar una relación "real" entre ellos. Liam y Kate... Liam y Kate... –pensó, con desprecio– se habían reído de él y de Eliane. Imaginó cuantas veces debieron disfrutar de su relación a escondidas. Él no podía soportar esa clase de traición. Si tan solo hubieran dicho lo que pasaba... ¿por qué tenían que ocultarlo? Aidan se habría apartado para que fuera felices, tan solo tenían que pedirlo. Pero no, se habían escondido como las personas traidoras que eran. Lo habían apuñalado por la espalda y ahora pretendían hacer de cuenta que no pasaba nada.

Y, lo que era más irónico, a días de su boda. Él, que a pesar de su reserva, tenía una ilusión de encontrar a la mujer de su vida en Kate, a quien amaría a pesar de todo y ella a él. ¡Confiaba en ellos! No, ellos no sabían nada de amar, porque alguien que se comporta así no sabe amar, tal vez él tampoco conocía el amor con total transparencia, pues en su familia no era algo "común" pero pensó que algo estaba haciendo bien ya que le propuso matrimonio y Kate aceptó. ¿Por qué rayos lo hizo si no estaba segura?

Sí, las señales estaban ahí y él se alejó pero eso no lo hacía culpable de nada. ¿Por qué? Simplemente porque él hacía las cosas cara a cara, si algo no estaba bien, lo mínimo que esperaba era que se lo dijeran de frente. Por lo menos algo de integridad y de respeto hacia él.

¿Cómo pensaban ocultarlo todo? ¿Qué tanto había pasado ahí que él no sabía y qué ahora lo atormentaría siempre? No podía soportarlo, solo quería huir y lo haría... si no fuera por Eliane. Sus palabras lo detenían ahí y su sentido de responsabilidad, también. Si bien ellos no debían afrontar las consecuencias de las decisiones de los otros, lo harían. Él y Eliane serían los daños colaterales de la "relación" de Kate y Liam.

Sintió que aún corría a través de la nieve buscando a Eliane, sin saber bien por qué ni qué diría. Él sabía que ella necesitaba a alguien ahí y tal vez él no ayudaría mucho pero tenía que intentarlo. Porque él tampoco podía pensar en él precisamente, dolía demasiado.

La encontró parada a orillas del lago congelado, miraba al vacío y lágrimas recorrían sus mejillas. Él no pensó, simplemente hizo lo que sintió correcto. Se acercó por detrás y la abrazó. Lia se revolvió entre sus brazos hasta que lo miró y se calmó. Se limpió las mejillas con sus manos rápidamente y volvió a mirar sus ojos, ahí recostó su cabeza sobre su pecho.

Él trató de consolarla sin decir ni una palabra. De alguna manera, sintió que eso era lo que debía hacer. La apretó aún más mientras ella sollozaba con la cara oculta en su pecho. Empezó a confortarla tocando su cabello, ni siquiera podía recordar las palabras que había dicho porque todo salía naturalmente, sin planearlo. Ella lo abrazó por la espalda como tratando de aferrarse a él y él también la abrazó con fuerza. Se quedaron así por un largo tiempo. Sin decir absolutamente nada.

Cuando Lia se sintió con las suficientes fuerzas para mirar, elevó sus ojos hacia Aidan. Era curioso, pero ahora era tan diferente de Liam como cualquier otra persona en la calle, al menos para ella. No entendía el cambio, momentos antes había pensado ver a Liam y quiso alejarse hasta que miró los ojos grises de Aidan, la tranquilizó. Sí, mirar los ojos de Aidan había calmado su espíritu y volvió a hacerlo, sintió que rompía a llorar y se apoyó contra él. Había derramado varias lágrimas más pensando en la traición que ella no creía merecer. ¿Por qué lo habían hecho? ¿Hace cuanto tiempo exactamente? ¿Qué juego retorcido jugaban? ¡Cielos, con tan solo pensarlo se sentía enferma!