El corredor del laberinto

Capítulo 25: La decisión.

En cuanto los corredores se dirigieron a los clarianos, estos se agruparon a su alrededor para escuchar mejor la noticia. Ada e Idoia, sin embargo, se quedaron donde estaban ya que desde ahí escuchaban perfectamente y, además, intentar hacerse paso entre los clarianos sería malgastar fuerza en vano, y ya estaban suficientemente cansadas como para pelear con semejante multitud para hacerse paso.

Sin embargo, sí que enfocaron toda su atención en Minho, quien se dirigió a los clarianos:

- Para empezar, felicitaros a todos por estos últimos días. Todos tenéis grandes cualidades y habilidades, pero la decisión final está entre las finalistas; Ada e Idoia. Esta decisión ha sido muy difícil de tomar. Teniendo en cuenta muchas cosas hemos decidido que la nueva corredora será...

Minho se tomó unos segundos para respirar, segundos que parecieron horas. Ambas chicas se cogieron la mano, dispuestas a aceptar cualquier resultado. Habían trabajado juntas y, para ellas, ya habían ganado, aunque solo fuera una la que correría por los pasillos del Laberinto. Se sentían orgullosas por lo que habían conseguido y ninguno de los dos nombres que Minho dijese les iba a hacer sentir lo contrario. Idoia y Ada también se tomaron unos segundos para coger aire, y esperaron.

- ¡Ada! -anunció él- Felicidades, eres la nueva corredora.

Al oír aquello los clarianos aplaudieron respetuosamente y la felicitaron a medida que iban pasando por su lado.

- ¡Felicidades!- se alegró Idoia, abrazándola.

- Gracias, supongo.- dijo Ada- Ahora habrá que continuar con el plan, hay que buscar la manera de que puedas acceder al Laberinto, ya que es el único sitio que sabemos donde podemos conseguir respuestas.

- Sí, ya investigaremos cómo, tu ahora céntrate en no fallar como corredora para que no se vaya todo al traste.- le advirtió Idoia- Bueno, ¿vamos a la Hacienda con los demás?

- Ves tirando tú - dijo Ada buscando con la mirada algo o alguien- antes tengo que solucionar unas cosas- dicho esto Idoia asintió y fue camino a la Hacienda donde sus compañeros la esperaban para cenar.

Ada se dirigió hacia el bosque, dónde sabía que allí encontraría a quien estaba buscando, Thomas.

- Por fin te encuentro- anunció entre suspiros, ya que llevaba varios minutos caminando sin descansar- ¿Por qué no estás con los demás?

- Me apetecía reflexionar un poco, y ya sabes que este sitio es el mejor para hacerlo. Por cierto felicidades por tu victoria.

-Gracias- dijo mientras se sentaba en una roca que había al lado suyo- he venido aquí porque... Bueno, aparte de para darte las gracias por todos tus consejos...

-De nada, en eso consistía mi trabajo- le cortó Thomas temiendo lo que iba a decir a continuación.

-... Sí supongo que fue por eso, bueno, la qüestión era, ¿a que había venido tu comportamiento en la prueba? ¿Es por algo que he hecho o dicho?- dijo con tono de preocupación.

-No, bueno...- se aclaró la garganta- Minho y yo hablamos de esta prueba antes de que se iniciara esta competición y yo acepté pensando que no llegaríais hasta este punto, pero cuando vi que me tocaba pelear contigo - paró unos segundos- no me gustó la idea, pensé que quizá perdíamos todo lo que habíamos forjado, por eso mi plan era defenderme y no atacar, pero cuando dijiste eso de que atacara yo, me cerré en banda y pensé que ya lo habíamos perdido todo, y quise dejarlo.- se sinceró Thomas.

-La verdad es que cuando me dijeron que me tocaba pelear contigo no me hizo mucha gracia, pero luego pensé en lo que estaba en juego, y pues tenía que demostrar lo que valía.

-Y vaya si lo demostraste.- dijo riéndose- Cuando te abalanzaste no me lo esperaba para nada.

-Has visto, no solo soy una mediquera.- dicho esto una voz de fuera del bosque llamaba a Ada- Parece Newt, seguro que es para que vaya a cenar con ellos, él es el único aparte de ti e Idoia que sabe que vengo aquí a menudo, ¿Vienes?

-Creo que voy a quedarme un rato más, pero ves tú.

Al salir del bosque, Newt felicitó a Ada con un abrazo, cosa extraña porque era el primer abrazo que le daban en mucho tiempo, o eso sentía, y se dispusieron a ir a la Hacienda mientras charlaban..

Mientras tanto Idoia en la Hacienda pudo comprobar que todavía no había llegado nadie. Así que se sentó en una de las mesas de dentro de la Hacienda, mirando a la nada.

-Hey, ¿ya estás aquí?- dijo una voz grave, que hizo que Idoia se sobresaltara.

-Oh, hola Gally, me has asustado- dijo riéndose, a lo que él le respondió con una sonrisa- ¿Dónde está todo el mundo?

-Están trabajando, no les debe quedar mucho, ya que es la hora de cenar.

-Lo suponía...

-Por cierto, respecto a lo de las pruebas para ser corredor, las he visto, y te merecías tú el puesto sin duda alguna

-Gracias, pero Ada consiguió superarme en la última prueba- dijo un poco desanimada, porque aunque se alegraba por su amiga, también le fastidiaba por no haber sido ella.

-Aun así, estaba convencido de que te darían a tí el puesto- dijo acercándose más a Idoia.

-Yo por unos segundos también lo pensé- dijo Idoia bajando la cabeza un poco desanimada.

-Si quieres puedo hablar con ellos, seguro que pueden cambiarlo, no es tarde- dijo mientras colocaba una de sus manos en la barbilla de Idoia y le levantaba la cabeza cuidadosamente.

En ese momento, se escuchó como se abría la puerta de par en par.

-¿Qué está pasando aquí?- dijo Minho nada más entrar, cosa que hizo que Idoia se girara bruscamente hacia él, y pudo observar como Minho le lanzaba una mirada de que le debía alguna explicación. En esto, Gally se levanta y medio furioso le suelta:

-¿Quieres saber qué está pasando? ¡Que está triste por haber perdido injustamente, y claramente yo no podía quedarme sin hacer nada!

-¿Eso es cierto?- dijo Minho hacia Idoia, al que se veía claramente que estaba ignorando a Gally, pues sabía que era mejor no perder tiempo con él.

- ¡Pues claro que es cierto, -continuó Gally, enfadado.- porque no sois capaces de ver lo mucho que vale Idoia!

Segundos después alguien llamó a Gally desde fuera y mientras se iba se limitó a bufar como un perro que no consigue lo que quiere.

-Idoia debes entender, que no dependía solo de mi esa decisión y que Ada había ganado limpiamente- se sinceró Minho- ¿lo entiendes, verdad?

-Sí, claro que lo entiendo. La verdad es, que hasta que no he hablado con Gally no me había planteado todo esto.

-Por cierto Gally y tú estáis...- Minho no pudo acabar la frase porque empezaron a entrar todos los clarianos hambrientos.

Llegaron Ada y Newt y empezaron a comer como si no hubiera un mañana, puesto que había sido un día muy largo, apenas se intercambiaron palabras los unos con los otros y no tardaron en dormirse ya que ese día había sido sin duda el más duro de todos por el momento.

Lo último que escucharon fueron los pasos de alguien que acababa de llegar, que supuestamente debía ser Thomas, pero antes de ir y comprobarlo, se durmieron.