#OUTSIDERS

37 • Slut Is The New Black

Midnight

Decido después de considerarlo muy poco que si el tema de darle celos a Gemma funciona tan bien, funcionará de la misma manera con Regina. O tal vez mejor.

Antes de salir de la oficina de mi padre y dar en marcha mi plan, me pongo detrás del escritorio para que nadie me vea desde afuera y me quito las medias gruesas que me puse esta mañana. Me doy una rápida platica motivacional y salgo en busca del novio de Regina, o tal vez ex-novio después de esto. Lo encuentro en la sección de las pesas tomando agua y platicando con algunos de los hermosos hombres que entrenan aquí.

Me acerco a ellos intentando lucir bonita y todos dejan de hablar para observarme, dándome una oleada de placer que se va directo a mis pezones.

Estar entre un montón de hombres sudados y musculosos es una de mis fantasías, pero no puedo caer en ella en este momento porque tengo un plan que debo seguir lo más rápido posible antes de que Justin regrese de la casa de su madre y no me deje hacerlo.

—Hola, Matty ¿puedo hablar contigo?

—Uh... claro, claro —contesta, tosiendo cuando algo del agua que estaba tomando se baja de la manera equivocada por su garganta. Les da una mirada a sus amigos para que nos dejen solos y yo me aseguro de sonreírles a cada uno de ellos y jugar con mi falda para que vean lo corta que es.

Regina y Gemma podrán ser malvadas, pero tienen razón en lo que dijeron acerca de mí. Sin embargo, no tengo nada de que avergonzarme. No tengo un novio real y no estoy casada, así que puedo ser tan promiscua como se me de la gana. Aunque admito que tengo que aprender a controlarme y no ser tan obvia al respecto para que los hombres como Jake puedan tenerme respeto.

No es como si necesitara su respeto, pero de todos modos intentaré obtenerlo.

Le invento a Matthew una excusa no tan brillante acerca de necesitar alguien con quién entrenar y mientras estamos platicando le pido su celular para mandar un mensaje. Una vez que lo tengo en mis manos, lo distraigo para que no se de cuenta de que en lugar de mandarle un mensaje a mi amiga, como le dije, le estoy mandando un mensaje a su novia para que lo encuentre en quince minutos en las regaderas de los hombres.

—Listo, muchas gracias —le digo y entrego su celular, obviamente después de haber borrado el mensaje. Él guarda el celular en su bolsillo sin siquiera darle un segundo pensamiento y seguimos platicando por unos segundos, hasta que creo que es hora de movernos al siguiente nivel. Miro hacia todos lados para asegurarme de que no nos están viendo y me pongo en mis puntas de los pies, tocando su brazo para apoyarme y hablar justo en su oído— ¿Puedes acompañarme por un minuto al baño? Necesito ayuda con algo.

Matthew se separa de mí y parpadea varias veces. Mira hacia la caminadora en donde está su novia y luego de regreso a mí. Su mirada viaja tres veces entre nosotras antes de que se rinda. Traga saliva y asiente con la cabeza, sin decir nada.

—¿Esto es acerca de la motocicleta de Justin? —me pregunta Matthew mientras nos adentramos a los baños, pero antes de entrar pasamos por el vestidor de hombres, el cual está solo. Me parece una buena locación para lo que tengo planeado— porque ya arreglé eso con él, irá a recogerla en...

—No es eso —lo interrumpo y me paro frente a él. Pongo una mano en su pecho y casi puedo ver cómo el sudor empieza a brotar en su frente mientras considera engañar a su bonita, sexy novia conmigo. Saber que puedo hacer que un hombre tan sensual como Matty se ponga nervioso me da aun más confianza— sé que tienes novia y... ella es mi amiga, pero realmente me gustas.

Matty abre los ojos lo más que puede y abre la boca varias veces sin decir nada. Cada vez empieza a sudar más y más.

Me gustaría dejarlo así por un buen rato porque se ve gracioso, pero no tengo tanto tiempo. Regina puede llegar en cualquier momento.