Siento al rector observarme fijamente mientras frunce el ceño, niega un par de veces con la cabeza.
—Elizabeth Parker —suspiro— ¿Qué voy a hacer contigo?
Es raro estar aquí, nunca fui una chica de meteré en problemas, así que esta era la primera vez que entraba a hablar con el rector. Me ponía un poco incomoda la mirada que este hombre me estaba dando, más que nada porque es la misma mirada que Marcus me daba cuando según el arruinaba las cosas. Sentía que me juzgaba aun sin saber siquiera la razón por la que hice aquello, de todas formas, no es que pensaba contárselo.
—Mira este expediente, tu promedio... eres una chica aplicada Elizabeth, por eso quisiera saber cómo fue que decidiste enviar todo a la basura así.
—Algo personal señor Miller.
—Por tu actitud veo que no te arrepientes de lo que hiciste.
—En realidad no.
Negó nuevamente y guardo silencio, solo observándome de arriba a abajo, siquiera hasta donde podía contando que ambos estábamos sentados, realmente me incomodaba, ya no sentía que me estaba juzgando, era mas bien como que observaba detenidamente cada uno de mis movimientos, me daba sonrisas lascivas, tal vez me estaba equivocando, pero algo si era seguro, quería que dejara de verme así.
Respecto a la carrera aun no tomaba una decisión definitiva, me ponía un poco nerviosa aun la idea de lanzarme al abismo sin un arnés, claro, metafóricamente hablando. Mi miedo era no ser tan buena para vivir del arte, pero claro que ese temor desaparecía cando ese par de ojos cafés me miraban fijamente y él me decía esas tres simples palabras "Yo creo en ti". ¡Dios! Es que Connor lograba remover todo en mí, me hacía sentir tantas cosas que me daría vergüenza explicar.
—Muy bien Elizabeth, tomando en cuenta su situación y su reputación en esta universidad, tratare su caso como una excepción. No puede realizar ya la prueba, pero dejare que inscriba las materias de su siguiente semestre y al momento que toque realizar nuevamente el examen el de usted será más extenso y contendrá todo lo que debió realizar en este y lo que le toque en ese normalmente.
Esto era bueno, significaría no perder el semestre, podría avanzar normalmente. Eso era increíble y no entiendo porque la idea no terminaba de emocionarme, tal vez porque esperaba que el señor Miller fuera malo y me retrasara haciendo que tomara la decisión de dejarlo. Pero ¿cómo hacerlo ahora?
Asentí con una mueca que intentaba ser una sonrisa. Hablo un poco más de cómo debo tener prioridades, pero todo se volvió extraño e incómodo cuando me pregunto si estaba saliendo con alguien, insinuando que esa persona quizás era una mala influencia para mí.
—Con su debido respeto señor, si salgo o no con alguien no es algo que a usted o la universidad le importe. Además, es molesto que insinué cosas aun cuando no lo conoce.
—Ósea que si hay alguien —No me gustaba para nada la manera en la que parecía estar dejando a un lado la formalidad de esta reunión—. No me malinterprete, solo es un consejo —se levantó de su asiento y camino hasta mí y tomo asiento en la silla que estaba a mi lado—, los niños de hoy en día no tienen nada en la cabeza, usted necesita un hombre que la entienda y apoye, un hombre maduro que sepa que es lo mejor para usted —dijo esto último mientras colocaba su mano en mi muslo y comenzaba a acariciar esa parte de mi cuerpo. Fruncí el ceño.
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Mi Razón para Vivir
Novela JuvenilSiempre fui una chica muy correcta, enfocada en el futuro, pero nunca pensando ni disfrutando el presente. ¿Amor? No, eso era solo una distracción; ¿Amigos? No gracias, no entendia cual era el desespero que tenian todos en tener personas quienes sol...