Ada e Idoia son dos chicas que al llegar al laberinto... harán cambiar todo cuanto había.
Esta es una historia escrita completamente por James Dashner y los personajes también son creación suya. Hemos hecho este fanfic para demostrar cómo nos ha g...
A petición de las chicas, Newt llevó a las chicas a conocer a Teresa antes de que tuvieran que empezar a trabajar. Ellas estaban bastante nerviosas por conocer a la otra chica del Claro. No sabían cómo actuar, ya que seguro que ella trataría de hacer que fueran amigas.
Una vez allí, conocieron a Teresa, y Newt decidió dejarlas solas para que pudieran hablar de "cosas de chicas" según había dicho él. Tras una presentación un tanto incómoda, fueron Idoia y Teresa las que empezaron a hablar más fluidamente. Idoia empezó a explicarle su teoría sobre los tatuajes que tenían en la muñeca. Fue entonces cuando Teresa, que parecía algo preocupada, cambió un poco el rumbo de la conversación.
- Hay... Hay algo que recuerdo. -decidió contar ella.- Recuerdo agua. La sensación de ahogarme. Y unas personas repitiendo siempre lo mismo. Una frase que llevaba escrita en el brazo cuando desperté.
- CRUEL es buena. -aquella fue la primera vez que participaba Ada en la conversación desde que se habían presentado. -Idoia y yo también nos acordamos de eso.
- Hay una cosa más que me gustaría contaros. Sois chicas así que tenemos que unirnos -rió Teresa- Veréis, Cuando llegué aquí y estaba inconsciente, hablaba con Thomas. Pero, no hablabamos realmente ni cara a cara.- aquello parecía desconcertar a las otras dos,- Podemos hablar por telepatía.
Ada e Idoia trataron de disimular una risita. Aquello era de locos. ¿Por telepatía? Aquello era imposible.
- No os riáis, va muy enserio. Mientras estaba inconsciente hablaba con él.
Ada e Idoia decidieron acabar con aquella conversación, así que decidieron que preferían irse a trabajar. Aunque Teresa insistió en acompañarlas.
Las tres chicas decidieron que empezarían a trabajar con Newt, a ayudar un poco con la agricultura y las plantas. Newt las mandó a enredar unas cuantas fragarias que más adelante darían unas fresas muy buenas. Aquello pareció gustar a las chicas, que de vez en cuando iban picando alguna fresa suelta. Idoia se hizo dos trenzas y Ada se remangó la camiseta para poder trabajar mejor.
Ada, que estaba un poco cansada de Teresa, la mandó a buscar fertilizante mientras ésta se quejaba por la parte de trabajo que le había tocado.
Cuando tenían a Teresa bastante lejos, pudieron hablar tranquilas.
- Me cae bien Teresa. -comentó Idoia.- Al fin y al cabo, sólo somos tres chicas, y es verdad que sería genial si estuviéramos unidas.
- A ser sincera, a mi no demasiado. -dijo Ada.- No sé, es una sensación extraña. Me da mala espina esa chica. ¿Tú qué opinas Newt?
- La verdad, es que a mi no me cae bien. Nada más despertarse nos empezó a tirar piedras como una loca histérica a pesar de que la habíamos tenido a nuestro cuidado día y noche.
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-Es algo desagradecida. Y tampoco conseguimos encajarla en ningún trabajo -rió Newt.- Pero es una clariana más y aquí lo más importante es que nos tenemos los unos a los otros. Así funciona esto, además, como a Tommy le cae muy bien, yo debo llevarme más o menos bien con ella.
Las chicas lo miraron extrañadas pero lo dejaron pasar.
Siguieron trabajando un rato más. Teresa les trajo el fertilizante mientras renegaba por lo bajo. Al acabar les dieron a las chicas un rato libre y por la tarde Idoia y Ada tendrían que ir con los cocineros para ver si se les daba bien y así asignarles ese trabajo, sino, tendrían que ir probando otros trabajos hasta que dieran con el correcto, y una cosa dejaron claro las chicas, si tendrían que trabajar, que fuera juntas.