Un mes había pasado desde que Candy había dado a luz. Ahora se encontraban en casa de Eleanor, quien no los dejaba de consentir y ya los tantos regalos que ella les hacía no tenían lugar para guardarse. Habían contratado una nana para los gemelos que ayudaba a Candy cuando los pequeños se ponían imposibles, pues Terry los consentía demasiado y cuando él no estaba, pobre de ellas, los niños no se dormían si no era con Terry, a veces ella tenía que ponerles una camisa de él para que sintieran su olor y se quedaran tranquilos. Terry era un padre dedicado a pesar de su corta edad y eso no había quién lo pusiera en duda. La obra Romeo y Julieta finalmente fue presentada hacía unos días atrás, pues los sucesos que ocurrieron hicieron que la pospusieran casi un mes, especialmente porque Terry quería pasar tiempo con sus hijos recién nacidos. En cuanto a Susana, su madre se hizo cargo de ella junto con una enfermera especial, la señora se había hundido en la tristeza, no era fácil ver a su hija así, sin ni siquiera poder comunicarse, a veces pasaba días sin entrar en la habitación, pues no soportaba lo que veía. Jerry Jacobs finalmente fue enjuiciado y apresado, el juez no fue nada flexible y su carrera y juventud fueron lanzados por la borda.
-¿Cómo está la mamá más bella del mundo?
Terry había entrando en la habitación aprovechando que los niños estaban dormidos y la nana estaba ocupándose de ellos.
-Cansada...
Le contestó Candy a Terry, pero sonriendo, no estaba arrepentida de sus dos cachorritos.
-Pero ahora están dormidos. Puedes descansar, princesa.
-Pues yo no quiero descansar...
Dijo Candy con picardía y Terry levantó una ceja y la miró provocadoramente.
-¿Y cómo te gustaría no descansar, preciosa?
-Así.
Y Candy se puso a horcajadas encima de Terry que estaba sentado en la butaca de descanso de la habitación. Terry estaba muy sorprendido con esa iniciativa de Candy. Ella por su parte en la posición que se encontraba lo estaba besando ardientemente y Terry estaba en los cielos, la atraía más hacia él como si fuera posible. Se tenían muchas ganas, había mucha pasión y ansias acumuladas. Terry ya no era dueño de sí mismo. Le arrancó la blusa a Candy y empezó a besar y acariciar sus pechos y su cuello con avidez. Candy estaba perdida, los labios húmedos de Terry sobre su piel la estaban quemando. Ella se puso a besar el cuello de Terry y pasó la lengua por la oreja de él, Terry no reprimió el gemido de placer que eso le provocó. Le alzó la falda a Candy y comenzó a torturarla Ella se arqueaba y se retorcía en su regazo sin parar de gemir. Terry estaba cada vez más excitado.
-Terry... te amo...
Le dijo en el oído con la voz entrecortada y entre gemidos.
-¿Me amas, cuánto?
Le preguntó él devorándole el cuello.
-Con toda mi alma, mi amor.
-Yo te amo más, mucho más, preciosa.
ESTÁS LEYENDO
Candy Candy: El rebelde y la dama de establo
Fanfiction*Como todos saben el anime candy candy no tuvo el final que esperábamos, pero esta una historia en la que los amores principales si tienen un final feliz. ¿Qué pasaría si Candy y Terry se conocen en el colegio y no en el barco? Y si Candy no es la...