Nuestros rebeldes por fin llegaron al colegio después de haber pasado el día más largo y maravilloso de su vida. Realmente estaban exhaustos. Tanto, que Terry no trató de convencer a Candy para que lo dejara dormir con ella. Tendrían que descansar, además, al día siguiente era el festival y aunque ella no podría ir, todo el mundo iba a estar eufórico y el colegio sería todo un caos. Por otro lado, había prometido ayudar a Patty con su arreglo personal para ese día.
-Buenas noches, pecosa, te amo.
-Buenas noches, bebé, te amo.
A pesar de que Terry era bastante orgulloso para aceptar que le nombraran por un adjetivo tan tierno, de repente ese nombre le encantaba. No es que fuera un bebé, es que él era su bebé, hasta el momento... y sus mimos eran sólo para él, hasta el momento...
-A ti también te amo.
Terry sintió la necesidad de besarle el vientre a Candy y decirle eso, sólo en caso de que hubiera un pequeño engreído creciendo ahí.
-Nosotros también te amamos, mi amor.
Le respondió Candy, en caso de que estuviera acompañada de otra pecosita.
-¿Crees que pueda oirme?
Le preguntó Terry a Candy.
-Terry... ¿Cómo voy a saber eso? Además, mi amor, ni siquiera sabemos si de verdad... Mi cielo, no quiero que te hagas ilusiones y después...
-Candy, no voy a sentirme mal si no lo estás, yo sé que en el fondo será mejor así por ahora, luego ya si podremos, tenemos mucho tiempo para practicar...
-¡Terry!
-Ya, tranquila, era broma, pecas. Sólo quería que en caso de que él o ella estuviera ahí, supiera que su papi ya lo ama con todo su corazón.
Y Terry se volvió a besar la barriga y Candy tuvo que contener las lágrimas nuevamente.
-Por ahora me conformo con que tú seas mi bebé.
Le dijo Candy juguetona y besando toda la cara de Terry.
-Bueno, princesa, ahora si me voy, antes de que este colegio reciva una orientación sobre cómo se reproducen los engreídos pecosos.
-¡Terry! jajajajajaja. Estás loco.
El rebelde por fin se marchó y Candy no tardó en prepararse para dormir, mañana sería un día agotador.
Por alguna razón había amanecido más temprano ese día para Eliza. Tenía una depresión que se la estaba comiendo viva y su acrecentado odio por Candy que le estaba nublando toda la razón. Su aspecto era realmente digno de lástima. Tenía unas enorme ojeras, sus ojos estaban un poco enrojecidos e hinchados de haber llorado toda la noche y su cara aún tenía indicios de la golpiza recivida. Se había recogido sus rizos en una sencilla y desaliñada coleta. Iba vagando por los pasillos como una muerta, nadie la había invitado al festival, se suponía que iría con su hermano, pero aún se encontraba en la casa, pensaba ella.
-¡Eliza!
- ¿Qué haces aquí?
-¿Esta es tu forma de recivirme, hermanita?
Le dijo un muy recuperado Neil a Eliza melosamente y fue a darle un abrazo.
-¡No me toques!
Le gritó Eliza apartándolo bruscamente.
-Eliza... ¿Qué te pasa? Estás muy rara...
-Lo siento, Neil. No me encuentro bien...
Entonces Neil se fijó bien en el aspecto de su hermana.
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Candy Candy: El rebelde y la dama de establo
Fanfiction*Como todos saben el anime candy candy no tuvo el final que esperábamos, pero esta una historia en la que los amores principales si tienen un final feliz. ¿Qué pasaría si Candy y Terry se conocen en el colegio y no en el barco? Y si Candy no es la...