Capítulo 26

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–No puedo hacerlo –negó Liam, reticente–. Ya la herí una vez. No permitiré que lo hagas de nuevo.

–¿Y qué harás? ¡Estoy ansioso por verlo! –se burló.

–Hablaré con ella...

–Seguro que le encantará escucharte.

–Aidan, son los motivos equivocados.

–Creo que no escuchas... ¡fuera de aquí! –gritó empujándolo con fuerza.

–No podrás con tu consciencia. Tú sabes que eres mejor que esto.

–¡Tú no sabes nada de mí! –gritó y respiró hondo–. Más te vale que no te vea en mi boda. Esta vez no hay segunda oportunidad –lo amenazó–. Si llego a verte, tan solo cerca, te arruinaré la vida, Liam. Seas mi gemelo o no, te juro que la arruinaré tanto que te arrepentirás de haberme retado –su rostro una máscara de puro odio.

–Piénsalo bien –Liam bajó la vista y salió de ahí.

–¡Qué lo piense! –Aidan gruñó con enfado–. ¡Ahora resulta que yo soy quien debe pensar después que él se casó en mi primera boda!

–¿Estás bien? –Marcos se acercó, bastante incómodo pero con varias preguntas escritas en su rostro.

–¡Larga historia! –Aidan intentó reír para aliviar la tensión. ¡Como si fuera posible!–. ¿Alguna vez te dije que tengo un hermano gemelo?

–No, pero ahora es bastante evidente –también rió, aunque aún estaba sorprendido por la falta de control de él. Eso era nuevo–. ¿Me dirás la historia?

–No terminaría nunca... –Aidan se encogió de hombros y empezó a relatar, a breves rasgos, lo sucedido pero sin lograr apartar de su mente el incidente.



La casa era un caos. Pétalos de rosas volaban de un lugar a otro y Lia respiró hondo. Ponerse a gritar no iba a ser una solución y solo lograría llamar la atención hacia ella, no era que no la tuviera ya, pero más. ¡Sería peor!

Trató de imaginarse en otro lugar. En cualquier otro lugar de los que había visitado en los pasados meses, tiempo que había transcurrido en gran medida junto a Aidan.

"Para conocernos mejor" había dicho Aidan con una enorme sonrisa; y, efectivamente, escasamente se habían separado. Eso la hacía tan feliz. No recordaba un solo momento en que no hubiera estado feliz de estar a su lado, en su compañía.

Bueno, tal vez la excepción sería cuando se reencontró con la madre de Aidan en la cena de compromiso, a la que Aidan la había invitado solo por insistencia de ella. Él no quería involucrar a nadie de su familia, solo a su madre en la boda, había dicho, pero al final la invitó. ¡Fue horrible! Sí, la mamá de Aidan y Liam era una de esas mujeres que miraban despectivamente a todo el mundo. Aún más, cuando creen firmemente que no están a su nivel, como probablemente se le pasó por la mente ante su numerosa familia. Tal vez no era glamoroso tener tantos hijos, quizá pensaba que Lia no era lo suficiente para su hijo.

Fuera cual fuera su pensamiento, su rostro denotaba aburrimiento y se mantuvo callada toda la noche. Bueno, excepto para lanzar críticas a todo. Ella lo aceptó con una pequeña sonrisa fingida, porque tampoco iba a ser grosera con la madre de su futuro esposo. Aidan simplemente se limitaba a ignorarla y Lia notó, que junto a ella, Aidan se convertía en un hombre serio, tenso y algo irritable. Como si algo lo molestara todo el tiempo. No le gustó verlo así. La próxima vez, haría caso a sus deseos; pero ya que estaban ahí, tuvo que hacer frente a la madre de Aidan.

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