Epílogo

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Dos Años Después...

Estoy saliendo de la galería cuando escucho unos pasos detrás de mí, cada vez se hacen más rápidos y se escuchan más cerca. Me doy la vuelta conectando mis ojos con aquellos que brillantes. Suelto el aire contenido relajándome al verlo a él frente a mí. Toma mi mano acercándome a su cuerpo, con su otro brazo rodea mi cintura dejándome a escasos centímetros de su cuerpo, tan cerca que puedo sentir su respiración en mis labios.

Sonríe y pega su frente a la mía sin dejar de hacer contacto visual, se acerca para acabar con la distancia cuando siento el tirón que da a mi cabello. Frunzo el ceño y lo golpeo en el brazo.

—¿Siempre tienes que ser una bestia? Idiota.

—Así me amas.

—No sé porque eres mi novio Zack, simplemente no lo entiendo.

—Es porque mi pene es enorme —sube y baja las cejas pícaro.

Niego con la cabeza y le doy un empujón. Sonríe arrogante mientras me atrae nuevamente hacia él, acomoda un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, besa mi mejilla y cuando menos lo espero lame mi cachete dejándome su saliva por mitad del rostro. Abro los ojos furiosa.

—Corre porque te voy a matar Zack.

Comienza a correr y voy detrás de él, se ríe de mi porque no lo alcanzo. Tomo una roca y se la lanzo golpeándolo en la cabeza, sonrió mientras se queja. Me acerco y cuando voy a decir algo me toma bruscamente del rostro y me clava un beso.

Abro los ojos rápidamente, pestañeo hasta ver bien a mi alrededor. Mi habitación. Suspiro aliviada y me tardo un par de minutos en normalizar mi respiración. Restriego mis manos en mi rostro para despabilarme un poco. Veo a mi alrededor, estoy sola en la cama. Afuera llueve, estamos en esa época del año, las gotas golpean fuertemente mi ventana y se puede escuchar el sonido del viento. Levanto la vista cuando la puerta se abre. Sonrió.

Entra a la habitación con solo unos jeans colgando de sus caderas, trae una taza humeante en sus manos y una sonrisa en los labios. La coloca a un lado en la mesita de noche, me inclino y veo que se trata de una deliciosa taza de café, que por lo que se ve está bastante caliente. Se inclina sobre la cama estando prácticamente sobre mí, me acomodo mejor sobre las almohadas.

—Buenos días —dice y con una sonrisa besa mis labios, felizmente correspondo a tan delicioso beso. 

>> ¿Cómo dormiste?

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>> ¿Cómo dormiste?

—Tuve una pesadilla. Fue horrible, al parecer era la novia de Zack —digo fingiendo un escalofrío.

Suelta una risa y se deja caer a un lado de mí, con su brazo sostiene su cabeza para verme mejor. ¿Mencione que no tiene camisa? Porque es algo que vale la pena mencionar.

—Ustedes dos se aman, sirena. Me tendría que poner celoso —dice en broma.

Ruedo los ojos y me acomodo imitando su posición para verlo. Estira su mano y acaricia mi mejilla, desliza su mano por mi cuello y va dejando mimos hasta mi clavícula.

Mi Razón para VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora