Especial Baekhyun&Minseok

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-No lo veo, Jongdae. No me queda bien.

Un, ahora cambiado, Minseok se encontraba mirándose en el espejo del baño de la habitación que compartían. Después de haber hecho un desastre en el lugar, su cabello había por fin tomado el tonto que su compañero quería.

-Estás genial. Seguro que te tendrás que quitar a las chicas de encima.

-Ya... las chicas...

Llevaban siendo amigos desde hace un año y Minseok había descubierto lo raro que podía ser el otro, aunque no por ello significaba que le desagradaba su compañía. Al contrario, le gustaba como era... le gustaba mucho.

-Sigo sin muchas ganas de ir... sinceramente.

-¿¡Me vas a dejar solo!? No puede, Minnie.

-Prefiero ir a casa este fin de semana...

Jongdae no podía dar créditos a lo que oía. Habían planeado ir juntos a la fiesta de fin de curso para celebra que después de lágrimas, sudor y sangre, habían conseguido pasar el primer año. No entendía por qué ahora se mostraba tan cabizbajo, días anteriores había estado tan animado como siempre.

-¿Te has enfadado conmigo o algo así?

-¿Qué? No... solo, estoy cansado. –Dijo Minseok como una excusa pobre.

Obviamente el otro no le creyó ni una palabra. Sabía que algo andaba mal, pero no conseguía comprender el qué.

Mientras todos en la residencia se preparaban para ir a sus casas o para simplemente abandonar aquel cerrado lugar, Minseok, sintió la sangre hervir por sus venas cuando la chica de intercambio llamó a su puerta. Sí, ella era el motivo de su humor tan voluble, el motivo por el cual se había dejado embaucar para cambiar su color negro de cabello a uno totalmente chillón, un rosado muy extraño. Ella era la que había causado que Minseok se sintiera cada vez peor por haberse fijado en su amigo cuando este, le demostraba con ella, que nunca en su vida se fijaría en él aunque fuera por accidente.

-¡Hola, Minseok! ¿Está...?

La miró con asco, sí. Esa era la expresión en la bonita cara del muchacho antes de darle un empujón con el hombro y salir de su habitación para que, Sunny, el ligue de Jongdae entrara al lugar. No quería quedarse para mirarlos haciendo cosas que seguro el molestaría más.

¿Cuándo comenzó aquella fijación por el dinosaurio? Ni él lo sabe muy bien, pero de un momento a otro se vio así mismo con celos sobre todo aquel que se acercara a su energético y alegre amigo. Al principio lo confundió con un cariño sobre protector, pero él mismo se dio cuenta de que no era así.

Caminó sin rumbo por la universidad mientras observaba como los chicos y chicas recién graduados iban a dejar el papeleo para estudiar allí.

-Van a morir. –Murmuró casi mirándolos con pena.

Fue a la cafetería en el cual trabajaban las niñas más bonitas del campus. Era algo así como el lugar favorito de todo hombre, todo hombre heterosexual, claro está. Pero Minseok no lo era y solo iba para aparentar. No era fácil decir al mundo tus gustos en un país tan cerrado como en el que él había nacido.

-Dime. –Contestó el teléfono casi al instante mientras se sentaba en una mesa de la terraza del lugar.

-¿No vendrás entonces, Min?

-No, Kyungsoo. Cuida a mamá... Un amigo me ha convencido para que me quede a la fiesta.

-Te la mereces después de tanto tiempo encerrado. ¡Pásatelo bien! Y oye... llama a nuestra señora de vez en cuando. Te extraña.

Orgullo vs Orgullo [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora