El Cuarto Vacío ~Abraham Mateo

Capítulo 21 (actualidad)

-¿A dónde los llevo? -preguntó el taxista una vez que estábamos dentro del automóvil-

-A la Colonia Laguna Dorantes, por favor -dijo mi padre con voz neutra-

-De acuerdo -y sin más que decir, este comenzó a manejar a la dirección ordenada-

El viaje se me hacia muy aburrido, ya me había cansado de esta sentado, solo quería descansar un poco en casa, antes de...¿esperen un momento, dije casa?

-¿Papá? ¿Acaso esa no es la dirección de nuestra vieja casa? -pregunté algo asustado por la respuesta-

-Por supuesto que si hijo -dijo como si nada-

-En serio creíste que comprarían otra casa, solo para que evitarás el poder encontrarte con Niall o Ross -susurró Tony en mi odio-

¡Diablos! ¡Maldita sea! Era obvio que mis padres no gastarían su dinero en una casa nueva solo para que su hijo no se sintiera abrumado por sus viejos problemas, como puedo ser tan torpe en situaciones tan claras como esta.

----------------------

-Niño, ¿te vas a bajar ya? Debo seguir trabajando -me dijo en forma de reproche el taxista-

Tenía aproximadamente 15 minutos de haber llegado a muestro destino, y yo no había movido ni un solo músculo, es más, ni si quiera estaba seguro de como seguía respirando...estaba como en una especie de shock.

Debía admitirlo, tenía miedo, un gran miedo de lo que pudiera llegar a pasar cuando bajara del taxi, sería como decirle adiós para siempre a Madrid, y también a Liam y Riker. Pero a lo que más tenía miedo era encontrarme a Niall o Ross, y no saber que decir.

-¡Hey! ¿Me estas escuchando? Si no te bajas tu solo, lo haré yo, y será por las malas -dijo ya molesto al ver que yo no reaccionaba-

Estaba decidido, podría haber vuelto al lugar donde una vez tuve mi vida perfecta, pero es no significaba que debía volver a ser como antes...si me encontraba a alguno de mis viejos amigos, los trataría a como este nuevo Abraham lo hace con todos; quizás suene cruel, pero la clave para todo en la vida, es nunca mostrar tu dolor ante nadie, eso solo te hace ver débil y vulnerable.

Así que sin pensar más la situación, me baje del taxi, y comencé a caminar hacia la entrada de la que solía ser mi casa, la cual se encontraba entre abierta, ya que mis padres tenían unos minutos de haber entrado en esta.

Todo estaba a como lo recordaba, claro, con algo de polvo, pero todo en su lugar.

Subí las escaleras y me dirigí a mi habitación, justo como lo solía hacer hace 2 años, después de volver del instituto...al entrar a mi cuarto, todo, absolutamente todo me desagrado, no me gustó nada de lo que había ahí, solo quería sacar toda esa basura, a la que solía llamar recuerdos, de mi cuarto, y acostarme en el suelo, a tomar mi bien merecida siesta.

----------------------

Ahora si podía descansar tranquilamente en mi habitación, la había dejado completamente vacía, justo como me gustaba...me tire en el suelo, esperando que el sueño llegara a mi, pero como siempre hay alguien que me arruina la tranquilidad que tengo.

-¡Mateo! -gritó mi padre desde el primer piso- ¡Ven aquí, ahora mismo!

-¿Qué rayos quieres? -pregunté una vez que me llegué a la sala, donde se encontraba toda mi familia-

-Me podrías explicar, ¿por qué tu madre, tiene su mano fracturada? -dijo molesto, mientras movía delicadamente, la mano de mi madre-

-Es una larga historia, en resumen, me tomó por sorpresa, y en defensa propia, la lastimé - dije como si nada-

-¿Y lo dices así de fácil? -preguntó sin podré creer mi respuesta- Además, ¿tu qué sabes de defensa propia?

-Si, y sé mucho, estuve 2 años asistiendo a clases de defensa propia, ya que Madrid no es un lugar muy seguro-

-¿Disculpa? -preguntó una vez más, ¿qué acaso era tan difícil de creer?-

-Disculpado, ahora adiós... -mencioné mientras comenzaba a subir las escaleras, de vuelta a mi habitación-

-No te quieras pasar de listo conmigo Abraham -dijo muy molesto- has lastimado a tu madre, y esperas que así ella pueda ordenar la casa...quiero que en este mismo instante te pongas a arreglar todo -me ordenó-

-¿Qué? ¿Y por qué yo solo?, Tony también está aquí -me quejé-

-¡Hey!, a mi no me metas en tus problemas pequeño... -dijo Tony, mientras se adentraba por primer a vez en la conversación-

-Eso a mi no me importa, él no fue quien le fracturó la mano a tu madre -buen punto- así que has lo que te he ordenado, y mañana a primer hora, llevarás a tu madre al hospital a que la revisen.

-¿Y eso por qué? - dije comenzando a molestarme-

-Porque te lo estoy ordenando y punto... -dijo mientras desaparecía de la sala, seguido por mi madre y mi hermano, dejándome solo a limpiar la casa...rayos, si que tengo mala suerte-