#OUTSIDERS

36 • Realizing Things

Mmmm... estoy drogado o algo parecido. Debo estarlo, porque estoy pensando puras tonterías.

Creer algo no significa que tenga razón en mi estúpida creencia, porque tal vez esto que siento no es precisamente amor ¿cierto? Esa palabra parece muy definitiva y no está causando nada bueno en mi interior, al contrario, me está provocando algo de asfixia.

Tal vez la aprecio bastante y la respeto como persona y estoy confundiendo eso por amor romántico. O puede ser que solo sienta una muy profunda amistad por ella. Una muy, muy profunda amistad.

Pensándolo bien, no. Estoy haciendo eso de nuevo donde me intento convencer de que no está pasando algo cuando claramente sí está presente.

Lo hago todo el tiempo, lo he hecho durante toda mi vida.

Me convencí de que mi padre no era realmente tan malo y que estaba pasando por un mal momento de su vida pero cuando lo superara querría estar en nuestras vidas. Me convencí de que Harriet no estaba realmente aprovechándose de mí porque yo soy un hombre y obviamente es caliente estar con una mujer mayor. Me convencí de que no estoy mal de la cabeza, solo estoy más motivado que la gente normal. Me convencí de que mi mamá no era una golfa como Bastian decía, solo era muy amistosa. Y me estoy convenciendo de que no amo a Midnight cuando sé que no hay manera de que pueda soportar sus puterías si no hay amor de por medio.

Cuando cae esa fuerte realización sobre mí, me dejo de mover y dejo de existir por un momento mientras considero las posibilidades de que esto esté realmente pasando.

Si nos ponemos matemáticos, esto sería un error porcentual absoluto porque yo nunca he mostrado síntomas de amar a ninguna mujer antes, nunca he siquiera pensado en eso y hubiera podido jurar quince segundos atrás que nunca lo haría.

Nunca he pensado en lo que podría significar. No sé realmente nada del amor, si somos honestos. Pero sé que Mid me hace sentir bien por dentro y me parece que ella es lo más parecido a la perfección aún cuando estoy bastante consiente de todos los defectos que tiene. El único nombre que se me ocurre para esa sensación es amor.

—Sí, claro. Me gusta la idea —dice Mid, sacándome del transe y rueda los ojos ante lo que sea que le haya dicho Jake. Aprieta aún más sus piernas a mi alrededor cuando cae en cuenta de que me he quedado paralizado, moviéndose sola para frotarnos juntos porque yo no soy capaz de hacer nada en este momento. Mi erección sigue presente e insistente, pero mi mente está en otro lugar. Ni siquiera pongo atención cuando Mid se despide, solo puedo notar que lo llama Jakey de nuevo y que eso no me gusta mucho que digamos— ¿Estás bien, Justin?

—No —contesto honestamente— te am-

—Eso fue divertido —me interrumpe Mid, sin darle nada de atención a las palabras que estaban saliendo de mi boca, poniendo las manos en mi abdomen y mordiendo su labio cuando empieza a acariciarme. Levanta mi camisa hasta que me la quita y lleva sus manos traviesas a mi pecho— pero dejaste de moverte en el mejor momento. Hubiera sido más divertido venirme con él en la linea.

—Sí, lo sé —tomo aire y me levanto para quitarme el pantalón. Luego, cuando me encuentro completamente desnudo, me acuesto sobre su cuerpo para estar lo más cerca de ella que me sea posible porque no quiero que se pierda mi confesión por nada del mundo. Mid, sin embargo, no me pone nada de atención, lo único que le importa es mi hermoso cuerpo contra el suyo y lo bien que mi órgano masculino la hace sentir cuando está en contacto con ella— lo que pasa es que me di cuenta de que estoy enam-e-espera ¿qué estás haciendo?

—Nada, sigue hablando —murmura de nuevo sin ponerme atención mientras me empuja para levantar su parte superior y quitarse el vestido con dificultad. Ver cómo lucha por hacer eso mientras aún estamos frotándonos juntos es raramente bastante erótico. Y luego cuando por fin puede tirar el vestido al piso y se queda en su sostén (con todas las tetas desbordándose por arriba por nuestras previas actividades) no puedo pensar en nada más que en mis senos favoritos en todo el mundo, medio cubiertos por esa tela blanca tan inocente y pura mientras se salen por arriba de esa manera tan poco inocente y poco pura. No puedo creer que sean tan perfectos, solo quiero poner mi cara entre ellos y quedarme ahí por horas. Tal vez cuando nos casemos podré hacerlo— disculpa ¿qué estabas diciendo?