Abrí los ojos un poco mareada, me sentía confundida, no sabia donde estaba. Levante mi cuerpo del suelo volteando mi vista hacia todos lados, estaba en la universidad. El día estaba nublado, podía oír como el viento golpeaba los arboles y ver un par de hojas que caían lentamente.
Me levanté y comencé a caminar sin rumbo fijo, todo parecía extraño, diferente. Mis ojos se toparon con una cabellera castaña oscura, un sentimiento de alivio lleno mi cuerpo al encontrar un rostro conocido, una tonta sonrisa se formo entre mis labios mientras corría hacia Connor.
Me detuve en seco frunciendo el ceño, pestañé varias veces esperando que esa imagen desapareciera; ella había saltado a sus brazos, él le correspondió levantándola y haciéndola dar vueltas, para finalizar se acercaron hasta que sus bocas impactaron en un muy pasional beso.
¿Qué hacia Mia con Connor? ¿Porque estaban juntos?
Desvíe mi mirada a mis pies, no se supone que debería sentir estas cosas, pero aun así aquí estaba, sintiéndome de nuevo traicionada.
Di la vuelta con la única intensión de huir, alejarme de ellos, de estas personas que, aunque trate de evitarlo me hirieron de nuevo. Había jurado no sufrir por nadie, nunca mas, pero no resulto tan fácil, aunque por años lo había conseguido al final falle.
Antes de dar un paso mas choque con un cuerpo, perdí el equilibrio y antes de caer una mano me sostuvo, alce la vista y los ojos claros de Connor hicieron contacto con los mios.
—¿A dónde vas?
—Tengo que irme —susurré.
—Deja de ser una cobarde, no huyas —me tomo por los hombros y comenzó a sacudirme.
—Me estas haciendo daño Connor.
—¿Porque me llamas así Liz? Yo lo siento, perdoname, no me dejes, te necesito amor.
Abrí los ojos asustada, no era Connor.
—No vales nada, no mereces mi amor, ni el de ella, ni el de nadie; por eso estas sola, nadie te quiere y nunca te van a querer.
—No, no, no, no... ¡Calla!
Cerré los ojos mientras estos se llenaban de lágrimas.
—¡Elizabeth! —gritaron.
Abrí los ojos sintiendo como las lágrimas eran derramadas y caían por mis mejillas. Connor me sostenía la cara entre sus manos mientras me veía angustiado.
—Tranquila sirena, fue solo una pesadilla —dijo con la intensión de tranquilizarme.
Asentí y me removí en el asiento del auto. Seguramente me había dormido durante el viaje, aun estábamos en la carretera, se había detenido a un lado de esta, todo estaba oscuro y las luces brillantes de los demás autos me impedían mantener completamente abierto los ojos.
—¿Estas bien?
—Si.
No parecía seguro de lo que decía, aun así, limpio con sus pulgares mis lágrimas y se alejó, incorporándose nuevamente a su asiento.
—Conduce, en serio estoy bien, solo fue un mal sueño —dije antes de que me preguntara algo más.
Asintió y comenzó a conducir, faltaba un rato más, el vuelo fue rápido y ahora solo faltaba encontrar la casa; por otro lado, yo solo estaba deseando bajar del auto y volver a mi cálido y feo departamento.
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Mi Razón para Vivir
Novela JuvenilSiempre fui una chica muy correcta, enfocada en el futuro, pero nunca pensando ni disfrutando el presente. ¿Amor? No, eso era solo una distracción; ¿Amigos? No gracias, no entendia cual era el desespero que tenian todos en tener personas quienes sol...