28 • Can't Get Better

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—No, espera. Dame un momento para prepararme mentalmente, estoy al borde —me pide Justin cuando pongo listo mi cuerpo, abriendo mis piernas otra vez, intentando que no se noten mis nervios. Traga saliva y mira hacia el techo por unos segundos mientras piensa en otras cosas, supongo.

Lo único en lo que yo estoy pensando es en lo mucho que quiero hacer esto y lo sexy que es que un hombre esté duro por mí, excitado por mí. Eso me vuelve loca, y sé que si este es un caso dónde solo él se viene, será suficiente para mí. Porque ver a un hombre teniendo un orgasmo es probablemente lo que más me gusta en el mundo.

Cuando Justin está preparado mentalmente para lo que va a pasar, se levanta de la cama a terminar de bajar su pantalón desabrochado y sus bóxers, sin dejar de verme a los ojos. Creo que está más nervioso que yo y eso de alguna manera me hace sentir más segura.

Sin mencionar que ver su cuerpo desnudo me ayuda con eso de la lubricación natural.

En lugar de solo meter su pene en mi vagina inmediatamente como esperaba cuando regresa a la cama desnudo, se acuesta sobre mí y acomoda mis piernas a su alrededor, nivelando nuestras partes para que se estén tocando. Solo eso hace que mi sistema nervioso se vaya a la mierda.

Mi estómago está comiéndose a sí mismo o algo parecido, lo que estoy sintiendo no es normal.

—No tengo ningún tipo de preservativo, pero me saldré si eso es lo que quieres.

—No estoy ovulando, así que estamos seguros de todas maneras —sonrío hacia él, pero supongo que mi sonrisa está forzada porque Justin se ríe de mí y acomoda mi cabello hacia atrás con una mano.

—Tranquila —susurra Justin y mueve sus caderas, deslizando su miembro en mi humedad. Sus pupilas están tan dilatadas que sus ojos se ven casi completamente negros— no lo pienses tanto o encontraras mil cosas por las cuales estar nerviosa. Soy yo, no tienes nada de qué preocuparte.

—Lo siento —cierro mis ojos con fuerza e intento hacerle caso pero no dejo de pensar en hasta el más mínimo detalle, como en dónde tengo que poner mis manos. En este momento están en su espalda, pero me sigo sintiendo como que no van ahí— hazlo rápido y ya.

—No, será lento y agradable. Deja de apresurar el asunto o no lo vas a disfrutar —baja su cara y empieza a dejar besos largos y húmedos en mi mandíbula, sin dejar de mover sus caderas con más ritmo ahora. Mis manos se mueven instintivamente a su trasero y arqueo mi cuello para que baje sus labios ahí.

—¿Te molesta que toque tu trasero? —pregunto, poniéndome un poquito tiesa. Su trasero no es lo mismo que su ano, pero aún así necesito saber para no hacerlo enojar y que se levante de aquí sin quitar mi virginidad.

—No. Pero me molesta que tu mente esté pensando en esas cosas —contesta con su boca contra mi clavícula. Me quiero disculpar de nuevo, pero no puedo hacerlo porque siento algo húmedo en mi pezon y lo único que sale de mi boca es un sonido similar al de un gato— ¿Te gusta eso, Mid?

—Sí —contesto inmediatamente, poniendo una mano en su nuca para que nunca aleje su cara de ahí. Justin saca su lengua y rueda mi pezón con ella por unos segundos antes de morder muy ligeramente— oh, sí. Haz eso otra vez.

Me hace caso inmediatamente, pero ahora lo hace en mi otro pecho.

Nunca pensé que fuera así de sensible ahí y como casi nunca veo pornografía heterosexual, la estimulación de pechos femeninos no ha sido algo que me interese mucho, pero ahora me doy cuenta de que es como si hubiera una linea directa de mis pezones a mi clítoris porque todo lo siento allá abajo. Sin mencionar que la parte más perfecta de Justin está frotándose contra mí así que empiezo a pender los estribos poco a poco.

#OUTSIDERS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora