46 • Im Better Alone

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Planeo mi próximo ataque dejando de lado todos los que tengo pendientes. Midnight tiene que ser la primera en ser castigada, no porque sea una cualquiera sin corazón, sino porque es el amor de mi vida y por lo tanto necesito destruirla lo antes posible.

Solo para recuperar un poco del corazón que acaba de arrancarme del pecho hace unos segundos.

Hans interrumpe mis deseos de vendetta cuando contesta su celular y empieza a hablar con alguien, quien deduzco que es mi hermano por todas las preguntas que hace, como una madre preocupada. Supongo que así actúa una madre preocupada, no es como si la mía fuera algo más que una araña ponzoñosa que solo arruina mi vida cada vez más.

—Nah, Justin está completamente bien. Solo ha intentado suicidarse una vez —dice Hans intentando calmar a mi hermano.

Y lo intentaré de nuevo muy pronto si mi vida sigue igual de miserable. Confió en que algún día podré hacerlo bien y podré morirme de una vez por todas. Pero mientras tanto, seguiré consiguiendo un poquito de felicidad vengándome de todos aquellos que me han traicionado/mentido/engañado/humillado o todas las anteriores.

Mientras Bax se dedica a mirarme con los ojos entrecerrados, Hans platica con Bastian por un rato, explicándole que estoy perfectamente bien a pesar de mi intento de suicidio fallido número trescientos ochenta mil millones punto tres (realmente perdí la cuenta, pero el número es alto) y cuando él termina la llamada, me voltea a ver con un ceño fruncido muy prominente, listo para darme el regaño de mi vida.

Antes de que pueda hacerlo, me adelanto y doy un par de pasos para abrazarlo con fuerza, enterrando su cara en mi pecho esperando que no pueda hablar.

Odio cuando Hans me regaña porque siempre termina dándome una platica motivacional acerca de cómo debería de amarme más a mí mismo. Y no estoy de humor para escuchar algo así en este momento.

—Eres la única mujer que nunca me va a lastimar, Hans. Te amo —murmuro y él deja de pelear contra mí inmediatamente. Da un respiro cansado y rodea mi cuerpo con sus delgados brazos para abrazarme también— ahora que arreglamos el problema, necesito un favor.

—Claro que necesitas algo —masculla cuando se separa de mí, con una mirada cansada— suéltalo. Intentaré ayudarte.

Midnight

Me gustaría ser alguien diferente y decir que después de acostarme con otro hombre mi menté se liberó de todo mal y todo quedó olvidado, pero lamentablemente yo no funciono así. He pasado todo este tiempo pensando en Justin y en todas las razones por las cuales lo odio.

Con cada embestida de Jake dentro de mi cuerpo se me ocurría una razón diferente, a pesar de que lo único que yo quería era pensar en su pene.

Razón #31 para odiar a Justin: él puede cambiar de un pensamiento a otro en cuestión de segundos y yo no.

Yo, en cambio, tengo espacio de sobra en mi gigantesca cabeza de forma extraña para preocuparme por varias cosas al mismo tiempo y para sentirme de cinco maneras diferentes mientras pienso en tres cosas que no tienen nada que ver una con la otra pero que al mismo tiempo se correlacionan y solo me hacen llegar a la misma conclusión que he tenido toda mi vida: no sirvo para esto. No sirvo para relacionarme con otras personas que no sean mi abuela. No soy lo suficientemente inteligente para lidiar con este tipo de cosas.

Ver pornografía es mucho mejor que tener a un hombre de verdad y eso es un dato verídico confirmado por mí.

Entre el millón de cosas que están en mi cabeza en este momento se encuentra el precioso miembro de Jake, lo bien proporcionado que está, lo bien que sabe usarlo y lo mucho que me gusta su muy trabajado cuerpo. Jake es teóricamente perfecto. Su voz es un poco demasiado aguda para mi gusto, pero no es algo que me moleste mucho.

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