Capitulo 22: "Te necesito"

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—Oh por dios, esa podría haber sido la escena de alguna comedia romántica ¡Me encanta! —grita Mia mientras caminamos dentro de la universidad.

—No es para tanto —le respondí restándole importancia.

Sabía que no engañaba a nadie, no hay forma en que ese beso no resultara maravilloso. No hay sensación mejor que un beso de alguien que logra acelerar todo en tu cuerpo.

—¿Que paso luego? —pregunto curiosa.

—¿Luego? —hice una mueca— Luego las cosas se pusieron raras.

—Oh ¡Dime que se quitaron la ropa e hicieron sonar mucho la cama!

Rodé los ojos y comencé a contarle lo que había sucedido.

Flash Back

Aun estábamos muy cerca, sentía su respiración en mis labios, esos que ansiaban un contacto más con los suyos. Vi su intención de decir algo, pero justo ambos volteamos hacia la puerta que en este momento estaba siendo tocada.

—Volveré en un segundo, sirena.

Me miro a los ojos como comprobando mi estado y se levantó torpemente. Fue hacia la puerta. Me levanté y pude oír una voz chillona gritar desde la entrada.

— ¡Mi bebu!

Fruncí el ceño ¿Mi bebu? Di un par de pasos para poder ver que sucedía y abrí los ojos con sorpresa al encontrarme a una mujer de mi edad aproximadamente, rubia, camisa ajustada y short muy corto a mi parecer. Mi mayor sorpresa no fue verla, sino ver como abrazaba a Connor, restregándose contra él, prácticamente queriendo escalarlo con sus piernas.

—Te extrañe tanto estos meses, mi bebu.

Pestañe un par de veces, no tenía idea quien era esta chica, pero si podía sentir como daba paso hacia atrás, y no lo digo literalmente, sino en un ámbito más mental o emocional. El ambiente se tornó incómodo para mí. Solo pasaron segundos.

Regrese a la sala y tome mis cosas. Había dejado mi abrigo en su armario, lo busque y camine hasta la salida mientras me lo ponía. Siquiera ahora parecían estar hablando y ella no estaba como sanguijuela pegada a él. Más bien Connor tenía un semblante serio y ella una mueca triste que cambio por completo al verme, frunció el ceño.

Connor siguió su mirada y frunció mas el ceño.

—Sirena ¿A dónde vas?

—Ehh. Me voy a casa Connor, gracias por la cena.

—No te vayas —sujeto mi mano.

La mire a ella y me sonrió con autosuficiencia. No soy para nada tonta, más bien, soy lo suficientemente inteligente para notar como Connor luce molesto por la presencia de esta mujer. Pero más que nada, confiaba en él. No tenía ideas tontas en mi cabeza como de él jugando conmigo, pero aun así toda esta situación no era para nada agradable.

Regrese mi mirada nuevamente a él. Le di una leve sonrisa y me acerqué dejando un beso en su mejilla.

—Adiós.

Me solté de su agarre y salí al pasillo pasando por un lado de la señorita «Compro mis shorts en tiendas de niñas».

Mierda. Me maldije recordando que no había llevado mi auto, Connor había pasado por mí y se suponía que me llevaría. Suspire. Tendría que esperar un taxi.

Apenas termine de salir del edificio y di un par de pasos por el asfalto, escuche unos pasos que venían hacia mí, me di vuelta encontrándome con sus ojos.

—Connor... —susurré, aunque sonó más como un suspiro.

—No escaparas esta vez,sirena. No te pienso dejar ir —negó con la cabeza—. No de nuevo.

Mi Razón para VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora