Capitulo 34: Finales y Comienzos

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Ultimo Capitulo:

Seis Meses Después...

Termino de atar mi cabello en una cola alta y lavo mi rostro para refrescarme. Me veo al espejo y sonrió, después de tanto tiempo siento que me gusta la persona que veo frente a mí. Lo estoy haciendo bien, poco a poco estoy construyendo esa Elizabeth que debió existir hace mucho, esa que siempre debí ser, y eso me hace sentir muy orgullosa.

Definitivamente aquella experiencia del coma y el sueño me enseñaron mucho, aunque al principio costo diferenciar la realidad de lo que fue una simple ilusión de mi mente, conseguí hacerlo, llegar a un punto intermedio donde acepte que las cosas durante ese tiempo postrada en la cama no sucedieron realmente, pero eso no significaba que no podrían pasar y que yo así no lo quisiera; con los días más cuenta me di que el sueño reflejo aquello que quería y podía conseguir si dejaba a un lado mi pasado, mis miedos, mis demonios, si soltaba todas esas ataduras y decidía antes que nada ser feliz.

Y aun cuando tome la decisión puedo afirmar que no fue fácil, aun trabajo en ello, pero siento que buscar mi felicidad es la mejor cosa en la que puedo invertir mi tiempo. Hoy en día puedo decir que cada vez me conozco más, tengo en claro lo que quiero. Y aunque deje atrás mi pasado, tengo en claro quién soy, de donde vengo y a donde voy.

Fue un proceso complicado al comenzar, volví a asistir al psicólogo, me ayudo con muchas cosas, aceptar algunas y dejar ir otras. Renuncie a mi trabajo y comencé a trabajar en una galería de arte, mi jefa era muy agradable y amable, vio varias de mis obras y me aseguro que si seguía así en un futuro podría añadir alguna de mis pinturas a las exposiciones. Finalmente conseguí ese lugar que me llenaba, estaba rodeada de expresiones artísticas de muchas personas, compartía trabajo con compañeros que entendían y sentían la misma pasión que yo.

—¿Cuánto más vas a tardar? Me estoy meando.

Ruedo los ojos y le doy otra sonrisa a mi reflejo. Lo estás haciendo bien Elizabeth.

Seco mi rostro y mis manos. Abro la puerta del baño dejando frente a mí al pelinegro haciendo un bailecito ridículo mientras tiene sus manos en su entrepierna. Abre los ojos cuando me ve y me empuja afuera mientras entra al baño y cierra la puerta.

Camino hasta la sala y veo todos los muebles cubiertos por sabanas, pinturas, rodillos y brochas por todos lados. Finalmente, había decidido pintar mi apartamento, antes siempre me quejaba de lo viejo y feo que se veía, pero recuerdo que una vez estando en casa de Zack me di cuenta que, si el de ellos se veía tan diferente solo por la pintura, el mío podría quedar muy bien si me tomaba el tiempo de hacerle un cariño.

—Ufff casi explotaba esperándote mujer.

—Pudiste ir a tu apartamento, solo era un piso —le respondí levantando los hombros.

—No creo haber podido llegar, estaba literalmente a punto de mojar mis pantalones y todo tu piso.

—Habrías tenido mucho que limpiar entonces.

—Que gruñona —se acercó y rodeo mi cintura con sus brazos levantándome—. Alguien necesita al señor cosquillas.

—No te atrevas Zack.

No me hizo caso y comenzó a presionar sus dedos en mis costillas haciendo que me retorciera de la risa sin poder evitarlo. Era muy molesto. Reía sin parar, él no se detenía y sentía que si seguí así la que terminaría mojando sus pantalones seria yo.

Entre tanto movimiento logre darle un golpe en su entrepierna y me soltó tirándose al piso teatralmente. Que dramático. Ni siquiera lo había golpeado tan fuerte. Tome grandes respiraciones y limpie mis ojos llenos de lágrimas por la risa.

Mi Razón para VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora