31 Días.

Eres mío (+18) ( 23/10/16)

Título: Eres Mio
Para mayores de edad.
Palabras usadas: 1560
Dedicado o el tema sugerido por; las pecadores que lloraban por el, esto muestra es amor que les tengo esperó comentarios.
( Primero y único)
Editado por mi editor de lemon: cuinsi45

Lo miró trazar con una tranquilidad envidiable ese cuadró que pintaba, era una flor tan hermosamente dibujada que parecía real. Camino hacía el en silencio deteniéndose detrás de él.

- ¿ como has estado cariño ? - saludó con la ternura de una esposa besando su mejilla derecha, el tembló al sentir los labios de ella sobré el.

-bien- respondió cortante el hombre con voz temblorosa sin siquiera ver la.

Ella sonrió complacida al ver lo temblar por su presencia, amaba ese efecto que provocaba en el. Al ver que no la miraba acarició la espalda desnuda de el, apoyándose en ella.

-has pensado sólo en mi hoy, ¿ verdad? - besó la oreja de el risueña, mientras de la garganta del salió un sollozo - no llores , ¡esto te los has buscado tu al ver a esa perra, al apartar tu vista de mi!- gritó molesta agarrándolo del cabello que creía desordenada mente, haciendo caer mostrado sus manos y piernas, esposadas junto unas cortaduras en los talones que le imposibilita caminar.

El la miró con los ojos llenos de lágrimas, ese monstruo que amó cuando era un adolescente, ese monstruo que llamó mejor amiga cuándo dejo de amarla,ese monstruo que lo secuestro hace tanto tiempo que perdió la cuenta, ese monstruo que le negó la felicidad con la persona que amaba, ese monstruo hermoso era una flor venenosa. Ella se sentó sobre el tomado su rostro para que la mirará a los ojos.

- sabes que es por tu bien,solo eres mío Nathanaël kurtzberg, sólo mío - ella besó las lágrimas que caían por las mejillas de el, disfrutando el sabor de esas lágrimas de impotencia - te amo tanto, quiero que sólo me mires a mi, ser sólo tuya, que seas sólo mío, pero tú te resiste, ya no ríes conmigo, no estás comiendo la comida que te hago tanto amor, parecé que quieres morir.

- eso quiero, quiero morirme, estoy harto, de que me quites todo, de ser tan patético - escupió con furia pero a ella no le impresionó, sólo beso esos labios que se negaban a corresponderle - dejame en libertad - dijo el cuando ella se separó de el, trago secamente esa pastilla que ella le introdujo en su boca en un descuido, sabiendo lo que vendría.

- Nunca, vamos sonríe feliz, que quiero un hijo, un hermoso niño o niña con tu cabello, el fruto de nuestro amor, ¿Cómo lo llamaremos? ¡¿Eh?! ¿Como tu padre o como el mio? - ella río ante la cara de horror de el.

- no, por favor no - lloró con más fuerza, detestaba lo que pasaría a continuación, el hecho que ella lo ultrajaría como lo había hecho tantas veces, como lo hacia siempre que ella quería.

Beso su cuello mientras sus manos recorrían el pecho que conocía mejor que el suyo, le encantaba sentir ese abdomen plano y marcado que solo ella debía ver.

Sonrió dejando ver sus blancos dientes los cuales paso por toda esa blanca piel. Su lengua dejaba un rastro de saliva que iba desde el centro de su abdomen hasta el de su pecho. Sin resistirse mas llevo su boca a sus pezones para estimularlos con su lengua y morderlos una y otra vez. El gimoteos, ligeras lágrimas de placer y dolor escapaban de sus azules ojos. Todo esto le encantaba, la excitaba tanto.

— No te preocupes amorcito, tu también vas a ver —

Inicio moviendo sus caderas al estilo de un baile eróticos, llevo sus manos al inicio de su blusa y comenzó a quitársela poco a poco dejando ver su sostén negro de encaje; le encantaba como Nath trataba de negarse a verla, pero al final sus bajos instintos potenciados derrotaban su poca fuerza de voluntad. Encantada por las miradas del pelirrojo, fue a su falda  e igualmente la retiro lentamente moviendo sus caderas de un lado a otro.