Capítulo 15 (pasado)

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- Hijo, ¿estás bien? -pregunto mi madre desde la puerta de mi habitación-

Ahí estaba ella, parada en la puerta de mi habitación, simplemente no pude tolerar aquello, como podía tener tanto cinismo, jamás pensé que una madre podría llegar a lastimar tanto a su hijo...pero ahora veo que es posible...

- ¡Afuera! -grité lo más serio y enojado posible-

Mi madre solo me miró tratando de comprender lo que decía, pero al ver que no hacia caso a mi petición, solo me quedaba una alternativa...seguir insistiendo...

- ¡LARGO! -grité desesperado, ella solo me veía temerosa, pero no decía ni hacia nada- ¡Si quieres hablar conmigo, no entres a mi habitación! -y como si hubiera sido un acto de reflejo dio un solo paso hacia atrás, pero eso fue lo suficiente para que saliera de mi habitación-

Solo la mire profundamente, creo que de alguna manera quería transmitirle todo el dolor que ella, mi padre y mi hermano habían causado en mi, pero tal parece que ni eso podía notar, no podía ver que su hijo estaba completamente destruido por dentro...y creo que eso es lo que más dolía...

- ¿Qué quieres? -respondí seco mientras dejaba de tocar mi guitarra-

- ¿Por qué me hablas así hijo? -pregunto mi madre confundida y un poco en shock, supongo que nunca espero que la tratara de aquella manera-

- Solo me protejo de quienes buscan lastimarme... -respondí frío-

- Yo no te quiero lastimar hijo, creo que tu... -comenzaba a decir mientras daba un paso hacia al frente, buscando acercarse a mi, y aquello fue suficiente para dirigirle una mirada de advertencia- ...soy tu madre, ¿por qué te lastimaría? -dijo desde la puerta, al parecer mi mirada había sido suficiente para que captara mi mensaje-

- Eso mismo me estoy preguntando yo... -contesté dolido mirandola fijamente-

- Yo...solo... -decía nerviosa, me imagino que trataba de encontrar una manera de remediar sus errores, lastima que no había forma de arreglarlos...-

No podía mentir, me dolía mucho esta conversación con mi madre, de una manera indirecta ella estaba admitiendo que había hecho mal las cosas conmigo, pero ni así iba a conseguir mi perdón...

- Adiós Susana... -dije tristemente desde lo más profundo de mi ser-

- Hijo yo... -comenzaba a decir triste, por fin estaba comprendiendo la situación-

- ¡Qué te vayas! -grité muy dolido, tanto que había golpeado mi guitarra contra el suelo, ocasionando que esta se partiera a la mitad, y que mi madre sin decir una palabra más se fuera de mi habitación-

Al final del día solo tengo 14 años, pero eso no quiere decir que sea un torpe que se deje manipular al antojo de sus padres, yo no seré de esos, jamás...

El Cuarto Vacío ~Abraham MateoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora