Capitulo 12: La cena

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Los corredores, se hartaron tanto de ver cada día lo mismo, que Minho no pudo evitar decir delante de los otros cinco:

- Chicas, os esperamos para la cena. -y él y Thomas se miraron a los chicos de reojo.

- Va... vale

-Hasta mañana- se despidieron los chicos.

A medida que se iban alejando, Minho y Thomas iban mirando hacia atrás para comprobar si los otros chicos seguían ahí.

Una vez en la cena, costó bastante romper el hielo, y Newt era el único que no entendía el porqué.

Una vez acabaron de cenar, las chicas les avisaron de que habían quedado para dar una vuelta con los cinco chicos con los que tanto habían estado últimamente.

Otra de las razones por las que iban con ellos era porque Thomas, Newt y Minho se mostraban un poco raros con ellas. Así que decidían pasar las tardes y algunas mañanas con los mediqueros y los demás. Cada tarde se sentaban alrededor de la misma hoguera del primer día a esperar la llegada de los corredores. Pero fue una noche cuando el caos estalló:

- Chicas, llevábamos algunos días preguntándonos esto. Sé que las cenas las reserváis siempre para esos tres larchos, pero... -a Jeff se le veía realmente nervioso.- Hemos estado observando que últimamente os estáis distanciando un poco de ellos. Decidme si me equivoco, pero creo que es así- Idoia y Ada no dijeron nada, se quedaron pensativas.- Por eso nos preguntábamos si os gustaría sentaros con nosotros hoy para la hora de la cena.

Una bomba de confusiones explotó dentro de la cabeza de las dos chicas. Fue entonces cuando llegaron los corredores a través de las grandes puertas. Aquello noche, pero, no se acercaron a decirles nada, si no que directamente se dirigieron hacia lo que era "el comedor". Ellas se miraron mutuamente, sólo con la mirada ya habían tomado una decisión.

- Muy bien -contestó Ada.- Cenaremos con vosotros.

Aquella respuesta parecía sorprender y entusiasmar a los cinco clarianos, quienes sonrieron satisfechos.

Durante la cena Newt, Minho y Thomas parecían esperar a las chicas, pero, rápidamente vieron cómo iban con los cinco chicos de los que se habían hecho tan amigos, Newt no entendía nada, así que Thomas y Minho le intentaron contar todo lo ocurrido. A Newt al principio no le gustó para nada, pero al volverlo a pensar le pareció bien ya que eran buenos chicos, y solo era una cena; en cambio Minho y Thomas no podían dejar de mirar cada dos minutos hacia donde estaban, examinando cada paso que daban. Se giraban incluso cada vez que las oían reír, se sentían algo traicionados, pues aquel era el momento de la cena, y era suyo.

Ada e Idoia se lo estaban pasando muy bien, se estaban divirtiendo y no podían comparar esa cena con las múltiples cenas, bastante incómodas, con los corredores. Pero, en mitad de la cena, vieron a lo lejos que Minho y Thomas las iban mirando de vez en cuando, y eso las estaba molestando un poco. Decidieron ir al baño a poder hablar tranquilas sin sentir las miradas de los chicos clavadas en ellas. Una vez allí, pudieron hablar tranquilas:

- ¿Has visto como nos miraban Minho y Thomas? -comentó Ada.

- Si, creo que están algo molestos.

- Ya, pero a ver, llevamos cenando con ellos todas las noches, por una no pasa nada.

- Es cierto, además es normal, Jeff y Clint son nuestros compañeros de trabajo, pasaría lo mismo si fueramos corredoras. - entonces Idoia se quedó un rato pensativa.

-¡CORREDORAS!- dijeron las dos.

- Dios, Ada! No me acordaba.

-Es cierto, a mi tambien se me había olvidado por completo.

- Nos hicimos mediqueras para juntarnos con los corredores y sólo nos hemos conesguido juntar con mediqueros y deambulantes. Y no sólo eso, sino que además hemos dejado plantados a los corredores que querían ser nuestros amigos, y lo más importante, a ¡Newt!

-Será mejor que volvamos al plan, ya hemos perdido mucho tiempo- afirmó Ada

-Es cierto, pero ¿como?, No podemos pasar de ellos en plena cena e ir con los corredores.

- Digamos que se nos había olvidado que habíamos quedado con Minho, Thomas y Newt para esta cena y que no nos acordamos, por eso accedimos a cenar con ellos hoy.

-Sí será lo mejor, aunque no sé si será demasiado creíble- dudó Idoia

-Eso no es lo importante ahora, vamos

Dicho esto las chicas salieron del baño en dirección a sus nuevos amigos, convencidas en despedirse, pero lo que vieron a continuación hizo que cambiaran de idea.

El corredor del laberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora