Penúltimo Capitulo:
Todo seguía exactamente como estaba cuando ocurrió el accidente. Aun cuando sabía lo que había sucedido se sentía tan extraño regresar al comienzo y darme cuenta realmente que no tenía nada, ni a nadie. La verdad es que no sabía que debía hacer, como seguir con mi vida. ¿Qué hacer cuando pierdes todo lo que te generaba felicidad?
Todas las inseguridades y los miedos que tenía y había logrado superar seguían volviendo a medida que los días pasaban, y yo de nuevo volvía a cerrarme. Estaba retrocediendo. No quería eso, pero tampoco estaba haciendo algo al respecto, y no sabía el porqué. Aun con todo lo que dijo el psicólogo yo seguía sintiendo que nada fue real, y todo lo creo mi mente, por ende, gran parte de mi piensa que no es posible ser esa chica que durante ese sueño fui, aun cuando estaba segura que era mi verdadera yo.
Llegue del trabajo y me deje caer en mi cama, en dos días iría a la universidad para saber cuándo podría reincorporarme y como hacer con las pruebas que perdí durante este mes y medio. Debía seguir adelante con la vida que estaba llevando, que, aunque no fuera la mejor, era la real.
El sonido de los golpes en mi puerta me hizo sobresaltar, estaba metida en mis pensamientos. Por unos segundos en mi mente paso la idea de que Mia o Connor hayan venido, rápidamente la despache. Levante muy a mi pesar mi cuerpo de la cama y fui hacia la entrada. Había aun polvo a mi alrededor, no había limpiado mucho y el apartamento estuvo el suficiente tiempo solo para que todo estuviese muy sucio. Abrí la puerta y mis ojos se abrieron de par en par por la sorpresa al ver al chico del otro lado.
—Hola —dijo con una sonrisa amable en el rostro, pero un poco de alarma en sus ojos.
—Hola —dije sorprendida del rostro conocido que estaba viendo.
—Creo que muy pocas veces hemos coincido. Mucho gusto, soy Zack. Vivo en el piso de arriba.
¿Cómo era posible que fuese el mismo Zack con el que trabaje en la recaudación durante el coma? Pestañee rápidamente, aun sin creer tenerlo frente a mí.
>> ¿Tu cómo te llamas? —pregunto ansioso. Movía sus manos.
—Elizabeth.
—Oh genial. Es un placer —sonrió con una mueca—. Esto será muy extraño, pero necesito tu ayuda urgente, estoy por enloquecer —abrió los ojos.
—¿Que sucede? —pregunte con curiosidad.
—Te contare de camino al departamento. Ven —tomo mi mano y comenzó a jalarme, apenas pude cerrar la puerta.
Ir a al departamento de un desconocido porque necesita que lo ayude con algo urgente. Sí, no es lo más inteligente por hacer, pero ver que es el Zack que era malísimo con el mercadeo, con ideas malísimas para reunir dinero y que se vestía de mimo y jugaba con la gente en la fila, me tenía consternada.
Subimos las escaleras rápidamente y unos segundos después ya estamos entrando a su departamento. Sí que era diferente al mío, tenía una linda pintura, todo estaba limpio y en su lugar, no creo que viva solo.
—¿Cuál es la emergencia? —digo soltándome de su agarre. Odio que me arrastren.
Antes de que el pudiese responder una voz infantil sonó por todos lados.
—¡Zack! No sé qué hacer. ¿Dónde está mama?
Abrió los ojos y comenzó a moverse inquieto, pero no decía nada. Le di un empujón y me observo alarmado. ¿Qué está pasando?
—Es mi hermanita, Nina, —¿Nina? Así se llamaba su hermana también ¿Que rayos es esto?— a ella... le paso —dice susurrando.
—¿Que le paso?
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Mi Razón para Vivir
Teen FictionSiempre fui una chica muy correcta, enfocada en el futuro, pero nunca pensando ni disfrutando el presente. ¿Amor? No, eso era solo una distracción; ¿Amigos? No gracias, no entendia cual era el desespero que tenian todos en tener personas quienes sol...