Capitulo 17: La mitad de lo que esperaban...

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Después del gran descubrimiento del escarabajo, al que las chicas tenían encerrado en una caja para que no escapara, todo siguió su curso normal. De todas maneras, seguían intentando adivinar el hecho de que en el escarabajo ponía las siglas C.R.U.E.L (W.I.C.K.E.D), aunque suponían que debían de venir del mismo lugar que sus provisiones, de donde estaban los creadores de todo aquello.

Ada e Idoia despertaban, desayunaban iban a trabajar, comían, trabajaban de nuevo, cenaban, y al día siguiente vuelta a empezar. No fue hasta el cabo de un par de días que la situación se puso interesante para ellas.

Dos corredores, que se llamaban Willy y Jones , entraron en la Hacienda un día. Como que Jeff y Clint habían ido a los campos de recolección esa mañana a por más hierbas medicinales para ungüentos, Ada e Idoia tuvieron que atenderlos solas.

Resultó que Willy se había torcido el tobillo corriendo, lo qual era en parte una buena noticia para las mediqueras porque significaba que por fin tenían un paciente de verdad que fuera corredor. Le aplicaron cremas y vendas, y le advirtieron que debía reposar mucho si quería es el esguince se curara lo más pronto posible. El pobre corredor aceptó que no debía ir a trabajar durante algunos días.

En ese momento entró en la Hacienda Minho, seguido por Thomas, a comprobar el estado de Willy.

- ¿Cuántos días tendrá que estar descansando? -preguntó Minho.

- Unos cuantos días. Una semana quizás. -contestó Ada, mientras Idoia le acababa de sujetar las vendas.- ¿Qué haréis de mientras que él no puede correr?

- Nada, supongo. No podemos dejar que alguien que no sea corredor lo sustituya. Mandaremos a Jones con otra pareja de corredores hasta que Willy se recupere.

- Es lo mejor. -dijo Idoia.- Willy, debes estar en completo reposo si quieres que tu tobillo se cure bien.

- Puedes pasar la noche aquí, si quieres, para que no te tengas que mover hasta tu cama. -le comentó la otra- Si necesitas algo, siempre hay alguien haciendo rondas de vez en cuando.

Las chicas se marcharon con los dos corredores de la Hacienda.

Cuando ya no estaban cerca de Willy, Minho cambió su rostro a preocupación, y se dirigió a Thomas:

-La verdad es, que necesitamos a alguien urgentemente, no podemos arriesgarnos a dejar a uno de nuestros corredores solos- mientras le explicaba a que se enfrentaban, Thomas iba asientiendo como si buscara una solución.

Las chicas no pudieron evitar escuchar y quisieron dar comienzo a su plan. Las chicas se pusieron a hablar en alto (con tal de que ellos las escucharan) de que su trabajo como mediqueras era muy aburrido y que querían más acción. Entonces Thomas le susurró algo a Minho y este a continuación se acercó a las chicas:
-¿Os pareceria bien hacer unas pruebas para entrar como corredoras?-dijo Minho-

-Claro, es justo lo que necesitaríamos, cambiar de aires- dijo Ada con aire irónico

-¿Pero por qué justamente nosotras? Aunque nos encante la idea no somos las mejores físicamente, hay otros clarianos que estan más en forma- aclaró intrigada Idoia.

-Si os somos sinceros, y puede que no os guste, hemos perdido bastantes clarianos allí en el laberinto, y hemos hecho tantas pruebas que, o no quieren participar (que esos son la mayoría) o los tenemos muy vistos- desmintió Minho un poco preocupado por la aclaració que acaban de dar, pero que a ellas les parecía bien.

-Bien, las pruebas serán la semana que viene, ir entrenandoos, la que sea corredora, deberá ponerse las pilas- dijo Thomas

En acabar de decir esto los chicos se fueron, y a las chicas se les quedó una cara de preocupación bastante grande.

-Ha dicho...

-Me temo que si- aclaró Ada, sabiendo de que hablaba Idoia

-Me pensaba que podríamos serlo las dos, no pensaba competir contigo- dijo Idoia.

-Ya, ir al laberinto juntas es una cosa, pero ir una sola es otra cosa muy diferente...

El corredor del laberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora