Capítulo 21 Cayendo en la trampa

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-¡No puedo creerlo, Eliza! Eres la verguenza más grande que ha caído sobre la familia Andrew. Eres una desvergonzada.

Gritaba la tía-abuela frente a todos los presentes.

-Señora Andrew, cálmese, por favor.

Intervino la hermana Grace.

-¿Cómo pretende que me calme? ¿Estas son las sinverguenzuras que enseñan en este colegio?

Dijo la anciana más que furiosa.

Eliza se había quedado en estado de shock. Estaba toda despeinada, sólo cubierta por las sábanas, puesta en verguenza ante todos.

-Ven acá, descarada.

Dijo la tía halándola violentamente del brazo haciendo que por poco se le cayera la sábana que era lo único que la cubría.

-Abuela... yo...

¡Plaf!

Una sonora bofetada por parte de la tía-abuela silenció el argumento de Eliza.

-Quiero saber, qué educación es la que tienes, degenerada. ¿Cómo pudiste manchar así nuestro ilustre apellido.

¡Plaf! ¡Plaf! ¡Plaf! ¡Plaf!

La tía había perdido el control y la abofeteaba sin descansar. Candy, Stear, Archie, Patty, Neil y todos los demás observaban el espectáculo sorprendidos, nadie creía lo que veía.

-Señora Elroy, le ruego se calme. Ya encotraremos una solución.

Intervino la rectora, quitándole a Eliza de encima que no paraba de llorar.

-Abuela, te lo juro por lo más sagrado, que yo... no hice nada, no sé como vine a parar aquí con éste...

Decía Eliza en medio de un llanto desgarrador. Estaba bebiéndose las lágrimas.

-No quiero que me digas nada, no me dirijas la palabra en mi vida.

Dijo la tía implacable.

-Lo que quiero es que este desgraciado responda como debe ser. Vas a responder por haber deshonrado de esta manera a una Andrew.

La tía decía esas palabras llenas de desprecio al infeliz muchacho.

-Señora, no sé qué está pasando, pero desperté y esta sinverguenza estaba en mi cama...

Trató de explicarse muy confundido el implicado en el asunto.

-Usted responderá como deber ser o sabrá bien quién es Elroy Andrew, desgraciado.

Le dijo la tía mirándolo despectivamente.

-Señora, exijo que me respete, si va a referirse a mí, hágalo por mi nombre.

Respondió arrogantemente el acusado.

-No quieras pasarte de insolente conmigo, muchachito infeliz.

Arremetió doña Elroy, inquebrantable.

-Me llamo Pascale Di'Ambrossio, señora. Agradecería me llamara por mi nombre.

Los chicos Andrew, incluyendo a Patty no podían creerlo. Todos se habían quedado de piedra.

-¡Que escondido se lo tenía la primita!

Dijo Archie burlón.

-Tanta altanería y ¡quien la ve!

Añadió el inventor.

-¿Cómo Eliza pudo cometer semejante locura con ese chico tan repugnante?

Al fin habló Candy luego de haber salido de su estupor.

Candy Candy: El rebelde y la dama de establoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora