El Cuarto Vacío ~Abraham Mateo

Capítulo 33 (actualidad)

Llevábamos aproximadamente 10 minutos dentro del automóvil, debo admitir que mi primer plan había sido dejarla ahí sola en el restaurante, pero después de pensarlo bien mientras desayunaba, una mejor idea llegó a mi mente...

- ¿Y qué se supone que era el plan...? -comenzó a decir Sterling, hasta que lo corté-

- Shh, cállate Estela, lo vas a arruinar... -dije mientras comenzaba a reír ligeramente, al ver que Daniela salía furiosa del restaurante-

- Ya entendí -mencionó Sterling mientras se reía junto a mi-

- Los odio, ¿cómo pudieron hacerme eso? -dijo una vez que había llegado hasta nosotros- yo sólo trato de ser su amiga... -agregó mientras comenzaba a llorar- ...pero se acabó, no voy a humillarme de esta manera, no así, y la verdad, no me importa romper la promesa, ya no más... -finalizó mientras se alejaba caminando a paso rápido y firme, lejos de nosotros-

- Creo que debemos hacer algo -comentó Sterling al ver a Daniela unos metros lejos de nosotros-

- ¿No, en serio? no lo había notado eh -quizás debí haber pensado que el hacerle la broma de dejarla en la mesa, hasta que se aburrirá de estar ahí, y no quedarle de otra más pagar la cuenta para poder irse, fue demasiado para ella, sobre todo porque es una chica- ¡maldita sea! ¿por qué a mi?

- ¿Pero qué...? -comenzó a decir Sterling, pero lo corté nuevamente-

- Tu cállate y quédate en el automóvil hasta que regrese -le ordené y sin esperar respuesta, salí del coche y corrí en dirección a Daniela- ¡Hey! ¿quieres dejar tu berrinche de lado y subir al auto? -dije una vez que había llegado al frente de ella-

- ¿Cómo me alcanzaste tan rápido? estaba considerablemente lejos de ustedes -respondió ignorando mi pregunta-

- Eso no te importa -contesté seco-

- Lo mismo digo entonces-

- No tienes el derecho de hablarme de esa manera, así que mejor compórtate conmigo ¿entiendes? -dije a nada de gritarle-

- No, no lo entiendo...no se cómo tu madre puede decir que eres una buena persona, ella prácticamente te ve como un ángel caído del cielo, cuando todos los demás lo único que ven es un maldito desgraciado -soltó en un grito-

- Tu no sabes nada de mi...

- Se lo suficiente, y también se que las personas cometemos errores, pero lo peor que puedes hacer con ellos, es no enfrentarlos, y solo dejar que te golpeen hasta no poder levantarte -agregó-

- No se de lo que hablas... -fue lo único que dije en mi defensa-

- Podrás engañar a cualquiera Mateo, pero a mi no, ambos sabemos muy bien que lo que pasó hace 3 años-

- ¿Cómo diablos sabes tanto? ¿qué acaso mi madre te pasó una biografía mía? -dije muy molesto-

- Puedes estar completamente seguro de que tu madre nunca ha mencionado el tema -dijo muy segura-

- ¿Entonces cómo lo sabes? -pregunté dudoso-

- No hay que ser genio para darse cuenta, solo hay que ver más allá de lo que se aparenta para notar la realidad de las personas...

- Claro, ahora me saliste poeta -dije mientras soltaba una ligera risa sarcástica-

- No es poesía, es lo que querías saber...

Que caso tiene seguir lejos de ella, sabía parte de mi secreto más intimo, y sigo parte, porque algo dentro d e mi, me dice que no sabe todo...como sea, creo que es mejor tenerla de mi lado que en mi contra, eso solo podría ocasionar que ella ande contando mi vida a todo el que vea por la calle, uff los sacrificios que uno hace en la vida.
La observé por unos minutos para después darle un abrazo, ella me correspondió supongo que era buena señal ¿no?

- Lo siento Dan... -dije sincero, sé que la había hecho pasar un mal rato, y si quería que todo marchara bien, tenia que empezarla a tratar bien, a tratarla como una amiga-

- Me has dicho...¿Dan? -preguntó curiosa-

- Si... -susurré en su odio sin dejar de abrazarla-

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- ¿Y a dónde vamos ahora? -preguntó Sterling luego de un rato en silencio-

Tenía como 5 o 10 minutos manejando el automóvil sin rumbo alguno, algo que parecía ser que mis acompañantes habían notado.

- Espera pronto llegaremos... -y justo al terminar de decir aquello, comencé a tomar la ruta hacia un lugar determinado-

- ¡Un parque de diversiones! -gritó emocionada Daniela, desde los asientos de atrás del auto-

- Bueno es mejor que ir al centro comercial Mateo, buena elección -dijo Sterling mientras salíamos del automóvil y caminábamos hacia la entrada del parque para pagar las entradas-

Estábamos pidiendo nuestros boletos para ingresar al parque, y al terminar de pagarlos, Daniela entró corriendo como si fuera una niña pequeña.

De una momento a otro, Sterling se encontraba a unos metros de mi, haciendo fila para subir a una montaña rusa.

- ¿Acaso es verdad lo que escuché hace un rato? ¿la llamaste Dan? -preguntó Sterling cuando llegué a su lado-

- Si ya oíste, para que preguntas -respondí seco-

- Sólo quería estar seguro de que alguien más se integra al equipo.

- Digamos que esta de prueba, aún... -finalicé, al ver que Daniela estaba junto a nosotros-