El corredor del laberinto

Capítulo 31: Era lo correcto. Maratón 3/4

Después de una mañana tranquila y relajada, en la qual Idoia y Ada habían decidido pasar el tiempo juntas explicándose cosas e intentando averiguar cosas del pasado y de intentar responder preguntas inexplicables. Ada decidió ir a buscar a Thomas para preguntarle acerca del laberinto y de con quién iría después de todo lo ocurrido mientras Idoia se iba a dar una vuelta para ver si estaba todo en orden, pues aunque tuviera tiempo libre, no quería defraudar a los clarianos.

Ada vio a Thomas hablar con Teresa a lo lejos, así que cuando decidió acercarse más para preguntarle, sintió en ese momento curiosidad por ver lo que estaban hablando ya que se les veía muy implicados en el asunto. Así que cuando se disponía a esconderse tras un árbol oyó parte de la conversación.

-Hoy en el desayuno, ¿No ha estado un poco raro?- se apresuró a decir Teresa

-¿Raro?- dijo confundido Thomas- Yo no lo he visto raro, ha sido como cualquier otro.

-Bueno, Thomas, Newt y tú nunca habías estado así

-La verdad es, que nose porque ha pasado algo así, quiero decir, no lo estaba pensando en ese momento- intentó excusarse Thomas.

-Ya bueno, no será que estabas un poco... ¿celoso?

-¿Celoso? ¿Yo? ¿De Newt sobre Ada? Que va... solo que yo tampoco había dormido muy bien y no sabia que decía en ese momento- se defendió Thomas de tal acusación.

-Ah- dijo Teresa aliviada- había llegado a pensar por un momento que...

-Pues no- le cortó Thomas pues no quería hablar de eso y menos con Teresa.

Antes de que Teresa pudiera responder, Ada salió rápido del árbol del cual se escondía y se apresuró a salir corriendo de ahí, pues no sabía porque le había sabido tan mal aquel comentario de Thomas.

Cuando ya se disponía a irse, Thomas se giró y al ver lo que estaba ocurriendo, intentó llamar la atención de Ada con palabras que se llevó el aire, pues Ada no estaba en disposición en ese momento de aclarar nada. Y cuando Thomas se disponía a ir a buscar a Ada, Theresa se adelantó a él:

- Déjala, ya se le pasará.-dijo Teresa.- Y si eso luego vas a hablar con ella.

- Bueno- dijo sin mucho ánimo Thomas.

- De todas maneras, no te preocupes por Ada, ya encontrará alguien en el claro que quiera estar con ella. Como con Idoia, parece que ella sí que ha encontrado a alguien

- ¿A qué te refieres?- dijo Thomas intentando calmarse y cambiar de tema.

- ¿No te has enterado? Ayer por la noche, después de que Gally se fuese tras la reunión, que por cierto no lo he visto en todo el día, Idoia se encontró con él. Idoia dice que hablaron y tal pero a mí y a Ada nos ha contado que Gally la besó.

- ¿Qué Gally que?- dijo Thomas poniendo toda su atención en lo que Teresa acababa de decir.

- Cómo lo oyes, pero no les digas que te lo he contado. No quiero que se enfade Idoia conmigo.

-Tranquila, confía en mí- dijo Thomas, justo antes de que Teresa sonriese de oreja a oreja y lo abrazase por haber dicho eso.

Ada no podía creer que Thomas hubiese dicho eso de ella, pero peor aún, no podía creer que ella se hubiera puesto así por algo que un amigo hubiera dicho. Ada, medio confundida medio entristecida, avanzaba a grandes pasos sin mirar a nada, sólo pensaba en todo lo que acababa de ocurrir, cuando, de repente, se chocó con algo o alguien que hizo que saliera de su mundo y volviera al mundo real.

-¡Ada! Ves con más cuidado- dijo amablemente Newt

-Lo... lo siento- dijo ella secándose rápidamente las lágrimas.