#OUTSIDERS

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En el momento que me doy cuenta que Justin sabe que estoy aquí, hago lo que cualquier persona cuerda haría: correr.

Corro directo hacia mi habitación y estoy tan conmocionada que ni siquiera me doy cuenta de si Bastian y Angie siguen teniendo sexo. Entierro mi cara en la almohada y grito con todas mis fuerzas porque tengo muchos sentimientos dentro de mí. Tantas, tantas emociones encontradas. Y la excitación lamentablemente es de las más prominentes.

Mi celular empieza a sonar en el pequeño mueble a un lado de la cama y el nombre de Justin aparece en la pantalla junto con una foto de su dulce carita que tomó el otro día. Por supuesto que no contesto, no pienso volver a hablar con él nunca más.

Me quedo con la cara enterrada en mi almohada por el resto de la noche, lamentándome por ser tan yo. No sé si dormí o no porque no me siento cansada y mis ojos estuvieron cerrados la mayor parte de la noche, pero mi mente nunca dejó de funcionar, así que no estoy segura. Solo sé que ya es de mañana porque Lion toca mi puerta como lo ha hecho todos los días, excepto que esta vez no me emociono y no salgo inmediatamente.

—¿Te quedaste dormida? —pregunta Lion desde afuera, golpeando la puerta mas fuerte, luego la empieza a abrir— Midnight, estoy entrando. Debes despertar, ya se hizo tarde.

—No —me quejo, sin mover la cara— no quiero. No puedo funcionar hoy.

—¿Qué pasa, te sientes mal? ¿Comiste queso de nuevo?

—No, no es eso —murmuro, avergonzada por el recuerdo de lo que eso significa y levanto un poco mi cara para ver a mi padre a los ojos— no quiero ver a cierta persona por cierta cosa que pasó.

—¿Esto es acerca de lo que hiciste ayer en el club? —pregunta y levanto la cabeza porque ¿cómo demonios puede saberlo?— Gemma se quejó de ti en una de sus redes sociales, por tu culpa metieron a la cárcel al hermano de Regina. Ahora Redboxinggloves lo sabe y está diciendo muchas cosas de ti. Me siento como un adolescente de nuevo, pero no puedo dejar de ver lo que esa cuenta dice. Lo siento.

—No puede ser —gimo con dolor por varios segundos, y Lion hace un sonido incómodo— solo déjame aquí sola. Puedo responder las llamadas en mi celular de todos modos. No quiero ver a esa persona y definitivamente no quiero ver a nadie más en ese gimnasio del infierno.

—Hey, no insultes mi negocio. No es mi culpa que la gente que va sea de esta manera, no es mi culpa que todos se conozcan y se enteren mágicamente de todo. Te juro que algunas personas solo se inscriben por la cantidad de drama asegurada y no por mí o por ir a ejercitarse.

—Entiendo... pero ¿puedo quedarme aquí? No quiero ver a nadie.

—Supongo que sí. Pero hoy es día de paga y tienes suerte de ser la hija del jefe, así que... —saca la cartera de su pantalón deportivo y me entrega una tarjeta de crédito— no te vuelvas loca, pero supongo que puedes ir con Angie a comprar ropa y cualquier cosa que quieras. Dentro de lo razonable, por supuesto.

—¡Gracias! —chillo, sintiendo cómo mis ojos empiezan a brillar y cómo mis emociones empiezan a equilibrarse de nuevo.

—Como he dicho, es lo mínimo que puedo hacer —murmura con algo de incomodidad— ah, y hoy iremos a cenar con Elena, ella es mi pareja también. Es dulce y linda, te caerá bien. Pero... como siempre, no puedes mencionar a...

—Lo sé, Lion. Nada de tus otras mujeres. No te preocupes por eso —me siento en la cama y le sonrío— solo por curiosidad ¿Justin va a estar en esta cena? No es por nada especial, solo quiero saber.

Lion me da una mirada conocedora y bufa una risa antes de rodar sus ojos.

—¿Él es la persona a la que no quieres ver? —pregunta y yo intento negar con la cabeza, pero él solo se me queda viendo como si supiera que estoy mintiendo así que me rindo. Necesito trabajar en mi cara de póquer urgentemente— dime qué pasó. Él es parte de la familia, cenamos juntos todos los días... estamos juntos todos los días. No quiero que haya problemas entre ustedes.