Capitulo 23: Hospital

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Mis ojos se sentían pesados. No podía dormir sin importar lo cansada que me sintiera en este momento. Estábamos en el hospital de Sacramento, hace aproximadamente tres horas habíamos llegado.

Después de abrazar por un buen rato a Connor y que se calmara un poco me explico lo que había sucedido. Lo habían llamado del hospital de Sacramento diciendo que su padre había sido internado y estaba en estado crítico, y que debido a su condición había pocas probabilidades de que se mejorara, ósea, prácticamente era cuestión de tiempo para que falleciera. Estaba destrozado cuando llegue, me dijo que había comprado un pasaje de avión pero que salía dentro de cuatro horas. No dude un segundo en comprar otro y acompañarlo.

Lo estuve conteniendo todo el viaje, era tan extraño porque no era común ver esa tristeza y dolor reflejados en sus ojos, esos mismos que siempre brillaban cuando los veía, ahora eran opacos y débiles.

Yo no era la mejor persona para estas cosas, nunca he sabido que tendría que decir o hacer para que otra persona se sintiese mejor, pero en este momento en que Connor esta tan mal tengo que darle fuerzas. Él en estos meses siempre ha estado para mí, cuando he arruinado las cosas, cuando no quiero su ayuda, cuando más la necesito, solo quería poder recompensárselo e intentar ahora hacer lo mismo.

Estaba sentada en una de esas incomodas sillas de la sala de espera. Aun cuando Connor lucho con el agotamiento no aguanto más y se quedó dormido recostado en mis piernas. Acariciaba su cabello y observaba detalladamente sus facciones. Suspire. No lo merecían, ninguno de ellos dos lo hacía. Richard tiene que recuperarse, estoy completamente convencida de ello. No puedo ni pensar que sería de Connor si pierde a su padre.

Lo sentí removerse entre mis piernas hasta sentarse junto a mí. Paso sus manos por su rostro y volteo a verme con una mueca en su rostro.

-Lo siento.

Fruncí el ceño.

>> Había olvidado lo de tu examen. Recién lo recordé. No debí llamarte, es solo que...

-negué con la cabeza interrumpiéndolo- No te disculpes. Además... -lo vi con la mirada baja- no era tan importante.

-Pero estuviste mucho tiempo estudiando.

-Sabes como soy -dije restándole importancia-. Luego hablare para recuperarlo. Esto es mucho más importante.

Sabía perfectamente que no podría hacerlo. Y claro que era sumamente importante, era consciente de lo que significo haberme ido, y lo fui cuando decidí hacerlo. Pero ya lo hecho, hecho esta. No valía la pena hacer que se sintiese peor de lo que está.

Asintió mirando hacia el frente.

-Todo estará bien -le dije-. Él lo lograra.

Me abrazo nuevamente sin decir nada. Solo se refugió en mis delicados brazos y se quedó así por mucho tiempo. Sin decir nada. No era necesario, yo comprendía su dolor y él sabía que lo estaba apoyando.

...

Le entregue un café que compre en la cafetería. Dio un sorbo y lo imite, era un asco, no tenía azúcar y sabia prácticamente a agua sucia.

Levantamos la mirada y vimos a uno de los doctores acercarse mientras retiraba sus lentes y los guarda en el bolsillo de su bata blanca. Automáticamente Connor se levantó y yo hice lo mismo.

-¿Son los familiares de Richard Wells?

-Sí, si -respondió rápido dando un par de pasos al frente-. Soy su hijo.

-¿Qué fue lo que sucedió, doctor? -pregunte.

Habían pasado todas estas horas y aun no sabíamos con exactitud lo que había pasado. Nadie decía nada, doctores entraban uno tras otros, pero ninguno nos contaba lo que había sucedido o cual era el estado de Richard.

Mi Razón para VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora