La sorpresa de la situación me hace dar un par de pasos hacia atrás hasta que mi espalda golpea una pared. Midnight aprieta mi cuello con todos sus kilos y obviamente tiene conocimientos en esa cabezota suya para matar gente, porque a los pocos segundos de presión me inunda un sentimiento de calma y mis ojos se empiezan a cerrar, pero antes de irme de este mundo puedo ver a uno de los empleados caminando cerca de nosotros así que lucho por mi vida por primera vez, a pesar de las constantes fantasías de suicidio que tengo al día.
—¡Ayuda! —intentó gritar, pero mi voz suena baja y atorada y la verdad es que no tengo fuerzas para empujar a Midnight. Doy otro grito inútil antes de sentir cómo llega a mí un sueño profundo. Solo entonces es cuando las manos de Mid se alejan de mí.
Siento que todo mi cuerpo está apagado así que no me queda más que deslizarme al suelo, haciendo un sonido hueco en el piso como cuando se cae una vaca muerta.
—¡Oh, por Dios! —exclama Mid con su angelical voz emocionada— ¡Lo hice! Es más fácil de lo que parece. Hey, Justin... despierta. No exageres.
—¡Ahí está! —grita alguien cerca de nosotros y abro mis ojos con muchísima dificultad justo cuando un hombre con uniforme se aparece detrás de Midnight y la jala hacia él, haciéndola gritar— ¡Estaba intentando matarlo!
—¡Eso no es cierto! —se defiende Midnight con voz alta e indignada— sé matar a alguien y sí quisiera hacerlo no lo haría aquí. Ni de esta manera. Solamente quería intimidarlo y hacer que perdiera la conciencia unos segundos.
—Estás loca. Tengo que reportarte.
—¡Pero yo no lo quería matar! —se defiende Midnight con la voz más alta e histérica, luego siento una patada en mi muslo y me muevo para cubrirme de cualquier otro golpe— ¿Vio eso? Está vivo.
—Acompáñame —murmura el hombre, sin sonar para nada conmovido. Midnight hace sonidos de queja y empieza a hablar acerca de cómo no tiene ningún antecedente criminal y que su conocimiento en cómo matar gente solo se basa en un nivel teórico y no práctico— Edson, llama una ambulancia para el chico.
Quiero decirles que estoy bien, pero mi garganta está tan seca que no podría sacar ninguna palabra aunque quisiera y mi cabeza todavía se siente como flotando en el aire. Por eso, solo me quedo aquí tirado, escuchando a varias personas llegando y preguntando qué pasó, luego dejo que alguien levante mi cuerpo y me suba a una camilla.
—¿Este no es el tipo de las peleas? ¿El que peleó contra Wallace? —pregunta alguien cuando ya estoy sobre una ambulancia o algo parecido y estoy empezando a recobrar conciencia. Otra persona responde que sí soy él y que me llaman el Niño Nuevo porque no hay nada más qué decir acerca de mí, considerando que peleo de la manera más mediocre que ha visto en su vida.
Me siento ofendido, pero al mismo tiempo sé que tiene razón y nada de lo que empiezan a decir de mi pobre desempeño es algo que no haya escuchado antes. Ya estoy acostumbrado.
Me abren un ojo sin aviso alguno y una luz directamente puesta en él me hace soltar un siseo y mover mi cabeza hacia un lado para que no vuelvan a hacerme eso. Estoy empezando a mejorar sin ayuda de nadie.
Como siempre.
Carraspeo mi garganta varias veces para decirles eso pero no puedo pasar saliva. Uno de los hombres que estaba criticándome me pasa una botella de agua y el liquido se siente divino, tanto que se me olvida todo lo malo que estaba diciendo de mí y le sonrío con agradecimiento.
—¿Estás bien?
—Sí... —carraspeo de nuevo— ya estoy mejor. Fue solo un leve ahorcamiento.
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#OUTSIDERS
Novela JuvenilSegún el diccionario urbano, intruso significa: una persona diferente a los demás, que no pertenece a ningún grupo, que ha llegado sin ser deseado, alguien a quien todos consideran un fenómeno, alguien que no pertenece a ningún lugar en general. Una...