El Cuarto Vacío ~Abraham Mateo

Capítulo 24 (actualidad)

- No se si tienes problemas de vista o no, pero si no es así, eres realmente tonta como para no notar que es a mi madre a quien traigo a consulta -le contesté a como se merecía-

- Oh lo siento tanto señora, le juro que no la ví; un gusto, mi nombre es Daniela -dijo mientras saludaba con la mano a mi madre-

- Que lindo...-mencioné sarcásticamente-...¿ya nos puedes atender?

- Mi problema es que el joven que se encuentra a mi lado, que por cierto es mi hijo, me ha fracturado la mano accidentalmente -dijo mi madre de una forma que hacía quedar más que claro, que ya no iba a ser incluido en la conversación nuevamente-

- Guao, fracturarle la mano a tu madre, creo que para ello su hijo debe odiarla -comentó de una forma amistosa-

Pero ¿qué rayos...? Esa chica definitivamente pedía a gritos ser golpeada, pero el único motivo por el cual no lo hacía era ese que era una chica, y para acabarla, nos encontrábamos en un hospital.

- Eso no te importa, querías saber el motivo de nuestra consulta, ya lo sabes, ahora llevanos con el médico, y desaparece de nuestras vidas ¿quieres? -

- Por supuesto, por aquí... -dijo mientras se daba la espalda y comenzaba a caminar en dirección a un largo pasillo-

Nos detuvimos frente a una puerta, esperamos unos segundos detrás de ella, para luego entrar al consultorio donde nos darían la solución de la mano fracturada de mi madre...

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- Entonces...¿dices que fue un accidente fracturarle la mano a tu madre? -preguntó por milésima vez el doctor-

Tan difícil era creer que en defensa propia lastimé a mi madre, no lo creo, pero bueno, el doctor chismoso pensaba muy diferente a mi, no me molestaba, pero tampoco me agradaba la idea de que creyera que lo hice con intención.

Supongo que el silencio fue la mejor respuesta que pude dar, quizás sólo así, podía dejar de hacer esa pregunta una y otra vez.

- Hasta luego señora, espero y se recupere pronto... -dijo la practicante una vez que mi madre y yo salimos del consultorio-

- Gracias, adiós. -contestó muy cortésmente mi madre-

Es increíble, ni siquiera había entablado una conversación con ella, y pareciera que fueran amigas de toda la vida, ¡vaya! ni conmigo habla así, probablemente influya en que tiendo a rechazar a las personas, pero aún creo que eso no evita el que ella nunca haya hablado conmigo de esa manera, tan solo una vez.

- Daniela parece una buena chica, ¿no? -preguntó mi madre una vez que estábamos dentro del auto, con destino a casa, ¡por fin casa!- Abraham, te estoy hablando hijo, contéstame...

- ¿Y qué quieres que te diga? -contesté sin prestarle mucha atención-

- No se, tal vez si Daniela te parece una buena chica.

- Estas de broma ¿no? -dije sin poder creerlo- ella es increíblemente insoportable, sinceramente no puedo creer que te agrade un poco eh.

- Pero si ella es tan dulce, amable, carismática, cariñosa... -definitivamente ella no es nada de eso, sólo es una molestia-

En serio no me agrada ni un poco, y sigo sin creer que a mi madre si, quizás...¡ja! Ya entendí lo que está pasando, mi mamá sólo habla bien de esa chica para que yo me interese en ella, que lastima que su esfuerzo sea en vano...

- Detente -interrumpí a mi madre- creo que es mejor aclararlo ahora antes de que te hagas la película, y luego se rompan todas tus ilusiones...esa chica Diana, Dulce, Darcing, o como sea que se llame...

- Es Daniela -me corrigió-

- Ajá, si ella -dije sin importancia alguna- no me importa en lo absoluto, así que no te hagas esperanzas de que pueda pasar algo entre ella y yo en algún futuro.

- ¿De qué hablas hijo? -preguntó mi madre, tratando de hacerse la desentendida-

- Má, te conozco bien, y se qué estás hablando bien de ella para que sea algo más que mi amiga algún día, pero que crees, no es ni mi amiga, así que el jueguito se termina aquí.

- Pero Abraham, realmente creo que algo bueno podría surgir de allí, quizás solo necesitas conocerla más a fondo -agregó mi madre muy esperanzada-

- Lo siento, pero no, no la quiero cerca de mi ¿si?

-Abraham, puede ser una gran oportunidad... -nuevamente la interrumpí-

- Madre en serio no, no quiero tener nada que ver con ella.

- Pero sólo debes... -otra vez la detengo-

- ¡Ya basta! -mi intención no era gritarle en ningún momento, pero su insistencia fue demasiada hasta el punto de hartarme- ella no va a formar parte de mi vida, y espero que puedas entenderlo... -finalicé, para luego bajar del carro, ya que habíamos vuelto a casa-

No puede ser posible, esta chica que apareció hace unas horas en el hospital, y ya me esta fastidiando...

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Capítulo dedicado a BarbyOrdoez. Gracias por leer ;)