33 • Deadly Ride

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Después de trece minutos esperando nuestro turno debajo de la lluvia y el frío, llega la hora de la acción y nos sentamos en nuestros lugares designados. Tenemos una jaula solo para nosotros y estoy absolutamente emocionada por esta nueva experiencia.

Estoy muy feliz y expectante... hasta que el muchacho que controla este juego mecánico se acerca para cerrar la jaula con una mirada aburrida y me doy cuenta de lo inseguro que esto realmente es.

El material de las jaulas es muy débil. Lo sé porque cuando subí, me quise apoyar de la puerta y casi la arranco con mi peso. Entonces me di cuenta de lo delgado y ligero que es. Las sillas en las que nos sentamos están bastante seguras y el chaleco de plástico que tengo que apretar a mi cuerpo es muy solido, pero eso no sirve de nada porque si la maldita jaula sale volando, nos iremos con ella, sean estas sillas seguras o no.

La fuerza del golpe nos desnucará y tendremos la punta de nuestra espina dorsal atascada en el cerebro antes que nos demos cuenta. En el mejor de los casos, ambos tendremos parálisis cerebral por siempre.

En el peor de los casos, ambos morimos.
Para cuando el juego empieza a subir y prepararse lentamente, ya estoy entrando en un lugar bastante peligroso para mí misma que realmente no me gusta. Un lugar en donde no hay lugar para ningún pensamiento positivo porque solo puedo conciliar la triste, oscura y vacía realidad de la vida y morir lentamente por la ansiedad que ésta me causa.

Ignoro por completo la platica sin sentido que Justin está teniendo consigo mismo e intento controlar el pánico creciendo dentro de mí. Intento decirme que no pasará nada, pero la lógica de mi cerebro me dice que lo más probable es que todo se vaya a la mierda y yo vaya a caer cien metros al suelo.

Justin

Hoy es un muy buen día. Debo recordar la fecha y anotarla en mi calendario como uno de los días donde tengo más suerte. Por supuesto no tuve mucha suerte, pero lo que sea es bueno.

A este punto de mi vida ya he aceptado que no estoy destinado a nada bueno, así que debo apreciar esos muy raros momentos donde me va bien.

A pesar de lo estresante y frustrante que fue esta mañana lidiar con todos, ahora estoy feliz. Gané 230 libras, invirtiendo solo 45 y casi dos horas de mi tiempo.

Y Midnight está conmigo en este romántico lugar, tomó mi mano mientras caminábamos a esta montaña rusa y es la primera vez que salimos juntos y ella no ha estado viendo para todos lados buscando hombres guapos para observar y desear.

Es un momento sumamente perfecto.

—¿Sabes, Mid? A pesar de que algunas veces me parece que eres un poquito... fría, por no decir cruel e inhumana, y no entiendes muy bien de cosas que para cualquier persona serían obvias, creo que... —titubeo un poco y miro hacia afuera, intentando encontrar las palabras ideales para este momento. Ella solo se queda callada y me escucha, dándome tiempo para recolectar mis pensamientos. Midnight es tan perfecta, siempre me entiende— que tal vez estoy... ya sabes, sintiendo algunas cosas del tipo romántico hacia ti. No es exactamente amor, no iría tan lejos, pero se parece mucho y...

Cuando volteo para ver cómo ha tomado mis palabras, me doy cuenta de que no me estaba poniendo atención en lo absoluto.

El juego aún ni siquiera empieza, solo se está elevando y acomodando, y ella está respirando con mucha fuerza y con los ojos muy abiertos, con un montón de miedo en ellos.

—¿Estás bien? —pregunto, poniendo una mano en su pierna, ella solo niega con la cabeza con mucha convicción.

El juego de la nada es poseído por un demonio y empieza a dar vueltas, sin ninguna clase de aviso. Nuestra jaula se mueve como si fuéramos a salir volando en cualquier momento, lanzándonos hacia la izquierda.

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